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Estáis en vísperas de una avalancha de injusticias, dificultades. Un tiempo de persecución está sobre vosotros

No dudéis que ese momento llegará, llegará para cada uno de vosotros y, como Yo sufrí Mi Pasión y Mi dolorosa Muerte en la Cruz, os uniréis a Mí, cada uno según su camino y según sus virtudes

(Haz la señal de la cruz ante de leer y lees todo sin prisa...)  - 21 de abril de 2024

Santo Rostro de Nuestro Señor Jesucristo

(DeepL Translator) «Mis queridos, Yo soy vuestro, sed tan Míos. Os amo tanto, ¡amadme tanto! Yo he dado Mi Vida para salvaros de la muerte eterna, dadme la vuestra para adquirir esta Vida tan deseable, tan benéfica, tan excepcional.

  • Sí, dadme vuestra vida sometiéndoos primero a Mi doctrina, después deseándola y, finalmente, muriendo a vuestra vez por ella.
  • Sí, os llamo al martirio, como llamé a tantos en los primeros siglos del cristianismo, y son tantos los que no dudaron en seguirme en este Vía Crucis.

Estáis en vísperas de una avalancha de injusticias, dificultades e incomprensiones, porque el mundo busca satisfacer sus propias ambiciones.

¿Qué quiere el demonio para los que le siguen?

Mamon y sus siervos

Ante todo, quiere que se condenen, porque los odia y, para atraerlos, les pone delante todas sus faltas como verdaderos bienes que hay que conquistar:

los que siguen el Angel del mal

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caida en el infierno

  • La supuesta libertad de hacer lo que les plazca.
  • La supuesta grandeza de la fama.
  • El supuesto éxito en el acaparamiento de un gran número de bienes robados o degradados para ser arrebatados más fácilmente.
  • La supuesta belleza del arte degradante y vil.
  • La supuesta obligación de honrar el mal a costa del verdadero bien, y luego, poco a poco, el ataque al Catolicismo utilizando leyes inmorales para condenar a quienes defienden sus principios.

Queridos hijos, queridos pequeños, sí, para un padre, sus hijos son sus pequeños, y aunque sean adultos, conserva en su corazón un amor paternal por sus descendientes.

Yo soy Dios, vosotros sois realmente Mis pequeños y no quiero dejar que seáis arrebatados por Mi eterno enemigo, aquel que robó Mi creación y que no cesa de tentar a Mis hijos, colgándoles a los ojos falsas metas, vanos recados y malos usos.

  • Fuisteis hechos para el Cielo, pero la tierra es un lugar único, precioso e incomparable para adquirir la santidad necesaria para uniros a Mí allí.
  • Fuiste hecho para el Cielo, así que practica las virtudes necesarias para merecerlo, que están enumeradas en todos los catecismos. Para merecer el Cielo, tienes que practicar las siguientes virtudes: además de las virtudes teologales (fe, esperanza y caridad), tienes que practicar las virtudes cardinales y las virtudes morales [1].
[1] Las virtudes cardinales: Prudencia, Justicia, Fortaleza, Templanza. Las virtudes morales: Humildad, Obediencia, Gratitud, Paciencia, Mansedumbre, Penitencia, Castidad.

¿Las conoces? ¿Las practicas? ¿Las amas?

Yo, durante Mi vida terrenal, las practiqué todas y nunca me faltaron. Junto con Mi Santísima Madre María, di un ejemplo perfecto de caridad, que contiene todas las demás virtudes. He amado a Mis hermanos de la tierra, los he convertido, los he servido y Me he entregado enteramente por ellos: Mis fuerzas vitales y luego, en la Cruz, Mi vida misma. Los salvé del infierno y el demonio Me odia por eso. Aunque se sabe perdido, como aprendió a su costa cuando Mi humanidad murió en la Cruz, sigue queriendo destruirme en Mi creación; y hoy, hijitos Míos, está dando un asalto particularmente violento: muchos de vosotros estáis atrapados en sus redes, primero de la apostasía, luego del placer y del atractivo de los sentidos.

Crees que el éxito material es importante, pero le das demasiada importancia. No es el éxito material lo importante, aunque Yo se lo conceda a algunos, es vuestro éxito espiritual el único que os abrirá las puertas de la dichosa Eternidad.

Estáis llamados a seguir Mi ejemplo, y ¿qué he hecho Yo en la tierra sino obedecer la Voluntad de Mi Padre Celestial?

Os he dado la siguiente recomendación:

"Sean perfectos como es perfecto el Padre que está en el cielo" (Mt 5, 38) y también "Mi yugo es suave y mi carga liviana " (Mt 11, 30).

Sí, Conmigo no tendréis necesidades materiales y podréis dedicaros enteramente a Mí. Eso es lo que os pido, dadme toda vuestra atención, cumplid con vuestro deber de estado, pues no todos sois religiosos o religiosas que habéis hecho voto de pobreza, pero dadle sólo la importancia que tiene, la de servir a vuestro progreso en el camino del Cielo.

Hijos Míos, a través de la virtud tendréis éxito en vuestra vida y si os aplicáis a ello en vuestra vida diaria, estaréis preparados, cuando os llegue el momento, de desprenderos, como yo lo he hecho, de todo para uniros al universo espiritual.

No dudéis que ese momento llegará, llegará para cada uno de vosotros y, como Yo sufrí Mi Pasión y Mi dolorosa Muerte en la Cruz, os uniréis a Mí, cada uno según su camino y según sus virtudes.

Sed fuertes en Mi Fuerza, ricos en Mi Riqueza, mansos en Mi Mansedumbre. Yo no he murmurado, lo he aceptado todo, todas las ironías, todas las bajezas, todos los insultos, todas las heridas, no he rechazado nada, lo he tomado todo e incluso he entrado en la antesala del infierno tan envuelto estaba en los pecados del mundo.

Dios se había retirado de Mi Alma porque no tenía lugar en el lodo indecible del pecado. Salí de él por un esfuerzo divino de voluntad, autoridad silenciosa y fuerza porque Mi vida terrenal Me había entrenado para no sucumbir jamás sea cual sea el precio.

Así vencí a los demonios en su imperio y cuando escapé de ellos, un largo grito de amargura resonó en su guarida porque se les había escapado el asidero de su eternidad.

¿Por qué tengo que volver sobre este cruel episodio?

Aún no lo sabéis, pero en los tiempos venideros, muchos de vosotros daréis la vida por vuestros hermanos.

Pensad entonces en Mí, en Mi devoción, en Mi eterna Bondad y no seáis tacaños con la vuestra. Si vosotros también dais vuestra vida terrena por vuestros hermanos, porque ese tiempo se acerca y podéis verlo venir, estaréis siguiendo Mi ejemplo y seréis acogidos con la mayor alegría entre los elegidos del Cielo. No os arrepentiréis de haberos ofrecido, no, y vuestro único arrepentimiento será quizás el haberlo temido antes de que llegara.

Un tiempo de persecución está sobre vosotros, sí, lo veis venir a través del recorte de vuestras libertades civiles, a través de la introducción de excesos pecaminosos impuestos civilmente, a través de los costes exorbitantes de adquirir las necesidades de la vida. Es el cumplimiento de este presagio:

"Nadie podía comprar o vender, si no llevaba marcado el nombre de la Bestia o la cifra que corresponde a su nombre" (Ap. 13:17).

Veis una guerra a vuestras puertas, pero también veis un mal interior, y cuando los dos se junten, vendrá un tiempo de hambre, injusticia, denuncia y crueldad.

guerra y hambruna

Seréis entonces presa de quienes os odian y quieren arrebataros vuestras casas, vuestras posesiones y vuestra posición, pero a imagen de vuestro Señor y de vuestro Dios, no os dejéis seducir por falsas promesas y mantened la fe, la esperanza y la caridad.

Estas tres virtudes teologales serán vuestro escudo, vuestra espada y vuestra salvación.

Amad a vuestros enemigos como Yo he amado a todos los hombres y pronto estaréis Conmigo y con todos los Santos en el radiante Hogar eterno de vuestro Dios, vuestro Salvador y vuestro Hermano Mayor tan Amoroso y tan deseoso de vuestra salvación.

Os bendigo, Mis queridísimos Hijos, os amo y quiero que estéis Conmigo.

(Haz la señal de la cruz para recibir la bendición)

En el Nombre (+) del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Vuestro Señor y vuestro Dios.»

Fuente: srbeghe.blog