¡Conviértanse, es urgente! “Yo no me canso mientras yo tenga vida, mientras Cristo me tenga con vida, voy a gritar, a gritar siempre: ¡Hermanos conviértanse! ¡Hermanos por favor conviértanse, es urgente! ¡No pierdan tiempo, es urgente! ¿Por qué? Porque muchos esperan grandes acontecimientos poco a poco. ¡No! ¡Los grandes acontecimientos se van a dar en pocos días! ¡Todos! Y vendrá el Aviso! [...] Confiemos en la palabra de Cristo, y pedimos el discernimiento al Espíritu Santo para no tomar decisiones equivocadas" –Luz de María.****
(F425) Haz la Señal de la Cruz y lee todo sin prisa
§1: ¡El mundo nuevo al que os llevaré está tan cerca!
§2: Sólo hay una Fe, una verdad, un Dios
§3: La Iglesia Católica pronto será atrapada en el tumulto de su pasión
§4: El mundo nuevo será vuestro horizonte

§1
Mis muy queridos, Mis muy amados lectores, Aquí estáis de nuevo, sentados como en los días de Mi predicación, sentados alrededor y de frente a Mí para escucharme.

Entonces escuchabais ansiosamente Mis instrucciones porque os decía cosas nuevas.
Era la religión del Antiguo Testamento, pero era nueva, era hermosa, era fresca, era el Nuevo Testamento, la continuidad del Antiguo, pero a la vez muy diferente, renovada, santamente vivida y santamente escuchada.
- Sí, Yo soy Dios y de lo viejo hago verdaderamente nuevo, como del mundo viejo hago y haré uno nuevo.
- Sí, queridos hijos Míos, ¡el mundo nuevo al que os llevaré está tan cerca! Comparad el Antiguo Testamento, Mis instrucciones y luego Mi Pasión, Mi Muerte en la Cruz, Mi Resurrección e inmediatamente estamos – habéis entrado en el Nuevo Testamento.
Así será con el nuevo mundo para el que os estoy preparando y que será vuestro presente en menos tiempo del que tardo en decirlo. Os sentís lejos de él, pero está cerca, muy cerca.
Sin embargo, para entrar en él, tendréis que pasar por la Pasión y la Cruz. Y luego vino la Resurrección, la preparación para la Gran Partida, las últimas instrucciones y luego la Ascensión, la partida visible del Salvador Resucitado para difundir Sus enseñanzas, Sus gracias, Sus Sacramentos y la única fe en el único Dios verdadero por todo el mundo, ya no sólo por Judea.
§2
Mis amados hijos, creedlo bien, sólo hay una Fe, una verdad, un Dios, y si no os adherís a ella, no entraréis en el nuevo mundo.

Sólo los fieles a la única fe verdadera entrarán en el mundo restaurado, tan bien restaurado que puede llamarse «nuevo mundo», ya sean recién convertidos o antiguos devotos, pero todos serán Mis fieles.
Los estoy llamando a Mí desde todas partes y el sistema de “internet”, aunque tiene muchos defectos, Me permite difundir Mi Palabra, Mis cartas, a todos Mis fieles en todo el mundo.

Sí, el nuevo mundo es para toda la tierra, de Norte a Sur y de Este a Oeste. Todas las latitudes y longitudes estarán concernidas. Mi enseñanza, Mi Iglesia católica ha sido llevada por todas partes y los que quieren venir a Mí pueden hacerlo, Mi Palabra ha resonado por todas partes.
§3
Orad, hijos Míos, orad por las conversiones, en vuestro país como en el mundo entero, orad por la fidelidad de cada uno en la Iglesia Católica que, pronto, sí pronto, será atrapada en el tumulto de su Pasión y de su Cruz.

Parecerá desaparecer, pero debe permanecer en vuestro corazón, en vuestra alma, y el objetivo de todas Mis cartas es reavivar vuestra fe, actualizarla, revigorizarla.
Este es Mi objetivo al escribirte tan a menudo, del mismo modo que nunca dejé de viajar por la tierra de Israel para traerte la Palabra de Dios. De este modo, quiero fortalecer vuestra fe porque, cuando llegue el tiempo de la Pasión de la Iglesia -que ya ha comenzado- hasta su muerte, al igual que Yo morí humanamente con grandísimos sufrimientos, quiero fortalecer vuestra fe, digo, para que durante el vacío que separará el tiempo de la muerte de Mi Iglesia hasta su resurrección, al igual que Mi Madre, la Santísima Virgen María, seáis rocas de Fe, rocas de Esperanza, rocas de Caridad.
Durante este tiempo de ausencia de la Iglesia, tiempo que ya ha comenzado porque ya ha comenzado su disolución, debéis ser buenos hijos de vuestra Madre la Santa Iglesia, rezando por ella en su enfermedad y rezando siempre por ella sencillamente porque es vuestra Madre y le debéis todo vuestro apoyo espiritual.
Habrá un tiempo de gran luto [1], muchos de Mis fieles no comprenderán y estarán inconsolables, pero vosotros, avisados, comprenderéis y redoblaréis vuestra oración.

Yo resucité a Lázaro antes de resucitarme a Mí mismo, y esta prueba de Mi Bondad y de Mi Poder debe alentar vuestra fe y vuestra certeza, cualesquiera que sean las desolaciones que presenciéis.
§4
El mundo nuevo [2] será vuestro horizonte y mantendréis la fe en espera de esta gran resurrección a la que, con la Santa Iglesia, asistiréis todos, dondequiera que estéis, en el Cielo o en la tierra.

El nuevo mundo, la Nueva Tierra, para los supervivientes de la Gran Tribulación que entrarán en él, será como el de Adán antes del pecado y del diluvio universal.
Non sono mai sconfitto, anche quando il diavolo, il Mio implacabile nemico, sembra aver preso il controllo di tutto.
Yo nunca soy vencido, incluso cuando el demonio, Mi enemigo implacable, parece haber tomado el control de todo.
YO SOY y nadie es amo en Mi lugar. YO SOY ante toda la creación y sobreviviré a cualquier aparente fracaso.
Ten confianza, ten fe, ten la certeza de Mi Victoria, Yo te llevo en Mí y Conmigo.
Que Dios sea bendecido, amado y venerado en todo tiempo y lugar.
Os bendigo, Yo, Dios Todopoderoso, cuya Voluntad domina el universo,
en el Nombre (+) del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Vuestro Todopoderoso Redentor.”
- Lea el Tercer Secreto de Fátima, las Profecías de La Salette, las profecías de Bruno Cornacchiola…
- Fernand Crombette, la Tierra en el tiempo de Adán antes del Diluvio: Leer…
Fuente srbeghe.blog








“Si supierais cómo resplandecéis después de acercaros debidamente al Sacramento de la Confesión. (Jesús) está en el Confesionario y escucha cada palabra, ve en cada rincón de vuestro corazón y está deseoso de otorgar las gracias inherentes a Su Perdón.
“¡Os pido Mis hijos predilectos que paréis esta abominación! ¡No más ministros extraordinarios de la Eucaristía! ¡No más comuniones distribuidas por laicos, ni más comuniones en la mano!”



"Padre Celestial, hoy rindo mi corazón a Ti. Ayúdame a ser Tu instrumento en el mundo. Cúbreme con la Preciosa Sangre de Tu Divino Hijo. Protégeme de todo mal. Protégeme de cualquier plan maligno que Satanás pueda tener para mí el día de hoy. Revísteme de Tu Divina Voluntad. Amén"
"Santísima Madre de Dios, María, Protectora de la Fe, resguarda mi fe en el refugio de Tu Inmaculado Corazón. En él, protege mi fe de cualquier merodeador. Muéstrame las amenazas a mi fe y ayúdame a vencerlas. Amén"
"Me coloco en la presencia de la Santísima Trinidad (Padre, Hijo y Espíritu Santo) y por el poder de la Sangre de nuestro Señor Jesucristo, rompo, desbarato, pisoteo, aniquilo e invalido y cancelo de mi ser físico, síquico, biológico y espiritual, toda maldición que haya sido puesta sobre mí, sobre mi familia y árbol genealógico, por cualquier persona, familiar o antepasado por medio del ocultismo o espiritismo. Por el poder de la Sangre Preciosa de Nuestro Señor Jesucristo y por la intercesión de la Santísima Virgen María, San Miguel, San Gabriel, y San Rafael, rompo e invalido toda maldición, cualquiera que sea su naturaleza en el nombre de nuestro Señor Jesucristo. Amén (Repetir 3 veces la oración)"
"Oh Jesús de la Divina Misericordia, escucha mis súplicas hacia Ti, pues estoy aquí para hacer tu voluntad."
"Oh Glorioso Patriarca San José, Padre adoptivo de Jesús y Esposo Humilde y Casto de María; poderoso intercesor de las almas y guardián Fiel de la Iglesia; acudimos a vos, amado Padre, para que te dignes ampáranos y socorrednos en la lucha espiritual contra los enemigos de nuestra alma. Ven en nuestro auxilio y por tu humildad y pureza, líbranos de todo mal. San José terror de los demonios, venid en mi auxilio (3 veces)."
"San Miguel Arcángel, defiéndenos en la lucha; sé nuestro amparo contra la perversidad y asechanzas del demonio. Reprímale Dios, pedimos suplicantes, y tú, Príncipe de la Milicia Celestial, arroja al infierno con el divino poder a Satanás y a los demás espíritus malignos que andan dispersos por el mundo para la perdición de las almas. Amén"
Ven, Espíritu divino, manda tu luz desde el Cielo. Padre amoroso del pobre; don, en tus dones espléndido; luz que penetra las almas; fuente del mayor consuelo. Ven, dulce huésped del alma, descanso de nuestro esfuerzo; tregua en el duro trabajo, brisa en las horas de fuego, gozo que enjuga las lágrimas y reconforta los duelos. Entra hasta el fondo del alma, divina luz, y enriquécenos. Mira el vacío del hombre si Tú le faltas por dentro; mira el poder del pecado cuando no envías tu aliento. Riega la tierra en sequía, sana el corazón enfermo, lava las manchas, infunde calor de vida en el hielo, doma al espíritu indómito, guía al que tuerce el sendero. Reparte tus siete dones según la fe de tus siervos. Por tu bondad y tu gracia dale al esfuerzo su mérito; salva al que busca salvarse y danos tu gozo eterno. Amén.
"Oh, Corazones de Jesús y de María; me consagro, consagro mi familia y al mundo entero, a vuestros Amantísimos Corazones. Atended a la súplica que os hago y aceptad nuestros corazones en los Vuestros, para que seamos librados y protegidos nosotros y el mundo entero de toda maldad y de todo pecado. Que la protección de vuestros Dos Corazones, sean refugio, fortaleza y amparo, en las luchas espirituales de cada día. Que el poder de vuestros Dos Corazones, irradie al mundo para que sea protegido de la maldad y el pecado. Nos consagramos voluntariamente y consagramos a la humanidad entera avuestros Corazones; seguros y confiados por vuestra Gran Misericordia, de obtener la victoria sobre las fuerzas del mal en este mundo, y la Gloria Eterna en el Reino de Dios. Amén."