¡Conviértanse, es urgente! “Yo no me canso mientras yo tenga vida, mientras Cristo me tenga con vida, voy a gritar, a gritar siempre: ¡Hermanos conviértanse! ¡Hermanos por favor conviértanse, es urgente! ¡No pierdan tiempo, es urgente! ¿Por qué? Porque muchos esperan grandes acontecimientos poco a poco. ¡No! ¡Los grandes acontecimientos se van a dar en pocos días! ¡Todos! Y vendrá el Aviso! [...] Confiemos en la palabra de Cristo, y pedimos el discernimiento al Espíritu Santo para no tomar decisiones equivocadas" –Luz de María.****
Extractos de los Mensajes de la Reina del Rosario, a Gisella, Italia
§1. Hijos Míos, no se preocupen por su futuro
§2. Esta es la generación elegida que lo verá…
Lectura: 2 min. que pueden cambiar la dirección de tu vida
§1

(3 de julio de 2025) «Hijos Míos, gracias por haber respondido a Mi llamada en vuestro corazón.
Esta relación filial nuestra Me hace feliz: ¡Yo os abro Mi Corazón y ustedes Me abren sus corazones!
Ustedes consuelan Mi Corazón y Yo seco sus lágrimas.
Hijos Míos, recuerden que las cruces santificadas ayudan a muchas almas, si tan sólo las llevan con amor y paciencia.
Hijos Míos, no se preocupen por su futuro, el de sus hijos y familias.
- ¿No es Dios quien lo provee todo?
- ¿Tienen fe en Dios?

Hijos Míos, Yo, como Madre amorosa y misericordiosa, quisiera ser vuestra Madre y Maestra, especialmente para aquellos hijos que a veces huyen de la oración, porque son pecadores.
Pero escuchen bien Mis palabras:
¡Vayan a la Confesión y vuelvan a Dios!

Crean en el Evangelio que no se ajusta a los tiempos modernos, sino que es la Palabra Eterna.
Mi Hijo toma sobre Sí sus pecados y los quema en Su Amor Eterno, para que ustedes se salven.
Sean amorosos y compasivos con sus hermanos y hermanas».
§2

(3 de agosto de 2025) «Hijos Míos, estoy aquí para traerles la Fe, el Camino y la Confianza en Dios. He aquí, entre los primeros cristianos, éstas eran las iglesias… De este tamaño, donde los cristianos, se reunían para aprender los Mandamientos y leer la Palabra.

Hijos Míos, ustedes esperan al Salvador como en Belén.
Amados hijos, ¡Jesús vendrá!
Esta es la generación elegida que lo verá…
Les pido hijos, no hay necesidad de huir a las montañas, porque ustedes están bajo Mi Manto Bendito.
¡Su fe les salvará!
Mis Ángeles les guardarán, no tengan miedo de lo que verán a su alrededor, pero tengan Esperanza y Caridad en su corazón.
Les pido: perdónense unos a otros, ámense unos a otros.
Amados hijos, Yo, vuestra Madre, ¡soy Luz en vuestro camino hacia Jesús!
Recen el Santo Rosario.

Den testimonio y permanezcan unidos como guerreros.
No miren al mundo donde reina la oscuridad, sino miren al Cielo y caminen en santidad.
Ahora les dejo con Mi Bendición Maternal, en el Nombre (+) del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén».
Fuente: La Regina del Rosario








“Si supierais cómo resplandecéis después de acercaros debidamente al Sacramento de la Confesión. (Jesús) está en el Confesionario y escucha cada palabra, ve en cada rincón de vuestro corazón y está deseoso de otorgar las gracias inherentes a Su Perdón.
“¡Os pido Mis hijos predilectos que paréis esta abominación! ¡No más ministros extraordinarios de la Eucaristía! ¡No más comuniones distribuidas por laicos, ni más comuniones en la mano!”



"Padre Celestial, hoy rindo mi corazón a Ti. Ayúdame a ser Tu instrumento en el mundo. Cúbreme con la Preciosa Sangre de Tu Divino Hijo. Protégeme de todo mal. Protégeme de cualquier plan maligno que Satanás pueda tener para mí el día de hoy. Revísteme de Tu Divina Voluntad. Amén"
"Me coloco en la presencia de la Santísima Trinidad (Padre, Hijo y Espíritu Santo) y por el poder de la Sangre de nuestro Señor Jesucristo, rompo, desbarato, pisoteo, aniquilo e invalido y cancelo de mi ser físico, síquico, biológico y espiritual, toda maldición que haya sido puesta sobre mí, sobre mi familia y árbol genealógico, por cualquier persona, familiar o antepasado por medio del ocultismo o espiritismo. Por el poder de la Sangre Preciosa de Nuestro Señor Jesucristo y por la intercesión de la Santísima Virgen María, San Miguel, San Gabriel, y San Rafael, rompo e invalido toda maldición, cualquiera que sea su naturaleza en el nombre de nuestro Señor Jesucristo. Amén (Repetir 3 veces la oración)"
"Oh Jesús de la Divina Misericordia, escucha mis súplicas hacia Ti, pues estoy aquí para hacer tu voluntad."
"Oh Glorioso Patriarca San José, Padre adoptivo de Jesús y Esposo Humilde y Casto de María; poderoso intercesor de las almas y guardián Fiel de la Iglesia; acudimos a vos, amado Padre, para que te dignes ampáranos y socorrednos en la lucha espiritual contra los enemigos de nuestra alma. Ven en nuestro auxilio y por tu humildad y pureza, líbranos de todo mal. San José terror de los demonios, venid en mi auxilio (3 veces)."
"San Miguel Arcángel, defiéndenos en la lucha; sé nuestro amparo contra la perversidad y asechanzas del demonio. Reprímale Dios, pedimos suplicantes, y tú, Príncipe de la Milicia Celestial, arroja al infierno con el divino poder a Satanás y a los demás espíritus malignos que andan dispersos por el mundo para la perdición de las almas. Amén"
Ven, Espíritu divino, manda tu luz desde el Cielo. Padre amoroso del pobre; don, en tus dones espléndido; luz que penetra las almas; fuente del mayor consuelo. Ven, dulce huésped del alma, descanso de nuestro esfuerzo; tregua en el duro trabajo, brisa en las horas de fuego, gozo que enjuga las lágrimas y reconforta los duelos. Entra hasta el fondo del alma, divina luz, y enriquécenos. Mira el vacío del hombre si Tú le faltas por dentro; mira el poder del pecado cuando no envías tu aliento. Riega la tierra en sequía, sana el corazón enfermo, lava las manchas, infunde calor de vida en el hielo, doma al espíritu indómito, guía al que tuerce el sendero. Reparte tus siete dones según la fe de tus siervos. Por tu bondad y tu gracia dale al esfuerzo su mérito; salva al que busca salvarse y danos tu gozo eterno. Amén.
"Oh, Corazones de Jesús y de María; me consagro, consagro mi familia y al mundo entero, a vuestros Amantísimos Corazones. Atended a la súplica que os hago y aceptad nuestros corazones en los Vuestros, para que seamos librados y protegidos nosotros y el mundo entero de toda maldad y de todo pecado. Que la protección de vuestros Dos Corazones, sean refugio, fortaleza y amparo, en las luchas espirituales de cada día. Que el poder de vuestros Dos Corazones, irradie al mundo para que sea protegido de la maldad y el pecado. Nos consagramos voluntariamente y consagramos a la humanidad entera avuestros Corazones; seguros y confiados por vuestra Gran Misericordia, de obtener la victoria sobre las fuerzas del mal en este mundo, y la Gloria Eterna en el Reino de Dios. Amén."