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Hijos míos, estad atentos a los signos de los tiempos

Releed las palabras de Mi Santísima Madre en La Salette en 1846, ella habló claramente y los tiempos anunciados son vuestro presente... Aún hoy, la gran mayoría de los eclesiásticos, aunque reconocen este lugar de la aparición de Mi Madre, no reflexionan sobre el significado de sus advertencias y no enmiendan sus caminos para cumplirlas

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30 de mayo de 2021 - Estad atentos a los signos de los tiempos

(DeepL Translator) "Cuando escribo para el mundo, le enseño la Verdad como lo hice durante Mi vida en la tierra. Prediqué la Verdad de diversas maneras, claramente y en parábolas, y nunca varié. Mi enseñanza era nueva sin serlo, estaba en la continuidad de las verdades enseñadas por los profetas, pero el amor de Dios salió a la luz como nunca antes. La religión católica, a diferencia de todas las religiones que la precedieron, es una religión de amor. No un amor pálido y pasivo, sino un amor exigente que pide al hombre que ame a Dios de palabra y de obra, en las obras y en la caridad. El amor de Dios es ardiente, apasionado pero controlado, exigente y caritativo. No se ama a medias, no se da a medias, se implica, no se echa atrás. Cuando amamos, damos y nos damos; todo lo que retenemos viene de una falta de amor, de egoísmo.

El Señor Jesús amó perfectamente, enseñó sin descanso, se esforzó por llevar la Palabra de Dios a todos los pueblos de norte a sur y de este a oeste; y cuando la cosecha estuvo lista, se ofreció a Sí mismo en la Cruz para expiar los pecados de toda la humanidad. Dejó tras de sí a los apóstoles y al Espíritu Santo, que santifican a la Iglesia católica y le dan vida hasta el fin del mundo.

El mal no ha sido eliminado de la creación, no, pero los medios para vencerlo han sido confiados a la Santa Iglesia. Ella tiene siete Sacramentos y ha recibido la misión de Madre de educar a sus hijos en la santidad y de darles los medios para ello.

Vosotros, hijos míos, sois también sus hijos. Yo soy la Cabeza de la Santa Iglesia, que es mi esposa, vuestra Madre. Tenéis confianza en ella y tenéis razón, pero si vuestra madre se desvía del camino recto, vosotros, que sois sus hijos, tenéis derecho a ayudarla y hacerla volver al camino de la Verdad.

Releed las palabras de Mi Santísima Madre en La Salette(1) en 1846, ella habló claramente y los tiempos anunciados son vuestro presente. Mi sierva Melanie, la destinataria de sus palabras, fue perseguida durante el resto de su vida, encontrando poca aceptación a sus palabras. Aún hoy, la gran mayoría de los eclesiásticos, aunque reconocen este lugar de la aparición de Mi Madre, no reflexionan sobre el significado de sus advertencias y no enmiendan sus caminos para cumplirlas. Mi Madre en La Salette apareció llorando y los dos niños que la vieron se alarmaron.

La situación actual en la santa Iglesia católica es alarmante y no hay día en que no se oigan declaraciones que no están en conformidad con Mis enseñanzas. Muchos de mis hijos eclesiásticos han olvidado la enseñanza de la santa Iglesia católica; muchos predican según sus sentimientos y ya no según la sana teología o la moral.

Mi amor por la humanidad es tal que nunca más dejaré que el mundo se arruine, aunque yo haya muerto en la Cruz para salvarlo. San Agustín, de feliz memoria, escribió:

  • Si tardas, no volvemos;
  • si nos golpea tu brazo vengador, rehuimos.
  • Cuando nos castigas, confesamos nuestras faltas; Pero apenas te alejas, olvidamos nuestras lágrimas.
  • Si tu brazo se baja, lo prometemos todo; pero ¿acaso la espada permanece suspendida? Ya no cumplimos nuestras promesas.
  • Si golpeas, nuestros gritos de piedad se elevan hasta ti;
  • Apenas has perdonado, ya estamos provocando de nuevo tu justa venganza.
  • Oh Señor, aquí estamos ante ti, hombres culpables que confiesan su culpa: si no nos muestras misericordia, sabemos que recaerá sobre nosotros una sentencia justa.

Sí, hijos míos, estad atentos a los signos de los tiempos. Yo vendré como un ladrón, no para los que velan sino para los otros que no esperan lo que viene. Vengo pronto, sí, vengo.

Que el amor de Dios arraigue en vuestras almas y estad alegres, porque vengo, ¡ya estoy aquí!”

  1. Aparicion de la Santisima Virgen en la Salette: Leer todo...

Fuente: srbeghe.blog