¡Conviértanse, es urgente! “Yo no me canso mientras yo tenga vida, mientras Cristo me tenga con vida, voy a gritar, a gritar siempre: ¡Hermanos conviértanse! ¡Hermanos por favor conviértanse, es urgente! ¡No pierdan tiempo, es urgente! ¿Por qué? Porque muchos esperan grandes acontecimientos poco a poco. ¡No! ¡Los grandes acontecimientos se van a dar en pocos días! ¡Todos! Y vendrá el Aviso! [...] Confiemos en la palabra de Cristo, y pedimos el discernimiento al Espíritu Santo para no tomar decisiones equivocadas" –Luz de María.****
(D724) Haz la Señal de la Cruz y lee todo…
§1: Cuando estalle, Yo estaré con vosotros
§2: Occidente la quiere tanto que la tendrá.
§3: Luchad con las armas de la oración, la penitencia y la caridad

«Mis queridos devotos, estad en paz y nunca dudéis de Mí.
§1
Cuando estalle la guerra, Yo estaré con vosotros y nunca debéis entrar en pánico. Con Dios, los corazones están en paz, las almas están a salvo y los cuerpos deben comportarse como sus corazones y almas. Un alma en paz estabiliza las acciones, así que estad en paz.
Mi Amor está con vosotros y vosotros sois Míos, pase lo que pase en la tierra.
- Si la tierra está agitada, vosotros, hijos Míos, estad en paz.
- Si la tierra está corrompida, vosotros, hijos Míos, sed leales, sed francos, sed honestos.
- Si la tierra está en manos del diablo y de ángeles malévolos, rezad a vuestro Ángel de la Guarda porque él es siempre benévolo, os protege y os guía mientras le recéis.
Estad en unión con él, tened confianza porque él es vuestro guía, sed como niños que confían en sus mayores para todo.

Vuestro Ángel de la Guarda está cerca de Dios, ve a Dios, os guía como Dios quiere que seáis guiados. No os resistáis a él, rezadle, confiad en él, porque donde él os permita estar, Dios también lo permitirá.
§2
Las horas oscuras de la guerra se acercan inevitablemente, porque los enemigos que quieren la guerra están seguros de empezarla.

Occidente quiere la guerra y la quiere tanto que la tendrá.
Su enemigo está preparado, así que no le cuesta mucho iniciarla, ignorando al pueblo que no la quiere.
El pueblo no manda, mandan las «élites», a las que no les importa la supuesta democracia que manipulan descaradamente. Cuando no quieren a un determinado candidato elegido democráticamente, se las arreglan para derrocarlo con disturbios de su propia cosecha.
Así va el mundo, dirigido por estas “élites” que manipulan a los votantes, pero éstos sólo creen lo que ven; no saben todo lo que ocurre en las sombras del poder, y Lucifer, este Enemigo implacable, es hoy el verdadero Rey de la tierra.

Ha desatado sus Poderes infernales y ha hecho de la tierra un conglomerado tal de corrupción, ladrones y renegados que sólo podrá escapar a fuerza de oraciones, conversiones y martirios.
§3
A este ejército os llamo, queridísimos hijos Míos, formad parte del ejército militante de Jesucristo y luchad con las armas de la oración, la penitencia y la caridad [1].
Alistaos en Mi ejército que es siempre victorioso a pesar de las dificultades, los sacrificios y las penas. Conmigo no pereceréis, siempre estaréis a salvo y Yo os acogeré, cuando os llegue la hora de dejar este mundo, en la felicidad inefable y eterna del Cielo.
Estad en paz, la paz que el mundo no conoce pero que es Mía y que hará de vosotros los héroes de los nuevos tiempos.
Os bendigo, os amo y permanezco con vosotros.
Que Dios sea bendito, siempre, en todo lugar y en todo momento, y que la Santísima Madre de Dios y de los hombres esté también con vosotros, siempre maternal y siempre accesible a Sus hijos.
Os bendigo en el Nombre (+) del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Que así sea.
Vuestro Señor Jesucristo, vuestro Maestro y Redentor».
- Acudan al Sacramento de la Confesión y mantengan su alma en estado de Gracia
Fuente srbeghe.blog








“Si supierais cómo resplandecéis después de acercaros debidamente al Sacramento de la Confesión. (Jesús) está en el Confesionario y escucha cada palabra, ve en cada rincón de vuestro corazón y está deseoso de otorgar las gracias inherentes a Su Perdón.
“¡Os pido Mis hijos predilectos que paréis esta abominación! ¡No más ministros extraordinarios de la Eucaristía! ¡No más comuniones distribuidas por laicos, ni más comuniones en la mano!”



"Padre Celestial, hoy rindo mi corazón a Ti. Ayúdame a ser Tu instrumento en el mundo. Cúbreme con la Preciosa Sangre de Tu Divino Hijo. Protégeme de todo mal. Protégeme de cualquier plan maligno que Satanás pueda tener para mí el día de hoy. Revísteme de Tu Divina Voluntad. Amén"
"Santísima Madre de Dios, María, Protectora de la Fe, resguarda mi fe en el refugio de Tu Inmaculado Corazón. En él, protege mi fe de cualquier merodeador. Muéstrame las amenazas a mi fe y ayúdame a vencerlas. Amén"
"Me coloco en la presencia de la Santísima Trinidad (Padre, Hijo y Espíritu Santo) y por el poder de la Sangre de nuestro Señor Jesucristo, rompo, desbarato, pisoteo, aniquilo e invalido y cancelo de mi ser físico, síquico, biológico y espiritual, toda maldición que haya sido puesta sobre mí, sobre mi familia y árbol genealógico, por cualquier persona, familiar o antepasado por medio del ocultismo o espiritismo. Por el poder de la Sangre Preciosa de Nuestro Señor Jesucristo y por la intercesión de la Santísima Virgen María, San Miguel, San Gabriel, y San Rafael, rompo e invalido toda maldición, cualquiera que sea su naturaleza en el nombre de nuestro Señor Jesucristo. Amén (Repetir 3 veces la oración)"
"Oh Jesús de la Divina Misericordia, escucha mis súplicas hacia Ti, pues estoy aquí para hacer tu voluntad."
"Oh Glorioso Patriarca San José, Padre adoptivo de Jesús y Esposo Humilde y Casto de María; poderoso intercesor de las almas y guardián Fiel de la Iglesia; acudimos a vos, amado Padre, para que te dignes ampáranos y socorrednos en la lucha espiritual contra los enemigos de nuestra alma. Ven en nuestro auxilio y por tu humildad y pureza, líbranos de todo mal. San José terror de los demonios, venid en mi auxilio (3 veces)."
"San Miguel Arcángel, defiéndenos en la lucha; sé nuestro amparo contra la perversidad y asechanzas del demonio. Reprímale Dios, pedimos suplicantes, y tú, Príncipe de la Milicia Celestial, arroja al infierno con el divino poder a Satanás y a los demás espíritus malignos que andan dispersos por el mundo para la perdición de las almas. Amén"
Ven, Espíritu divino, manda tu luz desde el Cielo. Padre amoroso del pobre; don, en tus dones espléndido; luz que penetra las almas; fuente del mayor consuelo. Ven, dulce huésped del alma, descanso de nuestro esfuerzo; tregua en el duro trabajo, brisa en las horas de fuego, gozo que enjuga las lágrimas y reconforta los duelos. Entra hasta el fondo del alma, divina luz, y enriquécenos. Mira el vacío del hombre si Tú le faltas por dentro; mira el poder del pecado cuando no envías tu aliento. Riega la tierra en sequía, sana el corazón enfermo, lava las manchas, infunde calor de vida en el hielo, doma al espíritu indómito, guía al que tuerce el sendero. Reparte tus siete dones según la fe de tus siervos. Por tu bondad y tu gracia dale al esfuerzo su mérito; salva al que busca salvarse y danos tu gozo eterno. Amén.
"Oh, Corazones de Jesús y de María; me consagro, consagro mi familia y al mundo entero, a vuestros Amantísimos Corazones. Atended a la súplica que os hago y aceptad nuestros corazones en los Vuestros, para que seamos librados y protegidos nosotros y el mundo entero de toda maldad y de todo pecado. Que la protección de vuestros Dos Corazones, sean refugio, fortaleza y amparo, en las luchas espirituales de cada día. Que el poder de vuestros Dos Corazones, irradie al mundo para que sea protegido de la maldad y el pecado. Nos consagramos voluntariamente y consagramos a la humanidad entera avuestros Corazones; seguros y confiados por vuestra Gran Misericordia, de obtener la victoria sobre las fuerzas del mal en este mundo, y la Gloria Eterna en el Reino de Dios. Amén."