Dice Maria: (Maria Madre y Maestra, Vol. 1) "Mis hijos, la fe es un gran dote que el Señor les ha regalado gratuitamente.
Es un regalo que los ayuda en esta vida y los prepara para la otra.
No todos se benefician de este regalo y al descuidarse puede desvanecerse y a veces perderse completamente.
Bien para ustedes que no sólo protegen este precioso regalo, sino que también tratan de aumentarlo.
Siempre expresen profunda gratitud a mi Jesús quien, al instituir el Bautismo, pensó también de ustedes y su almas, al igual que la gracia, también con esa luz con la cual las verdades de la fe aparentarían para ustedes bellas y fácil de creer.
Divulguen la fe con esa sencillez que sabe como dar a todos los eventos de la vida una marca divina.
No se desesperen cuando vean que sus familiares o conocidos pierden la luz divina, sino que oren y sacrifiquense por ellos.
Ciertamente que no son sus palabras, aunque sean una buena cosa, lo que obtiene milagros de conversión; es la humilde oración, asidua y constante, acompañada por las ofrendas de penitencia, que abre desgarrando el velo que oscurece la mente de sus seres queridos.
Anden siempre confiados.
La caridad que muestren, al ocuparse y preocuparse de su prójimo y familiares, le place a Dios y es valorado como una caridad más alta que aspira llegar a las almas más que a los cuerpos.
Mis hijos, manténganse siempre al lado de sus hermanos quienes en la oscuridad del pecado, después de haber empañado el alma, rechazan la luz de la mente.
Amen a estos hermanos, tal como mi Jesús se sacrificó por ellos en la Cruz.
Les repito: ningún pecador se perdería, si a su lado hubiese un alma que ora.
Los bendigo a todos, los amo y los ayudo."
Maria Madre y Maestra
Maria Madre y Maestra (Ingles)

Mensajes del Amor Santo
Oración dictada por Dios Padre, rezar todas las mañanas al comenzar su día

“Padre Celestial, hoy rindo mi corazón a Ti. Ayúdame a ser Tu instrumento en el mundo. Cúbreme con la Preciosa Sangre de Tu Divino Hijo. Protégeme de todo mal. Protégeme de cualquier plan maligno que Satanás pueda tener para mí el día de hoy. Revísteme de Tu Divina Voluntad. Amén.”
Oración diaria a María, Protectora de la Fe
“Santísima Madre de Dios, María, Protectora de la Fe, resguarda mi fe en el refugio de Tu Inmaculado Corazón. En él, protege mi fe de cualquier merodeador. Muéstrame las amenazas a mi fe y ayúdame a vencerlas. Amén.”