
(468) Mensaje del Cielo a la hermana Beghe, Francia. Haz la Señal de la Cruz y lee todo sin prisa
§1: La situación internacional es peligrosa
§2: Os pido que recéis todos los días por vuestra patria
§3: Vestíos como hijos de Dios y evitad la frivolidad y la fornicación
(Lectura: 3 min.)
§1
«Mis queridos hijos, la situación internacional es peligrosa, vuestros líderes políticos no son de fiar, no aman a los que gobiernan y vosotros no estáis seguros bajo su autoridad.
Estad seguros Conmigo, rezad, sí, rezad mucho porque Yo seré vuestra Guía, vuestra Providencia y vuestro Aliado. Sin Mí, estaréis solos, entregados a impostores que no se preocupan por vosotros, sois para ellos un medio y no un fin, su preocupación son ellos mismos y cómo pueden satisfacer sus ambiciones.
Os pido que recéis por vuestro país, que necesita vuestras oraciones, porque si no me invocáis, os dejaré solos, mientras que si me invocáis, me rezáis, me suplicáis, no os abandonaré.
Mi Santa Providencia puede cambiar el curso de los acontecimientos, pero por el momento, nadie en el mundo político piensa en servirme sirviendo a su país.
El mundo político está tan alejado de Mí que dejo que los acontecimientos se acumulen como consecuencia inmediata de su mala gestión; son como inútiles que actúan como inútiles y [el País de la Torre Eiffel] y [el Viejo Continente] se hunden en una situación inextricable.

“Seguid intentándolo y lo conseguiréis… creed en vosotros mismos… ¡Soñad al máximo!”
Cuando quiera sacar a vuestro país de su apatía, le devolveré el gusto por la oración, la generosidad y el espíritu de empresa.
Sí, debéis trabajar, debéis actuar positivamente, debéis ser enérgicos, no debéis esperar que otros hagan lo que vosotros podéis hacer por vosotros mismos; debéis confiar en vuestro Dios y en vuestra Madre celestial porque Nosotros podemos hacer cualquier cosa, a Nosotros no nos detiene nada y cualquier situación puede dar un vuelco completo siempre que Yo decida hacerlo.
§2
Os pido que recéis todos los días por vuestra patria, estéis donde estéis, toda Europa debe rezar, debe ponerse de rodillas, debe hacer penitencia, debe seguir Mis Diez Mandamientos, no debe degradarse como lo está haciendo actualmente, está en manos de los demonios y el más vicioso de todos ellos la está arrastrando al hedor de su guarida.

“La fuerza de mi equipo es cada miembro individual”
Muchos de ustedes hoy en día están influenciados por la moda de la inmoralidad y muchos de ustedes ya no me dan ninguna importancia. Todos se están dejando llevar y, en consecuencia, como los demás se están dejando llevar, ustedes también se están dejando llevar.
El Día del Señor (el domingo) está abandonado, sustituido a bajo coste por una Misa el sábado por la tarde, sin embargo, el Día del Señor sigue estando establecido en el Tercero de Mis Mandamientos:
“El Día del Señor guardad, sirviendo a Dios devotamente.”

“¿Uno de los pecados mortales no confesados más difundidos entre los católicos hasta hoy? El creer firmemente que la Misa del sábado por la tarde sustituye a la Misa del domingo…”
No lo olvidéis, no Me evacuéis, pues el rechazo de Mis ordenanzas implica necesariamente la implantación de Mi implacable Enemigo allí donde os creéis libres o sin obligación. Es la serpiente silenciosa que se cuela en las casas abiertas a todos los vientos y su infestación es maligna y devastadora.
Ven a Mí que soy manso y humilde de corazón, pero que también soy el Todopoderoso que gobierna el universo y que es “asombroso en obras para los hijos de los hombres” (Sal 66,5).
Todo lo puedo, todo lo veo y nada sucede sin Mi conocimiento.
§3
Hijos Míos, convertíos, volved a Mis altares en la pureza de vuestra fe, en la pureza de los Sacramentos, en la pureza de vuestro corazón y en la pureza de vuestro cuerpo.
Vestíos como hijos de Dios y evitad la frivolidad y la fornicación. Estad orgullosos de vuestro origen, el de hijos de Dios que se distinguen de los hijos de los hombres, igual que los cristianos se distinguen de los paganos.
Quiero que seáis santos, escucharé vuestras oraciones y os protegeré; Mi Santísima Madre os acogerá bajo Su Manto y con Ella estaréis a salvo. Pero rezad, rezad y rezad más, el mundo lo necesita tanto y vosotros sois como los pararrayos de la Tierra. Sin vuestras oraciones, la Tierra perecerá; sin vuestras oraciones, la Tierra arderá.
Os bendigo, Mis queridísimos hijos fieles, necesito vuestras oraciones para salvar la Tierra, os necesito a cada uno de vosotros.
Os bendigo en el Nombre (+) del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Vuestro Señor y Vuestro Dios».
Fuente: srbeghe.blog