Volverán a intentarlo con una dureza más profesional y menos accidentada

Este calvario, mal vivido por muchos de vosotros porque estabais sometidos a órdenes impías, fue una primera prueba para los que habían montado esta supuesta epidemia... Sabed que no os abandono, que soy más fuerte que cualquier disposición malintencionada

25 January, 2024 at 10:38

(Haz la señal de la cruz antes de leer y lee hasta el final...) - 23 de enero de 2024

(DeepL Translator) “Mis queridísimos Hijos, vosotros Me necesitáis y Yo, como un Padre eminentemente tierno y paternal, necesito de vosotros, de vuestro amor, de vuestra confianza y de vuestra docilidad.

Sois Mis hijos, sí, absolutamente, porque muchos de vosotros habéis sido bautizados y confirmados. Para los que todavía no han sido confirmados, hijos Míos, no esperéis. Dios Espíritu Santo, Uno Conmigo, os espera porque quiere comunicaros Sus siete dones:

TEMOR de DIOS: es decir, el miedo a ofender Su Extrema Bondad y Su Extrema Misericordia porque no debéis tomarlo a la ligera.
PIEDAD: sin el cual toda oración es vana.
CIENCIA: que abre tu corazón y tu alma a las cosas de Dios.
FORTALEZA: para fortalecer tu voluntad a través de la penitencia y la lucha contra tus faltas.
CONSEJO: para ayudarte a tomar las decisiones correctas, tanto espirituales como temporales.
ENTENDIMIENTO: para comprender las cosas de Dios.
SABIDURÍA: para que -como la Santísima Virgen- no cedáis ante nada cuando se trate de Dios y de la fe.

Hijos Míos, seguidme, Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida; nada en la tierra es superior a Mi Camino, Mi Verdad o Mi Vida.

Yo os he mostrado el camino, dándoos ejemplo de vida santa, de vida generosa al servicio del Reino de Dios, de martirio para mayor gloria de Dios y redención de las almas.

He enseñado y conservado la Verdad divina que supera toda voluntad humana, y si os conformáis a la única Verdad divina que nunca se contradice, caminaréis por la senda de los santos. Y finalmente, si sacáis fuerza de Mi Vida, de Mi Santa Eucaristía, viviréis de Mí, por Mí y para Mí, vuestro Dios.

El don de la Eucaristía sólo fue posible inmolándome en la Cruz para daros Mi carne, Mi Sangre, Mi Vida divina y todas las gracias divinas que brotan de Mi Sagrado Corazón abierto para vosotros.

Esta inmolación fue un don divino inefable ofrecido a toda la humanidad, pero ¡cuántos de vosotros consideráis el recibir la Eucaristía sólo como una costumbre o incluso como algo superfluo!

¡Cuántos de vosotros comulgáis sin confesión previa, sin verdadera humildad, como un acto casi banal que se hace durante la Santa Misa y se olvida para el resto del día!

Hijitos, comulgad con dignidad, conscientemente.
Acoged a Dios en vuestro corazón y en vuestra alma como un acontecimiento excepcional, aunque se repita todos los días.
Comulgad con respeto, con humildad, con docilidad y amor filial, y comprometeos en cada Comunión a recibirla como una excepción, como un don divinamente precioso.

Esta sagrada Eucaristía que se os da cada día, cada domingo, no es una deuda, y mirad cómo os la quitaron cuando el gobierno decretó el cierre de todos los lugares de reunión humana, con el pretexto de una falsa epidemia global.

Cualquier cosa puede ser decidida por autoridades malintencionadas, e incluso sacerdotes y obispos se han sometido a ellas. Pero, ¿no soy Yo el Sanador por excelencia de cuerpos y almas?

La Sagrada Eucaristía soy Yo, Inmolado y Vivo al mismo tiempo, y nadie, absolutamente nadie, puede enfermar al recibir la Vida.

Hijitos, ¡lo que sucedió una vez puede volver a suceder!
Este calvario, mal vivido por muchos de vosotros porque estabais sometidos a órdenes impías, fue una primera prueba para los que habían montado esta supuesta epidemia.
Pero hoy, bien informados de lo que les ha resultado positivo o negativo, volverán a intentarlo con una dureza más profesional y menos accidentada.
Esta vez, vosotros también, informados por la experiencia de un autoritarismo inicial mal fundado, no os dejéis engañar por la nueva trampa que os tenderán.

Sabed que no os abandono, que soy más fuerte que cualquier disposición malintencionada, que Mi Santa Eucaristía nunca, jamás, será un veneno y que Mi Vida os mantendrá realistas cuando todo vaya mal.

Os quiero Conmigo, fieles y piadosos, y si os quitan la Santa Misa, pedidla a otros fieles, porque Yo no faltaré. Algunos sacerdotes no cederán al chantaje y si vosotros tampoco cederéis, los encontraréis.

Yo soy y seré siempre vuestra Fuerza, Conmigo no podéis perder vuestra alma.

‘Yo soy el Buen Pastor, conozco a mis ovejas y mis ovejas me conocen a Mí (...) Tengo otras ovejas que no son de este redil; también a éstas las tengo que apacentar (...) habrá un solo rebaño, un solo pastor’ (Jn 10,14-16).

Leed de nuevo con atención este Evangelio del Buen Pastor, de gran actualidad, porque la Palabra de Dios nunca pasa de moda. El tiempo de la reunión llegará pronto; está cerca, muy cerca. Seguidme, seguid Mi ejemplo, Mi fidelidad a la Voluntad de Mi Padre del Cielo, a Su Ley.

La doctrina no cambia, lo que era verdad ayer lo es hoy, lo que era censurable ayer sigue siendo censurable hoy.

Lo que era bueno y justo no puede cambiarse en malo, ni lo que era malo y perverso puede cambiarse en justo.

Quiero que estés Conmigo para la Eternidad y para garantizarte este lugar a Mi lado, uníos o permaneced en el rebaño de Mis ovejas que Me conocen y que Me reconocen como su Buen Pastor.

Sed Mío como Yo soy vuestro, estemos unidos en la única Verdad que no puede cambiar. Os amo y Os bendigo, en el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Vuestro Buen Pastor, vuestro Señor Jesucristo.”

Fuente: srbeghe.blog