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2024 (parte 2) Advertencia del Señor: será un año de cambios...

Estos castigos ya no están lejanos, ya han comenzado. No disminuirán, no, aumentarán hasta que la Cristiandad se acuerde de Dios y le implore... cuando os sobrevenga la desgracia, ya no será tiempo de leer y meditar Mis muchas llamadas a la oración, tendréis que confiaros totalmente a Mí porque, sólo Yo, podré acudir en vuestra ayuda

(Haz la señal de la cruz antes de leer y lee hasta el final...) - 2 de enero de 2024

2024, Advertencia del Señor: será un año de cambios

(Prepárate, confiésate, mantente en gracia...)

(DeepL Translator) “Queridos, vuelvo a vosotros el mismo día de Mi mensaje anterior (1) y quiero hablaros de vuestro año 2024.

Sí, este año ya es cruel para todo Mi pueblo que sigue sufriendo las inundaciones; esta agua que entra por todas partes y destruye vuestra vida, vuestros recuerdos, vuestras casas.

También quiero hablar de los terremotos devastadores en vuestro mundo. Estas calamidades son el resultado del abandono por parte de Mis hijos de la fe de sus antepasados o, para aquellos que nunca han practicado la Fe Católica, de su sumisión al príncipe de este mundo que quisiera erradicarme de la tierra.

Hijitos, recordad que cuando os anuncié el comienzo de los dolores, os dije:

‘También oiréis hablar de guerras y de rumores de guerra [...] Se levantará nación contra nación y reino contra reino. Habrá hambres y terremotos aquí y allá, y todo esto no será más que el comienzo de los dolores del parto’ (Mt 24, 5-8).

Tales son los tiempos en que vivís, en que abundan los rumores de guerra y nadie se lleva bien con nadie.

Los gobiernos no aman a su pueblo, ni los pueblos se aman entre sí. Se pelean con facilidad, roban y saquean porque la sociedad es impía y ya no se ama a Dios.

Relámpagos, Vaticano, 10 de febrero de 2013: premonición divina de un cataclismo para la Iglesia

  • La religión católica está sumida en una profunda crisis, y el propio Jefe de la Cristiandad está muy equivocado al avalar comportamientos impíos e inmorales (2).
  • Las naciones cristianas son escasas y las que quedan no profesan la fe según Mi perfecta enseñanza. El mundo entero está bajo un manto de insatisfacción, desacuerdo y división.
  • Mis queridos Hijos, estáis en vísperas de una explosión y esta destrucción monumental que está a punto de producirse se enfrentará a vuestro único baluarte: el de vuestra fe.

En efecto, todo desorden siembra la reflexión, y vuestra reflexión debe dirigirse hacia Dios:

¿Dónde está? ¿Qué hace? Pidámosle ayuda.

San Agustín, de santa memoria, lo escribió bien:

‘Si Dios no nos envía males, nos alejamos de Él, nos extraviamos, pero si nos castiga, volvemos enseguida a Él para implorarle y obtener su perdón.’

 

  • Así pues, los castigos exigidos por la apostasía de las naciones y los extravíos del actual Sumo Pontífice, que con su séquito ya no predica la fe sino sus propias convicciones, estos castigos ya no están lejanos, ya han comenzado.
  • No disminuirán, no, aumentarán hasta que la Cristiandad se acuerde de Dios y le implore.

Mis queridos hijos, algunos de vosotros ya estáis afectados, otros todavía no, pero todos seréis penitentes.

Sí, sólo la penitencia repara los pecados por los méritos del Santo Sacrificio de la Cruz del Redentor, y volveréis a arrodillaros como lo hacían naturalmente vuestros antepasados, porque la fe era su regla de vida y no una moda pasajera.

  • Hijitos, preparaos para un tiempo de sacrificio, un tiempo de escasez, un tiempo de tristeza y de penitencia, pero estad seguros de que Dios os ayudará si le rezáis.
  • Que Dios os bendiga, queridos hijos, y cuando os sobrevenga la desgracia, ya no será tiempo de leer y meditar Mis muchas llamadas a la oración, tendréis que confiaros totalmente a Mí porque, sólo Yo, podré acudir en vuestra ayuda.
  • Acostumbraos a confiarme vuestras preocupaciones cotidianas, para que, cuando llegue el día, la oración esté naturalmente en vuestros labios y vuestra confianza en Dios no os abandone nunca.

Os bendigo, hijos Míos, el año 2024 será un año de cambios y discordias, pero vosotros, permaneced mansos, permaneced caritativos, permaneced piadosos. Os bendigo y os amo.

Que Dios sea bendecido, alabado, amado y adorado. Que así sea.

Vuestro Señor y vuestro Dios.”

 

  1. 2024 (parte 1) Vivan este año en total unión con Dios: (Leer...)
  2. Relámpagos, Vaticano, 10 de febrero de 2013: premonición divina de un cataclismo para la Iglesia: (Leer...)
  3. 2024 (parte 3) Este año debe ser un año de oración especial: (Leer...)

Fuente: srbeghe.blog