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Venga Tu Reino, hágase Tu Voluntad (2). Detalles de la transformación del mundo en la Nueva Era

Reinaré, en un mundo convertido y devoto, en un mundo renovado y ferviente. Pero como en todo cambio profundo, para que el mundo se vuelva del revés, cambie, se transforme... el hombre estará en tal desorden que estará solo, desesperadamente solo, y la gracia le tocará hasta lo más profundo de su alma

(Haz la señal de la cruz antes de leer y lee hasta el final...) - 20 de diciembre de 2020

La Nueva Era

(DeepL Translator) "Venga Mi Reino y hágase Mi Voluntad en la tierra como en el Cielo.

Sí, esta oración ha sido dada al mundo desde hace más de 2000 años y tarda en cumplirse. Esta oración es una petición firme y real y parece como si nunca fuera a cumplirse. Esta impresión, que ha sido real durante más de 2000 años, se hará realidad.

Dios acepta las oraciones que le agradan y que desea cumplir. Esta oración, expresada innumerables veces, ha llegado ahora al punto del desbordamiento, y éste es el punto de la aceptación divina y del cumplimiento de esta oración.

He respondido a esta oración muy a menudo en casos particulares, curaciones, soluciones a situaciones peligrosas, pero todavía no la he cumplido en su totalidad:

¡Venga a nosotros tu Reino!

Sí, claro, estoy hablando de la llegada del Reino de Dios a la tierra, porque no debemos rezar por una realidad existente como el Reino de Dios en el Cielo. El Reino de Dios en el Cielo existe, es permanente y no hay que pedir por lo que es.

En la tierra, sin embargo, aún no ha llegado, y la oración del Padre Nuestro lo pide una y otra vez. Cuando dos o tres se reúnen en Mi Nombre, Yo estoy allí en medio de ellos, y si dos de vosotros unen sus voces y piden algo, les será concedido por Mi Padre que está en los Cielos (Mt 18, 19-20).

Yo lo he dicho y si tardo en responder a la oración que Yo mismo he enseñado, es porque la llegada de Mi Reino es un tiempo y este tiempo no puede prolongarse. Primero debo reinar en los corazones y luego vendré a reinar de manera más total, aunque todavía en los corazones.

Mi Reino no es de este mundo, dije a Poncio Pilato, pero puede estar en todos los corazones de este mundo, como nunca antes ha estado.

Así reinaré, en un mundo convertido y devoto, en un mundo renovado y ferviente. Pero como en todo cambio profundo, para que el mundo se vuelva del revés, cambie, se transforme, debe reducirse hasta la desesperación. Esta desesperación será una gracia y no un pecado, el hombre estará en tal desorden que estará solo, desesperadamente solo, y la gracia le tocará hasta lo más profundo de su alma.

Purificación

El camino de la salvación será su único camino, la mano tendida de Dios será su única tabla de salvación, y se volverá a Dios por la gracia de la conversión y su única opción.

Esto es lo que hace Dios cuando quiere convertir un corazón: lo sumerge en una verdadera confusión y le da una pequeña, pequeñísima luz que va creciendo a medida que el hombre se acerca a ella.

El hombre comprende que ahí está su salvación, y se llena de arrepentimiento, llanto y confusión por haberla despreciado hasta ahora. La gracia de la conversión es fruto de mucho llanto y gemido; hace comprender las profundidades de las que ha sido sacada el alma pecadora, y esta gracia es entonces aceptada con transporte y convicción.

Sí, convertiré a Mis hijos, a los que lo quieran, pero los otros, los que no lo quieran, se quedarán atrás.

Así se establecerá el Reino de Dios en la tierra; habrá alegría entre Mis hijos en la tierra y en el Cielo.

La Nueva Era

Este período será lo suficientemente largo para que las generaciones vengan y para que el recuerdo de un tiempo de abundancia y pecado se desvanezca y desaparezca. Sólo se recordará en los libros. Yo estaré entre Mis hijos y la tierra volverá a ser bella y fértil.

Me honrarán, el culto católico y la asistencia de todos Mis hijos a este culto religioso se extenderá por toda la tierra y se llamará el culto de Jesucristo. Esta será la victoria de la fe sobre el ateísmo, la victoria de la unidad sobre la diversidad.

La gente creerá y se comunicará la fe unos a otros, y será su punto de referencia y su modelo.

La Nueva Era

Sí, reinaré y estaré en medio de Mis hijos, como ya estoy en presencia real en la Misa católica y ortodoxa. Me muestro a ellos bajo las especies del pan y del vino y soy verdaderamente Yo en Carne, Sangre, Alma y Divinidad.

¡Que el mundo crea, que el mundo sepa y que el mundo se arrodille!”

 

Venga Tu Reino, hágase Tu Voluntad (1). Detalles de la Nueva Era después de la Tribulación: (leer...)

Fuente: srbeghe.blog