¡Conviértanse, es urgente! “Yo no me canso mientras yo tenga vida, mientras Cristo me tenga con vida, voy a gritar, a gritar siempre: ¡Hermanos conviértanse! ¡Hermanos por favor conviértanse, es urgente! ¡No pierdan tiempo, es urgente! ¿Por qué? Porque muchos esperan grandes acontecimientos poco a poco. ¡No! ¡Los grandes acontecimientos se van a dar en pocos días! ¡Todos! Y vendrá el Aviso! [...] Confiemos en la palabra de Cristo, y pedimos el discernimiento al Espíritu Santo para no tomar decisiones equivocadas" –Luz de María.****
(S2124) Haces la señal de la cruz y lees todo sin prisa
§1: Lo veo todo en todo momento…
§2: Conozco el futuro…
§3: El odio de los hombres está atizado por el demonio…
§4: Rezad mucho, rezad más que de costumbre…

«Mis queridos Amigos, Mis Hijos, que Dios sea bendecido, alabado y agradecido cada día de vuestra vida. Que se le agradezca, sí, porque Él no cesa de ayudaros, de recompensaros, de vivificaros. Si Dios no estuviera atento a cada uno de vosotros, pereceríais miserablemente.
§1
Yo Soy la Vida, la vida espiritual pero también la vida temporal, porque cuando creé la tierra, incluí en ella toda vida: el reino animal es Mi Obra, como lo es la humanidad, esta elección Divina en la que quise asumir Mi aspecto corpóreo eterno.
Sí, tal fue la elección Divina y es eminente. Soy Dios y Hombre, y ése es Mi estado eterno, más allá de todo tiempo, más allá de todo conocimiento o comprensión humana.
Desde la eternidad, gobierno la Tierra y todo el Universo. Lo veo todo en todo momento, tanto el pasado como el presente y el futuro. Nada está oculto para Mí, todo es un libro abierto y conozco cada una de sus líneas.
§2
Entré en la creación humana, Me hice hombre y morí en la Cruz a la edad en que los demás están en el apogeo de sus capacidades vitales.

Sí, fue en la cima de Mi existencia terrena cuando quise realizar Mi Sacrificio; no era ni un niño ni un joven, no, había llegado al final de Mi crecimiento, en plena posesión de Mis capacidades físicas e intelectuales, en toda la fuerza de la edad.
Así soy también en Mi Reino Celestial, en plena posesión de todos Mis poderes, en plena posesión de todas Mis virtudes. Amo perfectamente y todos Mis atributos están plenamente activos; conozco el futuro porque desde donde estoy, veo su cumplimiento.
§3
Veo el principio de la Creación, el principio de la humanidad como veo el Diluvio y todas las circunstancias de todos los acontecimientos terrestres hasta el fin del mundo. Desde la Eternidad, Mi mirada lo abarca todo, nada Me es desconocido, ni a nadie, y lo mismo ocurre con el mundo invisible, creado como dice el Credo:
“Creo en un solo Dios, Creador del cielo y de la tierra, de todas las cosas visibles e invisibles…”
Mi visión de conjunto de los asuntos del mundo Me dice que el mundo está al borde de la mayor guerra de todos los tiempos, porque las armas han llegado al punto de la destrucción masiva, y el odio de los hombres está atizado por el demonio, que quiere destruir la obra de Dios.

§4
Hijos Míos, rezad mucho, rezad más que de costumbre porque las horas de la Tierra están contadas, porque los malvados son verdaderamente malvados, no tienen piedad y si lo deciden, tienen los medios para reducir a escombros países enteros.

Rezad, hijos Míos, rezad con todo vuestro amor, con toda vuestra piedad para ablandar a los violentos, a los hombres descarriados que sólo buscan la violencia y la usurpación del poder. Actualmente son malvados y la mayoría de los hombres que tienen el poder en sus manos no buscan el bien común. Sed fuertes, sed valientes, sed piadosos y sed sobrios. Sobre todo, sed buenos católicos, fervientemente fieles, pues como dije a Abraham antes de la destrucción de Sodoma y Gomorra: «No destruiré por el fervor de unos pocos» (Gn 18, 16-33).
De hecho, protegí a los justos, la familia de Lot, pero dejé a los demás, los pecadores, a su merecido destino.
Los seres humanos no han cambiado; la humanidad es hija de Adán y lo será hasta el fin del mundo. Lo único que puede cambiarlos es su piedad y su filiación Divina, de corazón y de alma. Si no, permanecerán en el pecado y bajo el dominio del Príncipe de vuestro mundo.

No os dejaré solos, y mientras permanezcáis fieles a Mí, os animaré a ser buenos hijos de Dios y de los hombres. Acudiréis en ayuda de la miseria que os rodea y aquellos de vosotros que sean recogidos por la «Hermana Muerte», como la llamaba San Francisco de Asís, entrarán en el Reino Eterno donde la felicidad que no tiene fin les deleitará para siempre.
Hijos Míos, sed valientes, sed serenos, sed constantes y sed caritativos cualesquiera que sean las circunstancias. Vosotros sois Míos, aferraos a Mi Sagrado Corazón, inspiraos en Mis sentimientos y no tengáis miedo.
Os bendigo, Mis queridos hijos, sois Míos y el Padre más afectuoso nunca abandona a sus pequeños. Os amo y os doy Mi ejemplo terrenal, el más bello que existe.
En el Nombre (+) del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Así sea.
Vuestro Señor, vuestro Padre y vuestro Dios.»
Fuente: srbeghe.blog








“Si supierais cómo resplandecéis después de acercaros debidamente al Sacramento de la Confesión. (Jesús) está en el Confesionario y escucha cada palabra, ve en cada rincón de vuestro corazón y está deseoso de otorgar las gracias inherentes a Su Perdón.
“¡Os pido Mis hijos predilectos que paréis esta abominación! ¡No más ministros extraordinarios de la Eucaristía! ¡No más comuniones distribuidas por laicos, ni más comuniones en la mano!”



"Padre Celestial, hoy rindo mi corazón a Ti. Ayúdame a ser Tu instrumento en el mundo. Cúbreme con la Preciosa Sangre de Tu Divino Hijo. Protégeme de todo mal. Protégeme de cualquier plan maligno que Satanás pueda tener para mí el día de hoy. Revísteme de Tu Divina Voluntad. Amén"
"Santísima Madre de Dios, María, Protectora de la Fe, resguarda mi fe en el refugio de Tu Inmaculado Corazón. En él, protege mi fe de cualquier merodeador. Muéstrame las amenazas a mi fe y ayúdame a vencerlas. Amén"
"Me coloco en la presencia de la Santísima Trinidad (Padre, Hijo y Espíritu Santo) y por el poder de la Sangre de nuestro Señor Jesucristo, rompo, desbarato, pisoteo, aniquilo e invalido y cancelo de mi ser físico, síquico, biológico y espiritual, toda maldición que haya sido puesta sobre mí, sobre mi familia y árbol genealógico, por cualquier persona, familiar o antepasado por medio del ocultismo o espiritismo. Por el poder de la Sangre Preciosa de Nuestro Señor Jesucristo y por la intercesión de la Santísima Virgen María, San Miguel, San Gabriel, y San Rafael, rompo e invalido toda maldición, cualquiera que sea su naturaleza en el nombre de nuestro Señor Jesucristo. Amén (Repetir 3 veces la oración)"
"Oh Jesús de la Divina Misericordia, escucha mis súplicas hacia Ti, pues estoy aquí para hacer tu voluntad."
"Oh Glorioso Patriarca San José, Padre adoptivo de Jesús y Esposo Humilde y Casto de María; poderoso intercesor de las almas y guardián Fiel de la Iglesia; acudimos a vos, amado Padre, para que te dignes ampáranos y socorrednos en la lucha espiritual contra los enemigos de nuestra alma. Ven en nuestro auxilio y por tu humildad y pureza, líbranos de todo mal. San José terror de los demonios, venid en mi auxilio (3 veces)."
"San Miguel Arcángel, defiéndenos en la lucha; sé nuestro amparo contra la perversidad y asechanzas del demonio. Reprímale Dios, pedimos suplicantes, y tú, Príncipe de la Milicia Celestial, arroja al infierno con el divino poder a Satanás y a los demás espíritus malignos que andan dispersos por el mundo para la perdición de las almas. Amén"
Ven, Espíritu divino, manda tu luz desde el Cielo. Padre amoroso del pobre; don, en tus dones espléndido; luz que penetra las almas; fuente del mayor consuelo. Ven, dulce huésped del alma, descanso de nuestro esfuerzo; tregua en el duro trabajo, brisa en las horas de fuego, gozo que enjuga las lágrimas y reconforta los duelos. Entra hasta el fondo del alma, divina luz, y enriquécenos. Mira el vacío del hombre si Tú le faltas por dentro; mira el poder del pecado cuando no envías tu aliento. Riega la tierra en sequía, sana el corazón enfermo, lava las manchas, infunde calor de vida en el hielo, doma al espíritu indómito, guía al que tuerce el sendero. Reparte tus siete dones según la fe de tus siervos. Por tu bondad y tu gracia dale al esfuerzo su mérito; salva al que busca salvarse y danos tu gozo eterno. Amén.
"Oh, Corazones de Jesús y de María; me consagro, consagro mi familia y al mundo entero, a vuestros Amantísimos Corazones. Atended a la súplica que os hago y aceptad nuestros corazones en los Vuestros, para que seamos librados y protegidos nosotros y el mundo entero de toda maldad y de todo pecado. Que la protección de vuestros Dos Corazones, sean refugio, fortaleza y amparo, en las luchas espirituales de cada día. Que el poder de vuestros Dos Corazones, irradie al mundo para que sea protegido de la maldad y el pecado. Nos consagramos voluntariamente y consagramos a la humanidad entera avuestros Corazones; seguros y confiados por vuestra Gran Misericordia, de obtener la victoria sobre las fuerzas del mal en este mundo, y la Gloria Eterna en el Reino de Dios. Amén."