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No detendré Mi Ira

La Ira Divina está ahora en acción, comenzó con el confinamiento de la humanidad y continuará con la falta de libertad y una drástica caída de la economía mundial

(Importante, leer todo...) Anno Domini 2020, 19 de mayo

No detendré Mi Ira

(DeepL Translator) "Miro a Mis hijos, los hombres bautizados de la tierra, y miro también a los otros, a los que no Me conocen o a los que no les interesa. Estos no Me conocen y no toman el camino correcto, el de la Redención. Los otros, los que no saben, también están en gran peligro porque carecen de los medios para salvarse.

He venido a la tierra para salvar a todos los hombres, pero sólo se salvarán los que lo deseen. La Redención es una obra divina, pero requiere la contribución de los seres humanos. Los hombres no se salvan a pesar suyo; se salvan si lo desean y se esfuerzan por conseguirlo.

Dios es infinitamente bueno, infinitamente poderoso e infinitamente misericordioso, pero los hombres de la llamada Iglesia conciliar aseguran que todos los hombres, sean quienes sean, están incluidos en la Redención. No, hijos Míos, y muchas veces he llorado por esto durante Mi vida terrena. La gracia de la Redención se derrama sólo sobre aquellos que quieren participar en ella. La Redención es una gracia y se concede cuando se reza por ella.

He dicho en la tierra que Dios responde a las oraciones y ésta es una verdad de todos los tiempos. Hay que rezar para obtenerla, a veces hay que rogar y volver a rogar. Dios es infinitamente bueno, infinitamente misericordioso y todas Sus virtudes están en armonía entre sí. Su Justicia es una virtud, Su Mansedumbre es una virtud, incluso Su Ira es una virtud. Es controlada, paciente y lenta para vengar Su Honor y Majestad. La Ira Divina está ahora en acción, comenzó con el confinamiento de la humanidad y continuará con la falta de libertad y una drástica caída de la economía mundial.

Yo soy el Señor, el Altísimo, y he deseado con gran paciencia que Mis hijos, Mis bautizados y los que serán bautizados, respeten Mi doctrina y los preceptos de la Santa Iglesia Católica. El aborto es el gran genocidio humano de principios del siglo XXI. Las manipulaciones que se hacen a las mujeres para tener o no tener hijos se están convirtiendo en la norma y son también grandes desviaciones de la moral católica. Que los médicos las propongan es su responsabilidad, que los hombres y las mujeres las acepten es la suya. La responsabilidad de engendrar es una colaboración plena, completa y consentida en la obra de multiplicar la especie humana y si sobran personas, como aseguran los llamados especialistas en la obra divina de multiplicar la especie humana, yo soy el mejor especialista y esta obra es Mía.

Que los hombres decidan lo contrario no les da derecho a impedir la procreación o a provocarla artificialmente. La generación es una exclusividad divina y es permaneciendo fiel a la ley divina como se supone, que esta obra debe realizarse correctamente. No permitiré la intromisión de los hombres ni su transgresión de esta prerrogativa divina.

Por lo tanto, en virtud de Mi título de Rey y Señor Todopoderoso, he decidido que el tiempo de la paciencia ha pasado y el tiempo de la Ira ha llegado. Os doy, hijos Míos, la gracia de arrepentiros y de volver a la sumisión a la ley divina, pero no detendré Mi Ira.

Permanezco con vosotros y os concederé Mi Divina Providencia, es decir, cuidaré de cada uno de vosotros, pero debéis venir a orar y a suplicarme. Entrad en las iglesias y venid a arrodillaros ante el Santísimo Sacramento. Orad, pedid Mi protección porque los tiempos que se avecinan, y que ya han comenzado, serán duros, angustiosos y a veces incluso repulsivos. Así serán los tiempos que se avecinan, pero es por el miedo y el temor por lo que vendréis a las iglesias. Allí os espero y seréis consolados.”

Fuente: srbeghe.blog