Lee sin prisa si puedes...

Esfuérzate en leer todo sin prisa... la curiosidad no te salvará de los acontecimientos que devastarán a nuestro planeta... no habrá internet... prepàrate: oración y Santo Rosario cada día, Confesión, Comunión, obediencia a los 10 Mandamientos... ¡Fe, no miedo! ¡Salva tu alma!

Prepárate y fortalece tu fe para los acontecimientos venideros. Dios protegerá a los suyos. El mundo de mañana después de la tribulación

Cuando el mundo de hoy dará paso al mundo de mañana, los hombres se horrorizarán del comportamiento de los que les precedieron. Rectificarán las normas humanas anteriores con la fe y la obediencia a la Ley Divina, y todas las abominaciones serán anuladas y rectificadas

(Haz la señal de la cruz antes de leer y lee hasta el final...) - 11 de junio de 2021

(Dios protegerá a los suyos...)

“Sí, la tierra resucitará, recobrará su fertilidad y estabilidad. Los hombres que antes recogían la cosecha trabajaban y recibían el fruto. Y aunque algunos años se vieran empañados por la ausencia de cosecha, la tierra generalmente daba frutos.

Hoy, la tierra sin abono ni pesticidas es prácticamente estéril, y a la gente le cuesta cultivarla sin ayuda química. Cuanto más abono utilizan, más esterilizan la tierra, y llegará un día en que incluso el abono dejará de ser eficaz.

Lo mismo ocurre con la medicina. La gente se acostumbra a la medicina química y cuanto más dependen de ella, más tienen que reforzarla. Son métodos que duran un tiempo y que agotan la energía. La medicina vegetal de antaño podía ser arcaica, pero trataba los problemas cotidianos con eficacia y sin efectos secundarios. Hoy en día, la medicina se ha convertido en una ciencia de la que queremos estar seguros, mientras que debería haber seguido siendo un arte que se practicaba con humildad y cautela.

inyección de amor al mundo

Cuando llegue la verdadera epidemia, como se ha inoculado y muchas personas han muerto a consecuencia de ella, cundirá el miedo y los sanos dejarán de sentirse seguros.

No deben ceder a este sentimiento de miedo, sino que deben reavivar en sí mismos la fe de sus padres y volver a arrodillarse ante Dios en la iglesia. El Señor Todopoderoso es el mayor médico de almas y cuerpos, y sólo Él podrá proteger a los suyos. Debemos rezarle e implorarle, porque la medicina no tendrá los medios para tratar lo que ella misma ha producido, y sólo Dios será el médico capaz y propicio en esta situación desconocida.

Tendréis que tratar bien a vuestro sistema inmunitario, para que sepa defenderse de los enemigos, a veces formidables, a los que se enfrentará, gracias a la Mano Divina de la que brota, y sólo él será el buen soldado de vuestra buena salud.

Que Dios os bendiga y os guarde; que sea alabado y agradecido por sus consejos y su presencia entre los suyos."

 

El mundo de mañana después de la gran tribulación

"Cuando el mundo de hoy dará paso al mundo de mañana, los hombres se horrorizarán del comportamiento de los que les precedieron. Rectificarán las normas humanas anteriores con la fe y la obediencia a la Ley Divina, y todas las abominaciones serán anuladas y rectificadas. Se abolirán las leyes que permiten el aborto, las que autorizan o incluso fomentan las transformaciones médicas del sexo del hombre y de la mujer, la ley natural recuperará su lugar y su licitud, y ya no se tratará de admitir opciones contrarias a la propagación natural de la especie humana. Los niños serán niños y los adultos serán personas responsables que se comportarán como tales. Las generaciones redescubrirán sus tradiciones y se seguirán unas a otras respetando a las que les precedieron.

El mundo de mañana después de la gran tribulación

La tierra volverá a ser la bella obra de Dios, y los ángeles la protegerán contra el diablo que, aunque encarcelado durante un tiempo en el Abismo [1], sigue siendo odioso y destructor. Él vigila y no se desarma, y los hombres también deben vigilar y no desarmarse. El pecador será bueno y valiente, feliz de haber elegido ser el hijo bendito del mejor de los padres. Se comportará como un buen cristiano, deseoso de seguir siéndolo y de educar a sus hijos con el mismo respeto y dependencia del único Dios verdadero.

Que esta nueva era sea bendecida y acogida calurosamente por todos aquellos que, elegidos por Dios, entrarán en ella.

El mundo de mañana después de la gran tribulación

Y los otros que, también elegidos por Dios, no entrarán, serán felices, perfectamente felices de estar entre los elegidos en el Reino eterno de su Padre del Cielo. Y, finalmente, estarán también los otros, los que no entrarán en el nuevo Reino terrenal de Dios, y que tampoco entrarán en el Reino eterno de Dios. Serán olvidados por los hombres y por Dios, y aunque sean mencionados en algunos libros de historia, no serán admirados ni alabados.

Os pregunto de nuevo: ¿cuándo será vuestra esta época de felicidad y de paz?

Mis queridos hijos, ya os gustaría estar allí, pero el paraíso, incluso en la tierra, no se puede obtener sin ganárselo.

Sí, lo mereceréis; rezad, pues, cada día para merecerlo. Rezad para acelerar la hora de su llegada, rezad y haced sacrificios cada día para haceros dignos de él.

Que la paz, Mi Paz, la paz que no es de este mundo, esté en vuestros corazones y en vuestras almas. Amadme, rezadme e instad a Mi Santísima Madre María a que Me pida también esto. Ella puede pedirme cualquier cosa, Yo no le niego nada.

Que Dios esté con vosotros, hijos Míos, Yo os bendigo.”

 

  1. Apocalipsis, capítulo 20 de Juan. El reino de los 1000 años. Secuencia de los acontecimientos: (leer...)

Fuente: srbeghe.blog