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Venga Tu Reino, hágase Tu Voluntad (1). Detalles de la Nueva Era después de la Tribulación

Hijos Míos, esta edad de oro está a punto de establecerse en la tierra. Preparaos para ella, y vivid con el mismo espíritu que los primeros cristianos, encantados de conocer y amar a Dios, de seguirle, sea cual sea el camino que Él eligió para cada uno de ellos

(Haz la señal de la cruz antes de leer y lee hasta el final...) - 20 de abril de 2021

La Nueva Era

(DeepL Translator) “Cuando la tierra haya completado su renovación, los hombres que la pueblen serán cristianos restaurados, estarán también en la plena Verdad de Jesucristo, tal como Él la enseñó a los hombres de Su tiempo, en Su época. Este es el Evangelio que será enseñado de nuevo y la Biblia, con su Antiguo y Nuevo Testamento, permanecerá inalterada. Contiene la Palabra Divina y la Palabra Divina es perpetua.

Cuando los hombres de la Nueva Era se hayan recuperado del viaje que han hecho a través de la agitación, la destrucción, la guerra y la conversión de sus almas, cuando se hayan recuperado, comenzarán a reconstruir.

En primer lugar, reconstruirán lo que consideren necesario: sus propias casas, las tiendas que necesitan para la vida cotidiana, las iglesias y capillas. Estas últimas les serán tan necesarias como sus propias casas, porque el domingo, Día del Señor, será honrado y respetado. Los días trabajados no incluirán el Día del Señor, excepto para lo necesario, como el cuidado de todos los seres vivos.

La Nueva Era

Los hombres volverán a ser buenos y considerados, fervientes discípulos del Señor Jesucristo, y todo lo que hagan será en observancia de la Ley Divina. El Padre Nuestro será observado al pie de la letra.

Pater Noster qui es in Cælis:
sanctificétur Nomen Tuum;
advéniat Regnum Tuum;
fiat Volúntas Tua, sicut in Cælo, et in terra.

Padre Nuestro que estás en los Cielos,
santificado sea Tu Nombre [2],
venga a nosotros Tu Reino [3],
hágase Tu Voluntad en la tierra como en el Cielo. [4]

Y así será, y los hombres se esforzarán por cumplir la Voluntad de Dios de la mejor manera posible, en todo tiempo y lugar.

Panem nostrum cotidiánum da nobis hódie.

‘Danos hoy nuestro pan de cada día. [5]

Sí, los hombres tendrán una tierra rica y fértil, dará frutos sin temer las dilaciones de la naturaleza. El Señor Jesucristo cuidará también de darse en comunión a todos Sus hijos de la tierra; esta unión del hombre con Dios será la levadura de todo bien en este nuevo tiempo del Reino de Dios sobre la tierra. Los hombres se aplicarán a practicar la religión con fervor, piedad y regularidad, y Dios se complacerá en contemplar la tierra, amarla y conservarla en gracia y fertilidad.

Et dimítte nobis débita nostra,
sicut et nos dimíttimus debitóribus nostris.

Y perdónanos nuestras deudas,
como también nosotros perdonamos a nuestros deudores. [6]

Sí, cuando se haya cometido una falta o un error, el culpable se esforzará en reconocer su debilidad y el ofendido no guardará rencor por el hecho que se le imputa.

Et ne nos indúcas in tentatiónem sed líbera nos a malo.

Y no nos induzcas a la tentación [7], sino líbranos del mal.

Sí, Dios dará sus gracias como siempre, pero la diferencia en este nuevo tiempo del Reino de Dios es que el hombre no se apartará de ellas, rezará para obtenerlas, rogará para ser protegido de cualquier falta en la medida de sus posibilidades, y Dios se alegrará por él. Así se comportan los hombres de bien cuando son cristianos convencidos. Dios no pide otra cosa que la observancia de Sus Leyes.

Hijos Míos, esta edad de oro está a punto de establecerse en la tierra. Preparaos para ella, y vivid con el mismo espíritu que los primeros cristianos, encantados de conocer y amar a Dios, de seguirle, sea cual sea el camino que Él eligió para cada uno de ellos. Algunos vivieron mucho, otros menos, otros sufrieron el martirio, pero todos experimentaron, al final de sus días, la alegría y la felicidad de la presencia eterna de Dios.

Que así sea hoy para cada uno de vosotros. Que Dios os bendiga y os proteja."

* * * * *

Para los de buena voluntad destinados a superar los acontecimientos venideros y la tribulaciones:

Explicación adicional y completa del Padre Nuestro del Señor Jesús a Sus Apóstoles, durante el segundo año de Su vida pública (María Valtorta: “El Poema del Hombre-Dios” o “El Evangelio como me ha sido revelado”). Significado correcto de "Venga a nosotros Tu Reino, hágase Tu Voluntad": el Reino de Dios en la tierra que se realizará con la Nueva Era, después de la tribulación.

1. Padre Nuestro

Jesús: "¡Padre! ¡Padre!", decid. No os canséis de pronunciar esta palabra. ¿No sabéis que cada vez que la decís el Cielo resplandece por la alegría de Dios? Aunque no expresarais otra palabra, diciendo ésta con verdadero amor ya haríais una oración grata al Señor. "¡Padre! ¡Padre mío!", dicen los pequeñuelos a sus padres. Esta es la primera palabra que dicen: "Madre, padre". Pues vosotros sois los pequeñuelos de Dios. Yo os he generado: con mi amor he destruido el hombre viejo que erais, haciendo nacer así al hombre nuevo, al cristiano. Invocad, pues, al Padre santísimo que está en los cielos con la primera palabra que aprenden los niños.”

2. Santificado sea Tu Nombre

Jesús: “Es el Nombre más santo y tierno que existe. El terror del culpable os ha enseñado a celarlo bajo otro. No. Basta ya de decir "Adonái"139, basta. Es Dios. Es ese Dios que en un exceso de amor ha creado a la Humanidad, La Humanidad, de ahora en adelante, purificados sus labios con el lavacro por mí preparado, llámele por su Nombre, esperando comprender con plenitud de sabiduría el verdadero significado de este incomprensible Nombre cuando, fundida con El, en sus mejores hijos, sea elevada al Reino que he venido a instaurar.”

3. Venga a nosotros Tu Reino (Venga tu Reino a la tierra como está en el Cielo)

Jesús: “Desead con todas vuestras fuerzas que venga; si viniera, la alegría habitaría la tierra. El Reino de Dios en los corazones, en las familias, en las gentes, en las naciones. Sufrid, trabajad, sacrificaos por este Reino. Sea la tierra espejo que refleje en las personas la vida del Cielo. Llegará. Un día llegará todo esto. Pero antes de que la tierra posea el Reino de Dios (la Nueva Era, el Reino Feliz de los Mil Años -Ap. Cap. 20 - después de la Tribulación) [8], han de venir siglos y siglos de lágrimas y sangre, de errores y persecuciones, de bruma rasgada por destellos de luz irradiados por el Faro místico de mi Iglesia, la cual, si bien es barca - y no será hundida - es también arrecife que resiste cualquier golpe de mar, y mantendrá alta la Luz, mi Luz, la Luz de Dios . Cuando esto llegue, será como la llamarada intensa de un astro que, alcanzada la perfección de su existencia, se disgrega, cual desmesurada flor de los jardines celestes, para exhalar, en un rutilante latido, su existencia y su amor a los pies de su Creador. Llegar, llegará; entonces comenzará el Reino perfecto, feliz, eterno, del Cielo.”

4. Hágase Tu Voluntad así en la tierra como en el Cielo

Jesús: “La propia voluntad se puede anular en la de otro sólo cuando se le llega a amar con perfección. La propia voluntad se puede anular en la de Dios sólo cuando se han alcanzado las virtudes teologales en forma heroica. En el Cielo - donde no hay defectos– se hace la voluntad de Dios. Sabed, vosotros, hijos del Cielo, hacer lo que en el Cielo se hace.”

5. Danos (hoy) nuestro pan de cada día

Jesús: “En el Cielo os nutriréis sólo de Dios. La beatitud será vuestro alimento. Mas aquí todavía tenéis necesidad de pan. Sois los párvulos de Dios; justo es entonces decir: ‘Padre, danos el pan’. ¿Teméis no ser escuchados? ¡Oh, no! Considerad esto: si uno de vosotros tiene un amigo y ve que no tiene pan y debe dar de comer a otro amigo o pariente que ha llegado a su casa al final de la segunda vigilia, irá al primero y le dirá: "Amigo, préstame tres panes, porque tengo un huésped que ha venido ahora y no tengo qué darle de comer", ¿podrá, acaso, oír como respuesta desde el otro lado de la puerta: "No me molestes, que ya he cerrado la puerta, la he trancado, y mis hijos duermen a mi lado; no puedo levantarme a darte lo que me pides"? No. Si es un verdadero amigo al que se ha dirigido, y si insiste, recibirá lo que pide. Lo recibiría incluso aunque el amigo fuera poco bueno, por su insistencia, porque aquel a quien se lo pidieran, con tal de que no le molestasen, se apresuraría a darle cuantos panes quisiera. Más vosotros, cuando dirigís vuestra oración al Padre, no os dirigís a un amigo de este mundo, sino al Amigo perfecto que es el Padre del Cielo. Por tanto, os digo: "Pedid y se os dará, buscad y hallaréis, llamad y se os abrirá", pues a quien pide se le da, quien busca halla, y a quien llama se le abre la puerta. ¿Qué padre, a su propio hijo que le pide un pan, le pondrá en la mano una piedra?, ¿qué padre dará a su hijo una serpiente en vez de un pez asado? Un padre que se comportase así con su prole sería un sinvergüenza. Ya lo he dicho, pero lo repito para moveros a sentimientos de bondad y confianza. Así pues, si uno que estuviera en su sano juicio no daría un escorpión en vez de un huevo, ¡cómo no os va a dar Dios con mucha mayor bondad lo que pidiereis!: en efecto, El es bueno, mientras que vosotros, por el contrario, en más o en menos, sois malos. Pedid, pues, con amor humilde y filial vuestro pan al Padre.

6. Y perdónanos nuestras deudas, como también nosotros perdonamos a nuestros deudores

Jesús: "Hay deudas materiales y deudas espirituales; las hay también morales. Deuda material es la moneda o la mercancía que deben restituirse por haber sido restadas. Deuda moral es la estima arrebatada y no correspondida, el amor querido y no dado. Deuda espiritual es la obediencia a Dios, de quien se exige mucho dándole bien poco, y el amor a Él. Dios nos ama y se le debe amor, como se debe amor a una madre, a la esposa, al hijo, de quienes se exigen muchas cosas. El egoísta quiere tener, pero no da. Pero el egoísta está en las antípodas del Cielo. Tenemos deudas con todos: desde con Dios hasta con el esclavo, pasando por los familiares, los amigos, el prójimo en general, y los que están a nuestro servicio (pues todos éstos son en el fondo iguales que nosotros). ¡Ay de quien no perdone, porque no será perdonado! Dios no puede, por justicia, condonar la deuda que el hombre tiene para con El, santísimo, si el hombre no perdona a su semejante.”

7. Y no nos induzcas a la tentación sino líbranos del mal (del Maligno)

Jesús: “Orad con humildad para que Dios impida las tentaciones. ¡Ah, la humildad! ¡Conocerse como uno es! Sin deprimirse, pero conocerse. Decir: "Soy juez imperfecto de mí mismo y, aunque no me lo parezca, podría ceder. Por tanto, Padre mío, tenme, si es posible, libre de las tentaciones; tan cerca de ti que no permitas al Maligno que me dañe". Debéis recordar, en efecto, que no es Dios quien tienta al Mal, sino que es el Mal el que tienta. Rogad al Padre para que sostenga vuestra debilidad, de forma que no pueda el Maligno introducirla en la tentación.”

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María Valtorta: “El Evangelio como me ha sido revelado”

María Valtorta: El Evangelio como me ha sido revelado

Narra el nacimiento y la infancia de la Virgen María y de su hijo Jesús, los tres años de la vida pública de Jesús (que constituyen la parte más amplia de la obra), su pasión, muerte, resurrección y ascensión, el albor de la Iglesia y la asunción de María. Literariamente elevada, la obra describe paisajes, ambientes, personas, acontecimientos, con la vivacidad de una representación; presenta caracteres y situaciones con clara habilidad introspectiva; expone alegrías y dramas con el sentimiento de quien en ello participa realmente; informa sobre características ambientales, costumbres, ritos, culturas, con impecabilidad de detalles. A través de la fascinante narración de la vida terrenal del Redentor, especialmente con las predicaciones y diálogos, la obra ilustra toda la doctrina del cristianismo según la ortodoxia católica.

Dónde encontrar los 10 tomos:

https://mariavaltortastore.com/es/

 

  1. Apocalipsis, capítulo 20 de Juan. El reino de los 1000 años. Secuencia de los acontecimientos: (leer...)

 

Venga Tu Reino, hágase Tu Voluntad (2). Detalles de la transformación del mundo en la Nueva Era: (leer...)

Fuente: srbeghe.blog