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La Encarnación, la Pasión, la Cruz, la Redención… La importancia de la Santa Iglesia Católica

La dignidad de ser hijo de Dios es una gracia excepcional, pero la mayoría de los hombres, a causa del pecado original, no son conscientes de ello... El papel de la Santa Iglesia es necesario, es primordial, porque no cesa de recordar al hombre de dónde viene, adónde va y cuál es el único camino que debe tomar

(Haces la señal de la cruz ante de leer y lees todo sin prisa...) - Martes 3 de enero de 2023

(La Encarnación, la Pasión, la Cruz, la Redención…)

(DeepL Translator) “Mis muy queridos hijos, Mis amados, Mi alma entró en Mi cuerpo incluso antes de que se formara. Normalmente el alma entra en cuanto dos gametos se fusionan, pero, en el caso de Mi Madre, sólo la suya recibió la gracia de desarrollarse. Por eso Mi cuerpo vino sólo de Mi Madre, sin ninguna adición u otro coadyuvante. Soy Hijo de Mi Madre terrena y de Mi Padre celestial por la acción celestial del Espíritu Santo, que vivifica y es vivificante. Es Él, el Espíritu Santo, quien da la vida, Dios es Creador y Dios Trinidad es Todo en todos. Cada Persona de la Santísima Trinidad es autónoma, pero está absolutamente unida a las otras Personas. Por eso el Padre es Padre y el Espíritu es Amor y da vida. El Hijo es el Verbo de Dios y posee en sí todas las cualidades y virtudes divinas, tanto las del Padre como las del Espíritu Santo, porque Dios es Uno.

(La filiación divina es sólo del hombre...)

Mi santísima Madre fue elegida para ser la Madre de Jesucristo, Dios; el Amor divino la acogió en su Amor y siempre quiso ser fiel al Autor de sus días. Dios Padre es Mi Padre, el Padre de Jesucristo, es el Padre de todo lo que vive porque es el Autor, pero sólo los hombres han recibido, por gracia divina, la grandeza de la filiación divina que será su dignidad eterna y su felicidad inconmensurable.

La dignidad de ser hijo de Dios es una gracia excepcional, pero la mayoría de los hombres, a causa del pecado original, no son conscientes de ello. Se comportan como seres vivos seguros de sí mismos, creyendo en lo que ven, en lo que soportan y en lo que experimentan. El mundo que viene después de la vida terrena les parece irreal, cercano pero lejano al mismo tiempo.

(La Iglesia Católica es 'Santa' por la Presencia Real de Jesús en la Eucaristía...)

El papel de la Santa Iglesia es necesario, es primordial, porque no cesa de recordar al hombre de dónde viene, adónde va y cuál es el único camino que debe tomar. Pero tantos hombres la escuchan sólo a medias, o sólo durante el tiempo que están en la iglesia. Vuelven a sus casas, contentos de haber cumplido con su deber religioso, pero demasiado ocupados con su vida material para preocuparse de ello durante mucho tiempo. Y así es como muchos fieles pierden lo esencial, que es poner al Señor Jesucristo en primer lugar en todas sus acciones.

(El Santo Sacrificio de la Santa Misa...)

Por eso Yo, Jesucristo, vuelvo cada año en Navidad, y la fiesta de la Natividad es un nacimiento real tanto en el tiempo como en la eternidad, porque todo acto de Dios es eterno. La Pasión y la Cruz en la que redimí todos los pecados de todos los hombres, estos acontecimientos en el tiempo son acontecimientos eternos porque eternamente llevo en Mí todo el tiempo. Por eso el Santo Sacrificio de la Santa Misa es el Santo Sacrificio de la Cruz; es la Redención que se renueva para cada hombre en cada Misa.

(La Consagración y la Santa Comunión: Jesús en la Cruz...)

Pensad a menudo en esta verdad inalterable, en Mi presencia en la Cruz durante la consagración y, durante la Santa Comunión, comulgad en este Santo Sacrificio con dolor, respeto y gran gratitud por este Don eterno y perpetuo.

Que Dios os bendiga, en el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, y os acoja en Su Paraíso al final de vuestros días.

Vuestro Divino Maestro.”

Fuente: srbeghe.blog