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"No Me toques". Como el Senor quiere se reciba la Sagrada Eucaristía

El Papa Juan Pablo II reafirmó a menudo que la comunión debía darse a los fieles en la boca, pero ni los obispos ni los sacerdotes le hicieron caso; y él mismo cedió a menudo a esta mala costumbre asumida por los fieles

(Importante, leer todo...) Anno Domini 2021, 4 de diciembre

"No Me toques". Como el Senor quiere se reciba la Sagrada Eucaristía

"Yo soy el Altísimo, el Todopoderoso, y quiero decir a todos Mis hijos que los amo, como se afirma en el mensaje del 2 de diciembre (enlace al final). Os he creado por amor y sólo el Amor es fuente de vida.

Si Me amáis, seguiréis Mis leyes. Si Me amáis, pensaréis en Mí todo el día. Si Me amáis, querréis estar unidos a Mí; ¿y cómo podéis estar verdaderamente e intensamente unidos a Mí si no es a través de la Sagrada Eucaristía?

No Me tomad en vuestras manos, queridos hijos, tomadme inmediatamente en vosotros recibiéndome en la lengua. Esto es por respeto, porque vuestras manos no han sido ungidas para tocar el Santo de los Santos. Recordad: después de Mi Resurrección, la primera mujer que Me vio, aparte de Mi Madre, fue María Magdalena y Yo le dije cuando se acercó a Mí: "No Me toques". No lo dije con altanería, no, pero Dios es Dios y el hombre es Su criatura. Sólo aquellos que han tenido las manos ungidas en el sacramento del Orden pueden tocarle, sólo ellos son Mis representantes, sólo ellos consagran la Sagrada Eucaristía en Mi Nombre, porque Yo soy el Consagrador, Yo soy el que, en la Última Cena, consagra el pan y el vino en Mi Cuerpo y en Mi Sangre. Ellos son Mi persona en el preciso momento de la consagración y, cuando distribuyen la Sagrada Comunión, siguen siendo Mis intermediarios entre Dios y los hombres.

El Papa Juan Pablo II reafirmó a menudo que la comunión debía darse a los fieles en la boca, pero ni los obispos ni los sacerdotes le hicieron caso; y él mismo cedió a menudo a esta mala costumbre asumida por los fieles.

Hijos Míos, vosotros que me leéis, sed fuertes en vuestra fe, fuertes en vuestro amor por Mí, en vuestro inmenso respeto por el Cuerpo Inmolado pero Vivo de vuestro Señor Dios. Tomadlo directamente en vuestras bocas, sin pasar por vuestras manos laicas y no ungidas. Y si el sacerdote os niega la comunión, lo habréis recibido espiritualmente; Yo Me habré dado a vosotros, y vuestra comunión espiritual tendrá el mismo valor que si Me hubierais recibido físicamente.

Estad, pues, tranquilos, Yo estoy con vosotros y no os dejaré. Os quiero, todo lo que soy es Amor y la fuerza del Amor vence todos los obstáculos.”

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Fuente: srbeghe.blog