¡Conviértanse, es urgente! “Yo no me canso mientras yo tenga vida, mientras Cristo me tenga con vida, voy a gritar, a gritar siempre: ¡Hermanos conviértanse! ¡Hermanos por favor conviértanse, es urgente! ¡No pierdan tiempo, es urgente! ¿Por qué? Porque muchos esperan grandes acontecimientos poco a poco. ¡No! ¡Los grandes acontecimientos se van a dar en pocos días! ¡Todos! Y vendrá el Aviso! [...] Confiemos en la palabra de Cristo, y pedimos el discernimiento al Espíritu Santo para no tomar decisiones equivocadas" –Luz de María.****
(G1622) Haz la Señal de la Cruz y lee todo…
§1: Necesito a cada uno
§2: No temáis por lo que viene
§3: Todos los santos han conocido pruebas

§1
“Tengo necesidad de los Míos y ellos tienen necesidad de Mí. Es una verdadera reciprocidad y si uno de Mis hijos piensa que Mi Amor por todos disminuye el Amor personal que siento por cada uno, está totalmente equivocado.
El hecho de que Yo ame apasionadamente a fulano o mengano depende de esa persona y no de las demás. Si Me ama, Yo le devuelvo el ciento por uno; si no Me ama, Yo le amo igualmente y espero volver a encontrarle. Si un amigo Me engaña, lo siento por él porque Mi Amor por él es personal y no porque tenga otros amigos la pérdida de uno de ellos no Me afecta.
Necesito a cada uno porque los creé a todos diferentes entre sí y cada uno Me es particularmente querido.
Quiero decir esto a Mis hijos: cuando Me mostráis vuestro amor, Yo soy feliz, como un Padre es feliz cuando Su hijo le muestra su amor. Dios es un Padre que se derrite de amor por Sus hijos que le demuestran su amor.
Yo soy ese Padre, ese Hermano, ese Amor tan suave, tan franco, tan cálido y Mis hijos deben estar absolutamente seguros de ello.
Cuando los castigo, lo hago con Misericordia porque nunca me separo de Mi Bondad, de Mi Mansedumbre, de Mi Generosidad.
§2
La Ira de Dios es buena, es Severa y Justa pero Misericordiosa también.

Así que hijos Míos, no temáis por lo que viene, saldréis victoriosos si Me sois fieles, si sois Mis imitadores. Yo vendré, sí, Yo vendré y ustedes no serán decepcionados. Mi Reino es el destino de Mi pueblo y allí serán increíblemente felices.
Y por el momento: cuando veáis Mi Ira descender sobre la humanidad, no será para aquellos que Me aman y Me oran, será para la humanidad gravemente pecadora.
§3
Así pues, hijos Míos, que no sois objeto de esta Ira, sabed que os santifica; no os castiga, sino que es buena para vuestra santificación.
Todos los santos han conocido pruebas que les han ayudado a ser santos.

Su paciencia ha sido ejercitada, su mansedumbre ha sido puesta a prueba, su generosidad ha sido fortalecida, su participación en los sufrimientos de los demás les ha purificado, y finalmente sus propios problemas les han purificado. Para los Míos, ésta es Mi Ira porque está destinada a los que Me ofenden, Me insultan, Me crucifican y los Míos tomarán parte en Mi Pasión. Les daré Mis virtudes de fortaleza, piedad y mansedumbre y no Me dejarán ir.
Les hago esta promesa: los que Me son y Me serán fieles tendrán una gran recompensa en el Cielo.”
Fuente srbeghe.blog








“Si supierais cómo resplandecéis después de acercaros debidamente al Sacramento de la Confesión. (Jesús) está en el Confesionario y escucha cada palabra, ve en cada rincón de vuestro corazón y está deseoso de otorgar las gracias inherentes a Su Perdón.
“¡Os pido Mis hijos predilectos que paréis esta abominación! ¡No más ministros extraordinarios de la Eucaristía! ¡No más comuniones distribuidas por laicos, ni más comuniones en la mano!”



"Padre Celestial, hoy rindo mi corazón a Ti. Ayúdame a ser Tu instrumento en el mundo. Cúbreme con la Preciosa Sangre de Tu Divino Hijo. Protégeme de todo mal. Protégeme de cualquier plan maligno que Satanás pueda tener para mí el día de hoy. Revísteme de Tu Divina Voluntad. Amén"
"Santísima Madre de Dios, María, Protectora de la Fe, resguarda mi fe en el refugio de Tu Inmaculado Corazón. En él, protege mi fe de cualquier merodeador. Muéstrame las amenazas a mi fe y ayúdame a vencerlas. Amén"
"Me coloco en la presencia de la Santísima Trinidad (Padre, Hijo y Espíritu Santo) y por el poder de la Sangre de nuestro Señor Jesucristo, rompo, desbarato, pisoteo, aniquilo e invalido y cancelo de mi ser físico, síquico, biológico y espiritual, toda maldición que haya sido puesta sobre mí, sobre mi familia y árbol genealógico, por cualquier persona, familiar o antepasado por medio del ocultismo o espiritismo. Por el poder de la Sangre Preciosa de Nuestro Señor Jesucristo y por la intercesión de la Santísima Virgen María, San Miguel, San Gabriel, y San Rafael, rompo e invalido toda maldición, cualquiera que sea su naturaleza en el nombre de nuestro Señor Jesucristo. Amén (Repetir 3 veces la oración)"
"Oh Jesús de la Divina Misericordia, escucha mis súplicas hacia Ti, pues estoy aquí para hacer tu voluntad."
"Oh Glorioso Patriarca San José, Padre adoptivo de Jesús y Esposo Humilde y Casto de María; poderoso intercesor de las almas y guardián Fiel de la Iglesia; acudimos a vos, amado Padre, para que te dignes ampáranos y socorrednos en la lucha espiritual contra los enemigos de nuestra alma. Ven en nuestro auxilio y por tu humildad y pureza, líbranos de todo mal. San José terror de los demonios, venid en mi auxilio (3 veces)."
"San Miguel Arcángel, defiéndenos en la lucha; sé nuestro amparo contra la perversidad y asechanzas del demonio. Reprímale Dios, pedimos suplicantes, y tú, Príncipe de la Milicia Celestial, arroja al infierno con el divino poder a Satanás y a los demás espíritus malignos que andan dispersos por el mundo para la perdición de las almas. Amén"
Ven, Espíritu divino, manda tu luz desde el Cielo. Padre amoroso del pobre; don, en tus dones espléndido; luz que penetra las almas; fuente del mayor consuelo. Ven, dulce huésped del alma, descanso de nuestro esfuerzo; tregua en el duro trabajo, brisa en las horas de fuego, gozo que enjuga las lágrimas y reconforta los duelos. Entra hasta el fondo del alma, divina luz, y enriquécenos. Mira el vacío del hombre si Tú le faltas por dentro; mira el poder del pecado cuando no envías tu aliento. Riega la tierra en sequía, sana el corazón enfermo, lava las manchas, infunde calor de vida en el hielo, doma al espíritu indómito, guía al que tuerce el sendero. Reparte tus siete dones según la fe de tus siervos. Por tu bondad y tu gracia dale al esfuerzo su mérito; salva al que busca salvarse y danos tu gozo eterno. Amén.
"Oh, Corazones de Jesús y de María; me consagro, consagro mi familia y al mundo entero, a vuestros Amantísimos Corazones. Atended a la súplica que os hago y aceptad nuestros corazones en los Vuestros, para que seamos librados y protegidos nosotros y el mundo entero de toda maldad y de todo pecado. Que la protección de vuestros Dos Corazones, sean refugio, fortaleza y amparo, en las luchas espirituales de cada día. Que el poder de vuestros Dos Corazones, irradie al mundo para que sea protegido de la maldad y el pecado. Nos consagramos voluntariamente y consagramos a la humanidad entera avuestros Corazones; seguros y confiados por vuestra Gran Misericordia, de obtener la victoria sobre las fuerzas del mal en este mundo, y la Gloria Eterna en el Reino de Dios. Amén."