Sí, la guerra está a las puertas de Europa, vuestros gobiernos la quieren y la tendrán

(Haces la señal de la cruz ante de leer y lees todo sin prisa...) - 4 de diciembre de 2022

(DeepL Translator) “Hijos Míos, Mis queridos hijos, Cuando me leáis, os sugiero que hagáis siempre la señal de la cruz antes de comenzar vuestra lectura. De esta manera alejáis de vosotros a Mis enemigos, los demonios, a quienes no les gusta que hagáis esta lectura.

Hoy quiero hablaros del fin de los tiempos. Sí, has llegado a este momento y debes tener una gran confianza en Mi Omnipotencia en tu alma. Yo controlo todo, sí absolutamente todo y si os parece que habéis sido abandonados por Mí, sabed en el fondo de vuestra alma que no es así. Yo te protejo incluso en tiempos de prueba, tú eres Mía y nunca te abandonaré.

En los primeros siglos, hubo muchísimos mártires que estaban unidos a su fe, a Mi Omnipotencia y, gracias a Mi Fuerza, pudieron soportar sufrimientos muy grandes. Ahora están a Mi derecha en el Cielo, lo que significa que están en una felicidad inexpresable y no se arrepienten ni un solo momento de su martirio.

Tú también, estate totalmente anclada en tu fe, sólida como una roca y buena como tu Señor y como tu Madre celestial. Te mimamos, te queremos y no dejaremos de darte todas las gracias que necesites para vivir el tiempo que se avecina.

Vuestros gobernantes están preparando la debacle como si fuera inevitable, mientras que ellos mismos la están creando con su maquiavelismo desastroso. Dicen 'blanco' y hacen 'negro', y vosotros seréis las víctimas.

El mundo es muy malo, las leyes son malas, Dios es rechazado e incluso odiado, Sus leyes son mal recibidas y denostadas, mientras que la nocividad de todo lo que están tramando ahora arrojará al mundo entero a un precipicio de locura asesina.

Quieren disfrazar su corrupción y rapacidad fomentando la guerra porque es habitual que una guerra dé trabajo a las industrias armamentísticas y, en casos de destrucción masiva, reconstruya y reconstruya. Cuando la economía está en quiebra, se recurre a la guerra para reactivarla, y la gente está tan absorta en su propia seguridad y en la de sus seres queridos que se silencia cualquier expresión de descontento.

Así que sí, la guerra está a las puertas de Europa, vuestros gobiernos la quieren y la tendrán. Y vosotros, hijos Míos, confiad siempre en Dios, rezad y no os dejéis abrumar por el miedo. El miedo es instintivo pero debéis dominarlo porque vuestra confianza en Dios debe ser mayor que él.

¿Qué sucederá?

Lo veréis con el paso de los días, por eso no os revelaré el calendario, pero debéis dejaros llevar por Mi divina Providencia. Velad y orad, sed como las vírgenes prudentes de la parábola del Evangelio, ellas estaban preparadas y eran previsoras. Estad también vosotros preparados, en estado de gracia y resueltos a permanecer fieles y caritativos.

Cuando Occidente se convulsione porque la guerra se extienda fuera de Ucrania, correréis a las tiendas de comestibles para aprovisionaros de una cosa u otra, sin pensarlo mucho pero con un sentido de urgencia.

¿Qué más puedo decirte que una actitud así no sería razonable?

¿Qué debería hacer usted?

Preparar algunas provisiones, sí, pero eso ya debe estar hecho. Ya se lo he recomendado, pero no exagere. Lleva lo que puedas guardar, provisiones estables y siempre accesibles. Pero, repito, no te pases. Luego ocúpate de tu vida cotidiana, ayuda a tus allegados y reza. Reúnete con tus vecinos y rezad juntos el Rosario a una hora sencilla cada día. No hay nada más fuerte que el Rosario.

Reparte medallas milagrosas, medallas de San Benito, patrón de Europa y luego sigue con tu trabajo y tus actividades habituales. Sed piadosos, sed caritativos, estad en gracia y, por último, no tengáis miedo.

¿Tuve miedo antes de mi Pasión, de mi Vía Crucis? No, no tenía miedo. Sabía que iba a sufrir y que sería muy duro, pero ¿miedo? No, dominé este instinto de autoconservación de los vivos, lo entregué todo a Mi Padre celestial, sólo quería Su Voluntad, cualquiera que fuese y que, siendo Dios, conocía perfectamente.

Estaba decidido a salvar a la humanidad, a abrir el Cielo a los hombres, Mis hermanos caídos en la espantosa desgracia del pecado, y sólo eso era Mi objetivo que no debía perderse, que no debía evitarse.

Esta guerra que se avecina en Europa Occidental será dura y muchas profecías lo han revelado: París será quemada, Marsella será engullida, Roma será destruida y la Santa Sede será vaciada.

¿Cómo sucederá todo esto?

Como en cualquier guerra, el odio estará a la orden del día, dando lugar a muchas injusticias inevitables. Cuando estalla una batalla, ya no nos fijamos en los golpes asestados; todo lo que se puede derribar se derriba por miedo a ser golpeados nosotros mismos. La guerra es el reino de Satanás que se regocija en todo el mal cometido.

Algunos grandes generales cristianos se comportaron bien en tiempos de guerra, no dieron golpes bajos, respetaron a sus enemigos y fueron ellos mismos respetados a cambio. La caridad no es colaboración con el enemigo, la caridad es siempre noble y en el Huerto de los Olivos, cuando fui arrestado, curé por caridad la oreja cortada de Malco, el criado del Sumo Sacerdote.

Ante todo, sed caritativos, no tengáis ira en vosotros hacia vuestros compatriotas ni hacia los enemigos de vuestra patria; sobre todo, sois hijos de vuestro Dios vivo, que nunca se deja dominar por la ira. Entonces, cuando surjan grandes peligros en el corazón mismo de vuestra patria, compréndalo el lector, ofreced todo el mal que podáis sufrir en unión con la Cruz redentora y con la intención de la conversión de vuestros verdugos.

Sí, todo hombre está llamado a conocer y amar al Señor Jesucristo, Su Dios y Su Maestro, Su Amigo también, pero un Amigo muy superior y siempre de muy buen consejo.

Yo estaré con vosotros en este tiempo de gran prueba que se avecina; no lo ignoréis, no lo olvidéis, no lo denigréis. Elevad vuestras almas a Dios, rezadle sin cesar, y Mi Mano os protegerá de toda apostasía consciente o inconsciente.

Yo estaré con vosotros siempre, hasta el fin del mundo. Os bendigo, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Que así sea.

Vuestro divino Maestro y tierno Amigo."

Fuente: srbeghe.blog