(Haces la señal de la cruz ante de leer y lees todo sin prisa…) – 31 de mayo de 2021
(Se acerca un tiempo de persecución…)
(DeepL Translator) “Mi Alma está triste hasta la muerte, dije en el Huerto de los Olivos antes de Mi Agonía.
- Y hoy lo repito: Mi Alma está triste hasta la muerte.
Mi alma, en el Huerto de los Olivos, vio la Pasión y Mi muerte terrible en la Cruz. Tuvo miedo, no sólo de lo que vendría y de lo que Yo tendría que sufrir, sino de todas las catástrofes que se preparaban a lo largo de los siglos y de la vida de cada uno de Mis hijos. Y especialmente vuestro tiempo, Mis queridos hijos.
- Vais a vivir una pasión, pero no os he dicho:
‘El siervo no es mayor que su señor; si a Mí me han perseguido, también a vosotros os perseguirán’ (Jn 15,20).
Se acerca el tiempo, y es pronto, en que vosotros, como Pedro, el apóstol mayor, seréis ‘llevados adonde no queréis ir’ (Jn 21,18).
- Sí, queridos hijos Míos, sed conscientes de que se acerca un tiempo de persecución, y os sorprenderá la rapidez con que se extiende. Lo sospecháis porque oís que, aquí y allá, en Francia y en Europa, inocentes son apuñalados y sorprendidos por atentados imprevisibles.
- Francia está gangrenada, con maleantes diseminados por todo su territorio. Bastará una chispa, entendida por ellos como el momento de sublevarse, para golpear y sembrar el terror allí donde tengan fuerza y estén ya preparados.
La Pasión de Jesucristo comenzó cuando fue arrestado y sometido a muchas tribulaciones: golpeado, escarnecido, despreciado y desgarrado. Luego fue azotado y coronado de espinas, fue sentado en una piedra afilada como trono, fue lacerado con golpes de soga, fue cargado con Su Cruz que tuvo que llevar cuando cualquier otro hubiera permanecido en el suelo y, al final de todo este trato difícil de imaginar, fue crucificado y murió como asfixiado.
Él aceptó cada herida y cada insulto como penitencia por cada pecado de la humanidad que vio pasar ante Sus ojos. Los aceptó todos, y ofreció a sus fieles seguirle en este Vía Crucis.
Sí, queridísimos hijos Míos, también vosotros tendréis vuestro Vía Crucis, y Yo os ayudaré a seguirlo con fe, valor y resistencia. Sois Mis siervos y vuestro vía crucis no será tan duro como el Mío. Los mártires sufrieron ante los leones y los toros, pero la gracia les ayudó a ofrecer su vida en unión con la Mía. Mi gracia os ayudará a sufrir lo que tendréis que sufrir y a alegraros por la gran gracia que se os dará de seguirme hasta Mi entrada victoriosa en el Cielo.
Te unirás a los mártires de todos los tiempos y lavarás tus vestiduras en la sangre del Cordero (Ap. 7, 14) y el Apocalipsis continúa:
‘Por eso están ante el trono de Dios, sirviéndole día y noche en su templo. (…) Nunca más padecerán hambre ni sed, nunca más serán agobiados por el sol ni por ningún viento abrasador. El Cordero que está en medio del trono será su pastor y los conducirá a las fuentes de las aguas de la vida. Y Dios enjugará toda lágrima de sus ojos’ (Ap 7,14-17).
La bondad de Dios guarda para sí el futuro de cada uno de Sus hijos. Vuestra vida la conocéis en su pasado, pero Dios guarda para sí el conocimiento de su futuro. Así que vivid, cada uno de vosotros, para servir a Dios en vuestra vida diaria, para amarle perfectamente, para adorarle y darle gracias por todo lo que os da, el conocimiento de Su Nombre, vuestras posesiones y vuestras familias.
Como Jesucristo, rezad para observar la voluntad de Dios en todas vuestras acciones, ofreceos a Él y si Él os ha destinado a reuniros rápidamente con Él en Su Cielo, no lo dudéis. No tengáis miedo, rezad y os daré la gracia de la firmeza, la gracia de la mansedumbre.
- No busquéis el peligro, evitadlo, pero si os atrapa, pensáis en Jesucristo, en Su Calvario y en Su mansedumbre.
Yo estaré siempre cerca de vosotros, contigo y en ti; en Mi presencia nada temeréis. Os amo, os advierto y cuido de cada uno de vosotros. Amadme a cambio con todo el amor del que seáis capaces. Amén, Aleluya.”
Fuente: srbeghe.blog