¡Conviértanse, es urgente! “Yo no me canso mientras yo tenga vida, mientras Cristo me tenga con vida, voy a gritar, a gritar siempre: ¡Hermanos conviértanse! ¡Hermanos por favor conviértanse, es urgente! ¡No pierdan tiempo, es urgente! ¿Por qué? Porque muchos esperan grandes acontecimientos poco a poco. ¡No! ¡Los grandes acontecimientos se van a dar en pocos días! ¡Todos! Y vendrá el Aviso! [...] Confiemos en la palabra de Cristo, y pedimos el discernimiento al Espíritu Santo para no tomar decisiones equivocadas" –Luz de María.****
Visiones de Jesús y María transmitidas a Melanie, Alemania
149 – No vaciléis bajo los golpes del mundo

Visión de Melanie: «El día del nacimiento de la Bienaventurada Virgen María [1], la Santísima Madre se aparece a Melanie durante el grupo de oración. Ella irradia un poder amoroso y al mismo tiempo respetuoso.
Nuestra Madre comienza a mostrar a Melanie la visión de un rascacielos y de un avión de pasajeros. Las escenas de un avión en el cielo se repiten y de repente se siente una fuerte sacudida espiritual, una especie de temblor.
Cuando un miembro del grupo de oración comienza a rezar en arameo, la Santísima Virgen María muestra su afecto y aprobación. Durante la oración en arameo, María comienza a extender una especie de campo de paz a Su alrededor. Ella Explica que no hay que subestimar el valor de la oración.»
La Santísima Virgen:
«Las oraciones aumentan el amor y la paz en el mundo y esta contribución es muy valorada y tiene un gran significado.

Cada oración hecha con el corazón tiene un efecto y se utiliza para el bien.
No vaciléis bajo los golpes del mundo. Al contrario, fortaleced vuestra confianza cuando tu reces por la paz, cuando todos recéis por la paz.

Entonces imaginad que estoy construyendo una protección que coloco alrededor del mundo como un muro de luz y amor.
Cada oración construye una pequeña piedra en el muro protector de amor que estoy construyendo donde se necesita. Vuestras oraciones hacen posible la curación y la protección.

Envío la Paloma de la Paz para vosotros y traigo curación para las heridas, fuerza en la duda, guía en el caos, esperanza en el miedo y fe donde Dios se ha perdido.
Así que no desesperes cuando vuestro mundo parezca desmoronarse y hundirse en el caos. Debe convertirse en algo nuevo y, para que esto sea posible, el mal debe ser erradicado. Pero primero debe hacerse visible.»
Melanie: «La Santísima Madre ofrece una comparación: Las ratas, por ejemplo, se hacen visibles y se muestran para poder abandonar un barco que se hunde.»

La Santísima Virgen:
«Así pues, permaneced en plena confianza en Dios, hijos Míos, y no tengáis miedo. Todo está en manos de Dios.

Confiad en la mano amorosa y solícita del Padre, que nunca se extravía y siempre dispone todo para vuestro bien, aunque de vez en cuando os parezca diferente.
El Padre dirige vuestra vida según Su Voluntad, así que confiad en Él con total entrega. Vuestra confianza será recompensada, porque las gracias fluyen hacia los fieles.
La fe mueve montañas. Alegraos de las múltiples Bendiciones que el Señor os ha preparado, porque vosotros, Sus Hijos, veréis el Reino de los Cielos.
No desesperéis, pues la victoria de Mi Hijo amado está cerca. Esperad su regreso, vosotros que sois Sus Hijos. Alegraos y regocijaos, porque SU tiempo está cerca. Mi Hijo, el Señor, os traerá alegría.
Y así id en paz.
En el Nombre (+) del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Que la paz del Señor esté siempre con vosotros.»
- La Virgen María nació el 5 de agosto en Nazaret, pero la Iglesia celebra Su nacimiento el 8 de septiembre.
Fuente: Himmelsbotschaften an Melanie








“Si supierais cómo resplandecéis después de acercaros debidamente al Sacramento de la Confesión. (Jesús) está en el Confesionario y escucha cada palabra, ve en cada rincón de vuestro corazón y está deseoso de otorgar las gracias inherentes a Su Perdón.
“¡Os pido Mis hijos predilectos que paréis esta abominación! ¡No más ministros extraordinarios de la Eucaristía! ¡No más comuniones distribuidas por laicos, ni más comuniones en la mano!”



"Padre Celestial, hoy rindo mi corazón a Ti. Ayúdame a ser Tu instrumento en el mundo. Cúbreme con la Preciosa Sangre de Tu Divino Hijo. Protégeme de todo mal. Protégeme de cualquier plan maligno que Satanás pueda tener para mí el día de hoy. Revísteme de Tu Divina Voluntad. Amén"
"Santísima Madre de Dios, María, Protectora de la Fe, resguarda mi fe en el refugio de Tu Inmaculado Corazón. En él, protege mi fe de cualquier merodeador. Muéstrame las amenazas a mi fe y ayúdame a vencerlas. Amén"
"Me coloco en la presencia de la Santísima Trinidad (Padre, Hijo y Espíritu Santo) y por el poder de la Sangre de nuestro Señor Jesucristo, rompo, desbarato, pisoteo, aniquilo e invalido y cancelo de mi ser físico, síquico, biológico y espiritual, toda maldición que haya sido puesta sobre mí, sobre mi familia y árbol genealógico, por cualquier persona, familiar o antepasado por medio del ocultismo o espiritismo. Por el poder de la Sangre Preciosa de Nuestro Señor Jesucristo y por la intercesión de la Santísima Virgen María, San Miguel, San Gabriel, y San Rafael, rompo e invalido toda maldición, cualquiera que sea su naturaleza en el nombre de nuestro Señor Jesucristo. Amén (Repetir 3 veces la oración)"
"Oh Jesús de la Divina Misericordia, escucha mis súplicas hacia Ti, pues estoy aquí para hacer tu voluntad."
"Oh Glorioso Patriarca San José, Padre adoptivo de Jesús y Esposo Humilde y Casto de María; poderoso intercesor de las almas y guardián Fiel de la Iglesia; acudimos a vos, amado Padre, para que te dignes ampáranos y socorrednos en la lucha espiritual contra los enemigos de nuestra alma. Ven en nuestro auxilio y por tu humildad y pureza, líbranos de todo mal. San José terror de los demonios, venid en mi auxilio (3 veces)."
"San Miguel Arcángel, defiéndenos en la lucha; sé nuestro amparo contra la perversidad y asechanzas del demonio. Reprímale Dios, pedimos suplicantes, y tú, Príncipe de la Milicia Celestial, arroja al infierno con el divino poder a Satanás y a los demás espíritus malignos que andan dispersos por el mundo para la perdición de las almas. Amén"
Ven, Espíritu divino, manda tu luz desde el Cielo. Padre amoroso del pobre; don, en tus dones espléndido; luz que penetra las almas; fuente del mayor consuelo. Ven, dulce huésped del alma, descanso de nuestro esfuerzo; tregua en el duro trabajo, brisa en las horas de fuego, gozo que enjuga las lágrimas y reconforta los duelos. Entra hasta el fondo del alma, divina luz, y enriquécenos. Mira el vacío del hombre si Tú le faltas por dentro; mira el poder del pecado cuando no envías tu aliento. Riega la tierra en sequía, sana el corazón enfermo, lava las manchas, infunde calor de vida en el hielo, doma al espíritu indómito, guía al que tuerce el sendero. Reparte tus siete dones según la fe de tus siervos. Por tu bondad y tu gracia dale al esfuerzo su mérito; salva al que busca salvarse y danos tu gozo eterno. Amén.
"Oh, Corazones de Jesús y de María; me consagro, consagro mi familia y al mundo entero, a vuestros Amantísimos Corazones. Atended a la súplica que os hago y aceptad nuestros corazones en los Vuestros, para que seamos librados y protegidos nosotros y el mundo entero de toda maldad y de todo pecado. Que la protección de vuestros Dos Corazones, sean refugio, fortaleza y amparo, en las luchas espirituales de cada día. Que el poder de vuestros Dos Corazones, irradie al mundo para que sea protegido de la maldad y el pecado. Nos consagramos voluntariamente y consagramos a la humanidad entera avuestros Corazones; seguros y confiados por vuestra Gran Misericordia, de obtener la victoria sobre las fuerzas del mal en este mundo, y la Gloria Eterna en el Reino de Dios. Amén."