Estad preparados (Parte 1). Habéis nacido en un mundo que dejaréis

(Haces la señal de la cruz ante de leer y lees todo sin prisa...) - 7 de octubre de 2022

(Estad preparados…)

(DeepL Translator) "Mis queridos hijos, estad preparados.

Estáis sedientos de la Palabra divina, la que está tan llena de gracias y de bondad, y sois como niños pequeños que extienden sus manos para recibir, pero que a menudo se olvidan de dar a su vez.

Hijos míos, os doy todo de Mí: Mi Amor, Mis tesoros de Misericordia y de perdón, de dulzura y de comprensión. Lo sé todo de vosotros, hasta el más mínimo detalle, pienso en cada uno de vosotros a cada instante, estáis en Mi pensamiento en cada uno de vuestros actos, en cada uno de vuestros segundos. Sin embargo, a menudo estáis tan lejos de Mí, ¡aunque Yo esté a vuestro lado!

¿Te gustaría ser Mi amigo, Mi confidente, Mi fiel muy cercano?

Sí, ¡te gustaría y podrías!

¿Rezas el Rosario todos los días, como te ha recomendado tantas veces Mi Madre Santísima?
¿Vienes a Misa por amor y no sólo por deber?
¿Rezas tus oraciones de la mañana y de la noche, antes y después de las comidas?

Si es así, sigue haciéndolo con amor y deferencia hacia Aquel de quien lo recibes todo.

(La muerte…)

Habéis nacido en un mundo que dejaréis porque sois mortales, y para muchos de vosotros la muerte es un tema que evitáis. Entonces, ¿por qué evitar hablar de una realidad?

Cuando llegue el momento de experimentar esta realidad, te alegrarás de haberte preparado para ella y de que no te haya pillado desprevenido. Como cualquier acontecimiento extraordinario, alégrate de que Dios te esté llamando hacia Él y será un gran momento. Estarás preparado porque has estado esperando el momento que tanto anhelabas: ver a Dios, ¡por fin! Amarle y estar en Su presencia por toda la eternidad.

El Amor de Dios es más grande que el de un padre en la tierra, que el de una madre, que el de un hijo, que el de un amigo muy querido. Es un Amor que te llena y te eleva, un Amor que necesita ser expresado, sentido, compartido; un Amor perfecto, del que no puedes prescindir, por el que te esforzarás, al que amarás, al que compartirás, mientras tu corazón esté siempre lleno.

El Amor de Dios os espera, hijos Míos, y cuanto más lo busquéis en la tierra, recibiéndolo y compartiéndolo con los que os rodean, más felices y realizados estaréis en el Cielo.

Muchos de ustedes, sí, Mis muy queridos, dejarán esta tierra en los tiempos venideros, pero no tomen eso como una desgracia. Tomadlo como felicidad, una felicidad muy grande, a condición de que estéis preparados para ello, que vuestra alma esté en estado de gracia y toda vuelta hacia Mí. Os espero, Os amo y Os haré muy feliz.

Que Dios os bendiga, en el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

Vuestro divino Maestro.”