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2024 (parte 3) Invitación del Señor: Este año debe ser un año de oración especial

Así os pido que viváis este año crucial, en plena unión Conmigo, para que podáis absorber todas las gracias que quiero daros para afrontar lo que está por venir... Sí, el futuro es imprevisible para vosotros porque no os es dado conocerlo, pero Yo, conociéndolo, quiero estar cerca de vosotros y estaré allí cada vez que Me recéis

(Haz la señal de la cruz antes de leer y lee hasta el final...) - 7 de enero de 2024

2024: Este año debe ser un año de oración especial

(DeepL Translator) “Mis queridos hijos, Mis amados, ¿Qué hicisteis la pasada Navidad y al comienzo del Año Nuevo?

¿Me habéis rezado, pidiéndome que vele por vosotros y por vuestra familia en este nuevo año que comienza con la fiesta de la octava de la Natividad, que celebra la circuncisión del Niño Jesús?

Sí, ya sufriendo, ya manando Sangre divina para la redención de vuestras almas.

  • ¿Me habéis rezado y agradecido por este primer don que Yo os hacía de Mí mismo, todavía niño muy pequeño, todavía no muy consciente en Mi naturaleza humana, pero muy consciente en Mi naturaleza divina de Mi misión de Redentor del mundo y de todos los hombres?
  • Hijos Míos, muchos de vosotros habéis celebrado el Año Nuevo porque es una tradición, pero ¿y las tradiciones cristianas?
  • ¿Cuáles de vosotros habéis ofrecido este Año Nuevo a Dios para que cada día sea una ofrenda al Altísimo y una oportunidad de vivirlo santamente, en favor de los demás que os rodean y en la virtud de la caridad, es decir, para Dios y para el prójimo por amor a Mí?

Así os pido que viváis este año crucial, en plena unión Conmigo, para que podáis absorber todas las gracias que quiero daros para afrontar lo que está por venir.

Sí, el futuro es imprevisible para vosotros porque no os es dado conocerlo, pero Yo, conociéndolo, quiero estar cerca de vosotros y estaré allí cada vez que Me recéis. Os daré las gracias que necesitáis para afrontar lo cotidiano, pero también lo inesperado, las dificultades que encontrarás y, sobre todo, las tentaciones que no dejarán de asaltaros.

Cuando cambia el viento, las hojas se arremolinan, pero vosotros no debéis comportaros como ellas.

Vuestro viento debe ser el del Espíritu Santo que os da, como a los apóstoles en Pentecostés, la fuerza y el conocimiento del momento. No revoloteéis como hojas muertas que van en todas direcciones, sino sed seres de carne y espíritu que acuden en ayuda del prójimo en la angustia o el desánimo.

Mediante la oración constante, no estaréis desamparados cuando otros a vuestro alrededor lo estén, y el Espíritu Santo, a través de sus siete dones, os inspirará para que seáis lo que Él espera de vosotros.

Este año debe ser para vosotros como un año de oración especial, pidiendo sólo fidelidad a Mi Voluntad para vosotros, docilidad a Mi Voluntad y fervor para que Me sirváis como Yo quiero y tanto como Yo quiero. Los quiero santos, sin otra aureola particular que la de buenos hijos dispuestos a servirme y a seguirme a donde Yo los conduzca.

Quiero hablarles del Amor que tengo por cada uno de ustedes que Me leen; es un Amor muy grande, muy poderoso, el de Dios, y es incomparable. Cuando lo comprendáis mejor, el día en que estéis en el Cielo Conmigo, sabréis cuán irresistible es Él y estaréis en la misma línea que vuestro Dios: irresistibles.

Seréis Mis verdaderos hijos, compartiendo Mi divinidad como Yo he compartido vuestra humanidad, y no os arrepentiréis ni de uno solo de los esfuerzos, sacrificios y sufrimientos que Me habéis ofrecido durante vuestro tiempo en la tierra.

  • Orad, pues, queridísimos hijos Míos, por vuestra Madre la Santa Iglesia, que atraviesa horas de angustia y tribulación.
  • Orad por vuestros hermanos en la fe, que a veces están desconcertados por la enfermedad de vuestra Madre la Santa Iglesia y que pueden ser engañados por lobos disfrazados de pastores.
  • Orad por el mundo, que está sumido en un gran engaño; está dirigido por líderes que no buscan el bien común, sino sus propios intereses. No pongáis vuestra confianza en ellos, sed sabios en la Sabiduría, don del Espíritu Santo que os iluminará cuando le recéis diariamente.
  • Orad por vuestra familia, padres, parientes, hijos, y sed amable con ellos. La unidad familiar debe ser un lugar de recursos, confianza, ayuda mutua y relajación.

Que sea bendecida porque es un don divino y las familias unidas son un reflejo de la Sagrada Familia: Jesús, María y José, tan unidos, tan cercanos, tan devotos y tan conscientes.

Sagrada familia

‘Dios está con nosotros’ era la realidad de esta Sagrada Familia, y todas las familias de la tierra deberían seguir su ejemplo. Que vuestra familia, la vuestra en particular, sea a Su imagen y agradaréis a Dios todos los días de vuestra vida.

Os bendigo, Hijos Míos, permanezco con vosotros como estoy con todos los que Me aman y hacen Mi voluntad. Os ayudaré siempre que os llame al servicio del prójimo.

Que Dios os bendiga, en el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Tu Señor y tu Dios.”

 

  • 2024 (parte 2) Advertencia del Señor: será un año de cambios: (Leer...)

Fuente: srbeghe.blog