(Haces la señal de la cruz ante de leer y lees todo sin prisa…) – 10 de octubre de 2023
(Mi Cruz salvará al mundo…)
(DeepL Translator) “Mis muy queridos hijos, estáis preocupados y pocos comprendéis la dramática situación que sacude al país donde nací y a su vecino inmediato. Algunos lo han explicado bien, pero los políticos, salvo los más inteligentes o los más libres, caen en la trampa de tomar partido por uno de los dos bandos enfrentados.
Unos son terroristas que no podemos aprobar, y los otros son tiranos usurpadores que tampoco podemos aprobar. Cuando el diablo se enfada, no debemos alentarlo desde ningún bando.
La Tierra Prometida fue entregada a un pueblo hace mucho tiempo, pero ese pueblo -como no debía ser de otra manera- fue infiel. Perdieron su tierra y se dispersaron por el mundo. Quisieron recuperar su tierra y para ello contaron con la ayuda de su diáspora. Para ello, abusaron, usurparon y robaron la propiedad de una población que se había asentado allí por derecho durante incontables generaciones. Tomaron, saquearon y se apropiaron de propiedades como hacen los invasores, con el apoyo de la comunidad internacional.
Los pobres desposeídos fueron condenados al ostracismo durante años, hacinados en campamentos, pero como se rebelaron, finalmente se les asignó una franja muy estrecha de tierra en la que podían amontonarse unos encima de otros y de la que no podían salir sin un salvoconducto. Mientras tanto, los intrusos se organizaban y establecían, limitando cada vez más el espacio vital de los desposeídos.
Con rabia en el corazón, los desposeídos se rebelaban a menudo, pero eran aplastados. Esta es la situación que hoy provoca la enésima explosión, la enésima guerra y numerosos crímenes por ambas partes.
Y Yo, el Señor, miro esto y Me muevo en la Cruz. Sufro por estos muchos pecados, pero ninguno de ellos se dirige a Mí para aliviar Mi dolor. Los pecados de los hombres son duros, hostiles y flagelantes, Me queman y laceran, pero los demonios no tienen piedad.
No puedo hacer nada por ellos, ni por uno ni por otro, porque no se vuelven a Mí. Se destruyen unos a otros y su odio alimenta el odio, su crueldad y brutalidad no Me dejan tregua en Mi Cruz. Rezo por ellos en Mi flagelación, Me ofrezco por su conversión en Mi Vía Crucis, caigo y Me desplomo por todas partes, pero vuelvo a levantarme porque Mi fuerza es la del Hombre-Dios y Mi Cruz salvará al mundo.
Orad, hijos Míos, orad por el mundo que se ha alejado tanto de Mí mientras Yo lo miro con el amor del Creador, pero también con el rigor del justo Supremo Juez.
Os bendigo, hijos Míos, y bendigo también a los que en el mundo son devotos y fieles a Mí.
En el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
El amantísimo Creador y justo Juez.”
Fuente: srbeghe.blog