¡Conviértanse, es urgente! “Yo no me canso mientras yo tenga vida, mientras Cristo me tenga con vida, voy a gritar, a gritar siempre: ¡Hermanos conviértanse! ¡Hermanos por favor conviértanse, es urgente! ¡No pierdan tiempo, es urgente! ¿Por qué? Porque muchos esperan grandes acontecimientos poco a poco. ¡No! ¡Los grandes acontecimientos se van a dar en pocos días! ¡Todos! Y vendrá el Aviso! [...] Confiemos en la palabra de Cristo, y pedimos el discernimiento al Espíritu Santo para no tomar decisiones equivocadas" –Luz de María.****
Jesús dice: (Jesús Nuestro Maestro, Vol. 1) Mis hijos, paz, gracia y alegría sean en sus corazones ahora y siempre.
Estoy con ustedes, soy su Jesús de Merced amor infinito. Ahora quiero hacerles una pregunta y espero recibir una igual de parte de ustedes.
Cuando el primero de los Apóstoles, ese Pedro, sobre quien la Iglesia se izaría, estaba en Roma, sabiendo que sus enemigos y los míos lo iban a matar, pensó en dejar la ciudad en secreto y encontrar refugio en otro lugar.
Me le aparecí en la Vía Apia y él me preguntó adónde iba: “¿Quo vadis, Domine?”
Le respondí: “Voy a dejarme crucificar una vez más porque tú te niegas a someterte a la muerte por mi”.
Pedro comprendió la lección y retrocedió. Mis hijos, quiero que cada uno de ustedes, mis ministros, jóvenes, madres, cristianos de cualquier categoría, otra vez me hagan esta pregunta: “Jesús, ¿adónde vas?”
Y les contestaré: “Voy a regresar al mundo para iniciar mi pasión una vez más. Otra vez estoy desnudo, azotado, con mi cabeza coronada de espinas. Una vez más, han depositado un lienzo rojo en mi costado para pasarme como un rey desdeñado.
Nuevamente subo al Calvario cargando la Cruz, y soy crucificado después de haberme hecho tomar hiel y vinagre.
Otra vez, a mi Madre le fijan la vista y es triste: Ella es una mujer como las otras. Ella es la madre del malhechor”. Ustedes se preguntan, ¿cuándo es que se ven estas cosas?
¿Cuándo es que alguien sobrecarga al Hijo de Dios con tantas cruces, cuántos son los rebeldes, los ingratos y los impacientes?
Todos los días, mis hijos, en los caminos del mundo, según voy distribuyendo beneficios y gracias a todos, la única recompensa es desdén, blasfemia e insulto.
Hay quienes hacen una parodia, una farsa de la religión.
Dicen que creen en Jesús Cristo como si fuera un gran filosofo o gran orador, que supiera como atraer multitudes.
¿No es el Jesús de ustedes el verdadero Hijo de Dios hecho Hombre, todo bueno, todo merced? Hay quienes piensan disfrutar la vida y olvidar lo que he dicho no solo los pocos hombre que Me escuchaban entonces, sino a todos los hombres y en particular a mi seguidores: “Quien quiera seguirme, que tome su cruz y me siga.”
Todas las rebeliones contra la voluntad divina es desorden, todo desorden es pecado.
Y pecando camina el mundo, sin preguntarme, quien soy en el mundo, quien ha dado vida y sangre hasta la ultima gota.
“¿Adonde vas?
¿Que podemos hacer por ti?
Pero, mis hijos, ahora le pregunto a cada uno de ustedes: “¿Adonde vas tu, mi hijo, mi hija?
Estas en el trabajo, en una casa, en una parroquia, en una escuela: donde quiera que estés, ahí tienes que estar dispuesto a cumplir con tu deber hasta la inmolación!
¿Porque no quieres calgar tu cruz?
¿Porque rehúsas servirme con alegría?
¿Porque te rebelas contra la misión que te he encomendado?
¿Te molestan las dificultades, te hacen sufrir o es que son insoportables?
Mis hijos, la vida esta sembrada con dificultades y son ellas las que aumentan el valor de su misión.
Si todo procediera con tranquilidad particular, si todos fueran favorables, si encontraran en esta vida el paraíso terrenal, ¿como podrían ustedes aspirar a Cielo? “¿Adónde vas, hijo o hija?”, una vez más te pregunto y te ceñalo el camino que debes tomar, la ardua vía que debes seguir.
Es una prueba. Es breve.
¿No veen ustedes, madres, que les parece como si fuera ayer que empezaron a realizar su misión y ya los hijos han crecido, crecido tanto que hasta les quieren enseñar a ustedes?
Ellos les dicen que ustedes son anticuados y les piden que los liberen.
Y ustedes, jóvenes que ya sueñan con tener una familia, ¿no es verdad que en la infancia y adolescencia se les deslizaron delante de sus ojos?
El tiempo es el gran irreversible, que fluye sin ruptura, gravando sus días en la cara y vida de cada uno.
Si veen un rió que fluye, pregúntense: “¿Dónde origina, dónde fluye, dónde desemboca?
Sus vidas vienen de Dios, fluyen como pequeños ríos en el terreno del mundo y fluyen en el inmenso mar que es Dios.
Si sus vidas fluyen hasta entre precipicios y piedras hacia el mar al cual apuntan con ansiedad, el mar infinito del amor, Dios les dará la bienvenida en su falda y sera la beatitud eterna.
Entonces pregúntense cada día: “¿Adónde voy?
¿Fluye mi vida en Dios?
¿La merece Dios?
¿Merezco yo la mirada benevolente de Dios?
O, ¿tendrá Jesús que volver a morir siempre en la cruz y hacer otra vez su Calvario por ustedes y quizás en vano?
Mis hijos, estoy aquí para educarlos, no para reganarlos. Solamente espero, por su adhesión a mi voluntad, que ese reino de Dios al cual ustedes deben aspirar, se realice en ustedes y también por ustedes.
Los bendigo a todos, hijos, uno por uno.”
Jesús Nuestro Maestro (Ingles)
Mensajes inspirados por Jesus a Carmela Negri Carabelli. Permiso del CENACOLO DELLA DIVINA MISERICORDIA, Centro di spiritualità, Viale Lunigiana 30, 20125 Milano, Italia, que tiene todos los derechos.







“Si supierais cómo resplandecéis después de acercaros debidamente al Sacramento de la Confesión. (Jesús) está en el Confesionario y escucha cada palabra, ve en cada rincón de vuestro corazón y está deseoso de otorgar las gracias inherentes a Su Perdón.
“¡Os pido Mis hijos predilectos que paréis esta abominación! ¡No más ministros extraordinarios de la Eucaristía! ¡No más comuniones distribuidas por laicos, ni más comuniones en la mano!”



"Padre Celestial, hoy rindo mi corazón a Ti. Ayúdame a ser Tu instrumento en el mundo. Cúbreme con la Preciosa Sangre de Tu Divino Hijo. Protégeme de todo mal. Protégeme de cualquier plan maligno que Satanás pueda tener para mí el día de hoy. Revísteme de Tu Divina Voluntad. Amén"
"Santísima Madre de Dios, María, Protectora de la Fe, resguarda mi fe en el refugio de Tu Inmaculado Corazón. En él, protege mi fe de cualquier merodeador. Muéstrame las amenazas a mi fe y ayúdame a vencerlas. Amén"
"Me coloco en la presencia de la Santísima Trinidad (Padre, Hijo y Espíritu Santo) y por el poder de la Sangre de nuestro Señor Jesucristo, rompo, desbarato, pisoteo, aniquilo e invalido y cancelo de mi ser físico, síquico, biológico y espiritual, toda maldición que haya sido puesta sobre mí, sobre mi familia y árbol genealógico, por cualquier persona, familiar o antepasado por medio del ocultismo o espiritismo. Por el poder de la Sangre Preciosa de Nuestro Señor Jesucristo y por la intercesión de la Santísima Virgen María, San Miguel, San Gabriel, y San Rafael, rompo e invalido toda maldición, cualquiera que sea su naturaleza en el nombre de nuestro Señor Jesucristo. Amén (Repetir 3 veces la oración)"
"Oh Jesús de la Divina Misericordia, escucha mis súplicas hacia Ti, pues estoy aquí para hacer tu voluntad."
"Oh Glorioso Patriarca San José, Padre adoptivo de Jesús y Esposo Humilde y Casto de María; poderoso intercesor de las almas y guardián Fiel de la Iglesia; acudimos a vos, amado Padre, para que te dignes ampáranos y socorrednos en la lucha espiritual contra los enemigos de nuestra alma. Ven en nuestro auxilio y por tu humildad y pureza, líbranos de todo mal. San José terror de los demonios, venid en mi auxilio (3 veces)."
"San Miguel Arcángel, defiéndenos en la lucha; sé nuestro amparo contra la perversidad y asechanzas del demonio. Reprímale Dios, pedimos suplicantes, y tú, Príncipe de la Milicia Celestial, arroja al infierno con el divino poder a Satanás y a los demás espíritus malignos que andan dispersos por el mundo para la perdición de las almas. Amén"
Ven, Espíritu divino, manda tu luz desde el Cielo. Padre amoroso del pobre; don, en tus dones espléndido; luz que penetra las almas; fuente del mayor consuelo. Ven, dulce huésped del alma, descanso de nuestro esfuerzo; tregua en el duro trabajo, brisa en las horas de fuego, gozo que enjuga las lágrimas y reconforta los duelos. Entra hasta el fondo del alma, divina luz, y enriquécenos. Mira el vacío del hombre si Tú le faltas por dentro; mira el poder del pecado cuando no envías tu aliento. Riega la tierra en sequía, sana el corazón enfermo, lava las manchas, infunde calor de vida en el hielo, doma al espíritu indómito, guía al que tuerce el sendero. Reparte tus siete dones según la fe de tus siervos. Por tu bondad y tu gracia dale al esfuerzo su mérito; salva al que busca salvarse y danos tu gozo eterno. Amén.
"Oh, Corazones de Jesús y de María; me consagro, consagro mi familia y al mundo entero, a vuestros Amantísimos Corazones. Atended a la súplica que os hago y aceptad nuestros corazones en los Vuestros, para que seamos librados y protegidos nosotros y el mundo entero de toda maldad y de todo pecado. Que la protección de vuestros Dos Corazones, sean refugio, fortaleza y amparo, en las luchas espirituales de cada día. Que el poder de vuestros Dos Corazones, irradie al mundo para que sea protegido de la maldad y el pecado. Nos consagramos voluntariamente y consagramos a la humanidad entera avuestros Corazones; seguros y confiados por vuestra Gran Misericordia, de obtener la victoria sobre las fuerzas del mal en este mundo, y la Gloria Eterna en el Reino de Dios. Amén."