Laudato Si es una encíclica que ha omitido el plan divino, y no será retenida en el Libro de la Vida

La naturaleza fue creada por Dios para ser un soporte medioambiental para el hombre, que ciertamente puede destruirla, pero lo que está mal es querer más de lo que naturalmente puede dar... la tierra es para el hombre, pero se ha industrializado para obtener beneficios, y allí donde Mamón se ha manifestado, allí está la muerte de la naturaleza

1 September, 2023 at 12:03

(Haces la señal de la cruz ante de leer y lees todo sin prisa...) - Lunes 7 de septiembre de 2020

(Laudato Si… Laudato No…)

(DeepL Translator) “Yo soy el Dueño del Cielo y, por esta considerable realidad, soy el Dueño de la vida, de la tierra, de los hombres y de todo lo que es. Los animales también son Míos y, aunque no me adoran, los guío en su vida cotidiana. Les concedo su libertad, pues cada criatura tiene su parte de libertad, pero la libertad de los hombres es más importante. Ellos modelan la tierra que Yo les di, pero, a causa del pecado original, no le hacen ningún bien. La secan, la explotan demasiado, se cansan del bien que les da y la vuelven rígida en lo que quieren de ella. La tierra misma está disminuida a causa del pecado original; es menos rica y los hombres la empobrecen aún más.

(La encíclica del papa…)

La encíclica "Laudato Si" del Papa no carece de verdades, pero parte de la base de que sin los humanos la tierra sería natural. La naturaleza de la tierra ha sido dañada por el pecado original, y todo el bien que el hombre pudiera hacer por ella no le devolvería su riqueza original. En esta encíclica se olvida el pecado original y la tierra tiene un papel diferente: fue creada para ser el medio natural del hombre y éste debe explotarla con moderación y sumisión. Cuando parece rica, es una gracia de Dios; cuando es pobre, sigue siendo y siempre una gracia divina.

La tierra existe para las criaturas que alberga; no fue creada para gobernar, sino para ser gobernada. La tierra puede ser explotada, pero es la virtud de la criatura la que debe explotarla, no su codicia. La criatura es la dueña de la tierra, cada nivel de la creación está subordinado al nivel superior; y el superior, el hombre, debe a través de ella honrar a Dios y agradecerle todo lo que ha puesto a su disposición.

(Ecología…)

Una buena administración es una administración sana y limpia, pero no es una administración ecológica, porque la naturaleza debe servir y no ser servida.

La ecología es la inversión de los valores naturales.
La ecología no puede existir por sí misma, y el hombre que reza siempre recibirá de Dios lo que necesita para alimentarse, lo que necesita para vestirse, lo que necesita para adquirir santidad.
La ecología ha invertido la naturaleza de las cosas: habiendo supuestamente consumido demasiado, el hombre debe ahora privarse de sí mismo.

Dios no actúa así: da a quien le reza, pero puede no dar a quien no reza.

La naturaleza fue creada por Dios para ser un soporte medioambiental para el hombre, que ciertamente puede destruirla, pero lo que está mal es querer más de lo que naturalmente puede dar. Los fertilizantes químicos son nocivos, y las grandes extensiones de tierra que no se pueden cultivar de forma natural deberían reducirse para que las familias puedan alimentarse de sus propios productos; la tierra es para el hombre, pero se ha industrializado para obtener beneficios, y allí donde Mamón se ha manifestado, allí está la muerte de la naturaleza.

Laudato Si debería haber recogido la ley divina y los designios de Dios, pero se ha dejado influir por posiciones humanas inexactas. Desgraciadamente, Laudato Si es una encíclica que ha omitido el plan divino, y no será retenida en el Libro de la Vida.

(Quién se esconde detrás de la ecología…)

La voluntad de Dios para todo el universo es que la Palabra divina sea leída y aceptada. Una palabra que no se ajusta a la dirección de Dios debe ser suprimida, porque todo lo que no viene de Dios viene de otra parte. Ahora bien, el "de otra parte" en relación con Dios es único: es siempre el mismo enemigo [el demonio] que, por grandes o menores objeciones, desagrada a Dios, miente y desobedece.

No olvidéis, hijos Míos, que el mentiroso está siempre presente en la tierra, merodeando en busca de alguien a quien devorar, y la Santa Iglesia católica es su principal objetivo. Todo lo que le concierne a ella le concierne a él, pero, a diferencia de Dios, es para su desgracia, no para su felicidad.

Se ha vuelto virulento en este siglo XXI y por eso he querido hablar a Mis hijos […] es Jesucristo quien os está hablando y Él es la Verdad, el Camino, la Vida.

Vale la pena leer y releer lo que Él os está diciendo, porque los tiempos se van a poner difíciles, vuestra vida diaria se verá sacudida, vuestros hábitos cambiarán y vosotros mismos estaréis preocupados.

Mantened vuestro ardor en la fe, porque sólo ella os guardará de toda incomprensión, sólo ella os dará seguridad, sólo ella será vuestra ancla, vuestro puerto de escala hacia la patria celestial.

Os bendigo, hijos Míos, os amo y estoy cerca de vosotros.”

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Fuente: srbeghe.blog