¡Conviértanse, es urgente! “Yo no me canso mientras yo tenga vida, mientras Cristo me tenga con vida, voy a gritar, a gritar siempre: ¡Hermanos conviértanse! ¡Hermanos por favor conviértanse, es urgente! ¡No pierdan tiempo, es urgente! ¿Por qué? Porque muchos esperan grandes acontecimientos poco a poco. ¡No! ¡Los grandes acontecimientos se van a dar en pocos días! ¡Todos! Y vendrá el Aviso! [...] Confiemos en la palabra de Cristo, y pedimos el discernimiento al Espíritu Santo para no tomar decisiones equivocadas" –Luz de María.****
27 DE DICIEMBRE DEL 2021 – MENSAJE DE LA SANTÍSIMA VIRGEN MARÍA A SU AMADA HIJA LUZ DE MARÍA
Es necesario un pueblo con Fe. No pierdan la Fe
“Amados hijos de Mi Corazón Inmaculado:
UNIDOS A MI NIÑO JESÚS, LES LLAMO A CONTINUAR HACIA LA CONVERSIÓN.
Es urgente que comprendan que la conversión es continua:
- Es de cada momento.
- Es llevar injertado a Mi Hijo en la vida de comunión con Él.
- Es recibirle en la Eucaristía, en el cumplimiento y la vivencia de los Mandamientos y los Sacramentos.
Pueblo de Mi Hijo, la conversión es constante.
LA CRIATURA HUMANA DEBE RECONOCER QUE VIVE EN PROCESO DE CONVERSIÓN.
Cada paso de la criatura humana que camina hacia la conversión es un paso más hacia la vivencia del Sermón de la Montaña.
Las inquietudes en el corazón de Mis hijos son constantes. Debido a ello, el decidirse por una vida en Mi Hijo les da paz, les da esperanza y les aumenta la Fe porque Mi Hijo es Amor y eso recibe quien se decide a seguir Sus Huellas.
HIJOS, SI SE ENCUENTRAN EN VIDA DE PECADO: ¡ARREPIÉNTANSE Y CAMBIEN!
Invóquenme sabiendo que solos no lo lograrán. No les abandono, Soy su Madre para mantenerles a Mi Lado y corregirles cuando no van por el sendero correcto.
Amado Pueblo de Mi Hijo, obedezcan al llamado a la humildad, a la fraternidad, a la Fe. Fe que aumenta con el Alimento Eucarístico, Fe que aumenta con la oración nacida del corazón en recogimiento, sin distracciones, oración nacida de un corazón puro y en paz.
MANTÉNGANSE EN ALERTA ESPIRITUAL DEBIDO A QUE EL MAL ASECHA AL PUEBLO DE MI HIJO.
Les invito a unirse como Pueblo de Mi Hijo y, a Su semejanza, dar al necesitado. Les pido un ACTO DE CARIDAD con el semejante para el día 29 de diciembre.
Les invito como Pueblo de Mi Hijo a unirse en un ACTO DE FRATERNIDAD hacia el prójimo y auxiliar a quien lo necesite para el día 30 de diciembre.
Les invito a unirse como Pueblo de Mi Hijo y darle alegría a un niño para el día 31 de diciembre.
De esta forma iniciarán con el corazón centrado en los buenos actos. Estos actos le manifestarán al mal que el Pueblo de Mi Hijo no se encuentra dormido.
Este 1 de enero les invito a ser uno con el hermano, a amar al semejante, a agradecer las obras y actos de los hermanos para con ustedes.
Les invito a ser verdaderos mejorando en lo espiritual. Mejorarán en el ser mejores hijos de Mi Hijo y las bendiciones serán atraídas hacia ustedes.
Pueblo de Mi Hijo, miro a quienes se reúsan a cambiar. Estos hijos Míos no se miran a sí mismos y en este momento eso es muy peligroso ante las asechanzas del Demonio.
Les llamo para que en sus oraciones matinales rueguen a la Trinidad Sacrosanta para que reconozcan a Mi amado Ángel de Paz.
Les llamo a orar por la Iglesia de Mi Hijo, es urgente esta oración.
Hijos de Mi Corazón Inmaculado les ruego la oración por la paz en el mundo.
Llamo a cada uno de ustedes, que conforman el Pueblo de Mi Hijo, a la oración personal para que cada uno solicite discernimiento antes de acudir a lo que les convoquen en general.
Ustedes han sido sellados con la Sangre de Mi Hijo y no necesitan otro sello. No todo lo que parece bueno lo es para la criatura humana.
Pueblo de Mi Hijo, les amo, les protejo y les bendigo.
Oren por sus hermanos que se encuentran cegados por lo mundano.
Oren en paz. La salvación de la criatura humana la pueden alcanzar en todo momento hasta en el último hálito de vida.
Tengan Fe. Es necesario un pueblo con Fe. No pierdan la Fe.
CADA UNA DE LAS ESTRELLAS DE MI MANTO SE MULTIPLICAN AL INFINITO PARA ILUMINAR EL CAMINO DE CADA UNO DE MIS HIJOS.
Reciban Mi Bendición especial.
MI CORAZÓN INMACULADO TRIUNFARÁ.
Mamá María.”
AVE MARÍA PURÍSIMA, SIN PECADO CONCEBIDA
AVE MARÍA PURÍSIMA, SIN PECADO CONCEBIDA
AVE MARÍA PURÍSIMA, SIN PECADO CONCEBIDA
Fuente: Revelaciones Marianas








“Si supierais cómo resplandecéis después de acercaros debidamente al Sacramento de la Confesión. (Jesús) está en el Confesionario y escucha cada palabra, ve en cada rincón de vuestro corazón y está deseoso de otorgar las gracias inherentes a Su Perdón.
“¡Os pido Mis hijos predilectos que paréis esta abominación! ¡No más ministros extraordinarios de la Eucaristía! ¡No más comuniones distribuidas por laicos, ni más comuniones en la mano!”



"Padre Celestial, hoy rindo mi corazón a Ti. Ayúdame a ser Tu instrumento en el mundo. Cúbreme con la Preciosa Sangre de Tu Divino Hijo. Protégeme de todo mal. Protégeme de cualquier plan maligno que Satanás pueda tener para mí el día de hoy. Revísteme de Tu Divina Voluntad. Amén"
"Santísima Madre de Dios, María, Protectora de la Fe, resguarda mi fe en el refugio de Tu Inmaculado Corazón. En él, protege mi fe de cualquier merodeador. Muéstrame las amenazas a mi fe y ayúdame a vencerlas. Amén"
"Me coloco en la presencia de la Santísima Trinidad (Padre, Hijo y Espíritu Santo) y por el poder de la Sangre de nuestro Señor Jesucristo, rompo, desbarato, pisoteo, aniquilo e invalido y cancelo de mi ser físico, síquico, biológico y espiritual, toda maldición que haya sido puesta sobre mí, sobre mi familia y árbol genealógico, por cualquier persona, familiar o antepasado por medio del ocultismo o espiritismo. Por el poder de la Sangre Preciosa de Nuestro Señor Jesucristo y por la intercesión de la Santísima Virgen María, San Miguel, San Gabriel, y San Rafael, rompo e invalido toda maldición, cualquiera que sea su naturaleza en el nombre de nuestro Señor Jesucristo. Amén (Repetir 3 veces la oración)"
"Oh Jesús de la Divina Misericordia, escucha mis súplicas hacia Ti, pues estoy aquí para hacer tu voluntad."
"Oh Glorioso Patriarca San José, Padre adoptivo de Jesús y Esposo Humilde y Casto de María; poderoso intercesor de las almas y guardián Fiel de la Iglesia; acudimos a vos, amado Padre, para que te dignes ampáranos y socorrednos en la lucha espiritual contra los enemigos de nuestra alma. Ven en nuestro auxilio y por tu humildad y pureza, líbranos de todo mal. San José terror de los demonios, venid en mi auxilio (3 veces)."
"San Miguel Arcángel, defiéndenos en la lucha; sé nuestro amparo contra la perversidad y asechanzas del demonio. Reprímale Dios, pedimos suplicantes, y tú, Príncipe de la Milicia Celestial, arroja al infierno con el divino poder a Satanás y a los demás espíritus malignos que andan dispersos por el mundo para la perdición de las almas. Amén"
Ven, Espíritu divino, manda tu luz desde el Cielo. Padre amoroso del pobre; don, en tus dones espléndido; luz que penetra las almas; fuente del mayor consuelo. Ven, dulce huésped del alma, descanso de nuestro esfuerzo; tregua en el duro trabajo, brisa en las horas de fuego, gozo que enjuga las lágrimas y reconforta los duelos. Entra hasta el fondo del alma, divina luz, y enriquécenos. Mira el vacío del hombre si Tú le faltas por dentro; mira el poder del pecado cuando no envías tu aliento. Riega la tierra en sequía, sana el corazón enfermo, lava las manchas, infunde calor de vida en el hielo, doma al espíritu indómito, guía al que tuerce el sendero. Reparte tus siete dones según la fe de tus siervos. Por tu bondad y tu gracia dale al esfuerzo su mérito; salva al que busca salvarse y danos tu gozo eterno. Amén.
"Oh, Corazones de Jesús y de María; me consagro, consagro mi familia y al mundo entero, a vuestros Amantísimos Corazones. Atended a la súplica que os hago y aceptad nuestros corazones en los Vuestros, para que seamos librados y protegidos nosotros y el mundo entero de toda maldad y de todo pecado. Que la protección de vuestros Dos Corazones, sean refugio, fortaleza y amparo, en las luchas espirituales de cada día. Que el poder de vuestros Dos Corazones, irradie al mundo para que sea protegido de la maldad y el pecado. Nos consagramos voluntariamente y consagramos a la humanidad entera avuestros Corazones; seguros y confiados por vuestra Gran Misericordia, de obtener la victoria sobre las fuerzas del mal en este mundo, y la Gloria Eterna en el Reino de Dios. Amén."