¡Conviértanse, es urgente! “Yo no me canso mientras yo tenga vida, mientras Cristo me tenga con vida, voy a gritar, a gritar siempre: ¡Hermanos conviértanse! ¡Hermanos por favor conviértanse, es urgente! ¡No pierdan tiempo, es urgente! ¿Por qué? Porque muchos esperan grandes acontecimientos poco a poco. ¡No! ¡Los grandes acontecimientos se van a dar en pocos días! ¡Todos! Y vendrá el Aviso! [...] Confiemos en la palabra de Cristo, y pedimos el discernimiento al Espíritu Santo para no tomar decisiones equivocadas" –Luz de María.****
(Haces la señal de la cruz ante de leer y lees todo sin prisa…) – 12 de junio de 2024

«Mis queridos, Mis amados, Yo soy vuestro Redentor.
Vosotros lo sois todo para Mí y quiero volver a hablaros sin demora. Vosotros sois Míos, por eso Me comprenderéis. Quiero deciros que las etapas preparatorias para la gran calamidad han terminado y que el gran punto de inflexión ha comenzado ahora.
Satanás es el gran maestro del juego, pero mientras permanezcáis fieles a Mí, Yo os protegeré. Os he dicho a quién votar, os he advertido del peligro de encontraros en un gran flujo popular, os digo hoy que estaréis protegidos mientras Me deis prioridad en todo.
Sed regulares en vuestros deberes de estado y en vuestras prácticas religiosas católicas, las oraciones diarias por la mañana antes de salir para el trabajo, antes y después de las comidas, por la noche antes de acostaros y luego, no olvidéis rezar vuestro Rosario diario.
Si no puedes rezarlo todo de una vez, puedes rezar las cinco decenas del rosario varias veces a lo largo del día. Una decena dura cinco minutos. Cinco minutos aquí y allá 5 veces al día y vuestro rosario, tan querido al Corazón de Mi Madre que es vuestra Madre, estará rezado.
Os ayudará todos los días de la semana, no sabéis cuánto os da y cuánto se os escapa por vuestra fidelidad a esta filial adhesión a vuestra Santísima Madre. Ella os protege, aparta de vuestro camino a los demonios, se interpone en las dificultades y os ayuda a superarlas.

Os quiero en Mi Cielo, Mis queridísimos hijos fieles, y para lograrlo, debéis ser santos. Os quiero santos, y por eso he querido acercarme a vosotros de una manera especial, además de los Sacramentos y de Mi Presencia permanente con vosotros a través de la Santísima Eucaristía.
Mi Presencia en Internet también Me es muy querida y lo sabéis. No ceso de hablaros de Mi Amor y de Mi gran preocupación por vosotros, especialmente en estos tiempos en los que el demonio acentúa su autoridad para perturbaros, haceros vacilar y desconcertaros.
El mundo pecó desde el principio de la humanidad y esta pérdida de la gracia santificante fue su mayor pérdida. La muerte fue también una gran consecuencia de este pecado, y la muerte del cuerpo os hace comprender lo que puede ser la muerte del alma, aunque sea inmortal. Puede hundirse, caer en desgracia, ser moribunda, purulenta, derrotada, atrofiada, tambaleante, angustiada, puedes imaginarlo todo y aun así os quedaréis corto ante la realidad. Un alma muerta es un alma viva que ha perdido todos sus recursos; está vacía, angustiada, desesperada y fea porque el pecado la ha envuelto por completo y ha perdido toda esperanza.

Por eso está profundamente desesperada, sus pensamientos son oscuros y no puede recomponerse. No puede aferrarse a nada, todo le es hostil, todo le es negado, todo le es doloroso. Nada la tranquiliza, todo placer está ausente, su agujero es profundo, desesperado, sin futuro. Si tal neurastenia la envolviera en la vida terrenal, moriría; pero el alma en el infierno no puede morir, su estado desastroso es despiadado y eterno [1].
Hijos Míos, éste es el destino vertiginoso de todos aquellos que, sin arrepentirse, destruyen la nación, la sociedad y el bienestar querido por Mí, que soy Dios y que deseo vuestra verdadera felicidad: la de vuestra alma aún más que la de vuestro cuerpo.
Vuestro cuerpo resucitado será vuestra meta y entonces seréis definitivamente como Yo os he creado, como Yo os he pensado y como Yo os amo.
- Sed Míos desde ahora, desde hoy, comenzad un nuevo día fielmente entregados a Mi causa, a Mis Leyes, a Mis Mandamientos.
- Uníos a Mí en la oración porque, a través de estos momentos de amor expresado, permaneceréis fieles a Mí y Yo os guiaré hacia donde os quiero.
Os estrecho a Mi Corazón, Soy vuestro Redentor, no sólo de vuestra alma sino también de vuestro cuerpo, porque en el Cielo os encontraréis resucitados y será vuestra gran victoria unidos a la Mía.
- Quiero que seáis todos Míos, Conmigo y para Mí. No os dejéis sorprender por la agitación del mundo, por el agravamiento de las tensiones políticas, por los discursos mentirosos y engañosos de aquellos que se supone que os respetan, pero que abusan de vosotros y os ponen en peligro.
Rezad, manteneos unidos a Mí, alejaos de las multitudes y estaréis a salvo.

- Os cobijo bajo Mi Manto, os deseo el bien, nunca os pondré en peligro.
- Os amo, sí, de verdad, como sólo un Dios puede amar, confiad en Mí, no quedaréis decepcionados.
Yo os protejo y vosotros también podéis decir a vuestros seres queridos: “Que Dios os proteja”.
Os bendigo y os amo tiernamente, en el Nombre (+) del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Vuestro Redentor.»
- Niña coreana pintó lo que vio en el infierno (contenido gráfico): más información…
Fuente: srbeghe.blog








“Si supierais cómo resplandecéis después de acercaros debidamente al Sacramento de la Confesión. (Jesús) está en el Confesionario y escucha cada palabra, ve en cada rincón de vuestro corazón y está deseoso de otorgar las gracias inherentes a Su Perdón.
“¡Os pido Mis hijos predilectos que paréis esta abominación! ¡No más ministros extraordinarios de la Eucaristía! ¡No más comuniones distribuidas por laicos, ni más comuniones en la mano!”



"Padre Celestial, hoy rindo mi corazón a Ti. Ayúdame a ser Tu instrumento en el mundo. Cúbreme con la Preciosa Sangre de Tu Divino Hijo. Protégeme de todo mal. Protégeme de cualquier plan maligno que Satanás pueda tener para mí el día de hoy. Revísteme de Tu Divina Voluntad. Amén"
"Me coloco en la presencia de la Santísima Trinidad (Padre, Hijo y Espíritu Santo) y por el poder de la Sangre de nuestro Señor Jesucristo, rompo, desbarato, pisoteo, aniquilo e invalido y cancelo de mi ser físico, síquico, biológico y espiritual, toda maldición que haya sido puesta sobre mí, sobre mi familia y árbol genealógico, por cualquier persona, familiar o antepasado por medio del ocultismo o espiritismo. Por el poder de la Sangre Preciosa de Nuestro Señor Jesucristo y por la intercesión de la Santísima Virgen María, San Miguel, San Gabriel, y San Rafael, rompo e invalido toda maldición, cualquiera que sea su naturaleza en el nombre de nuestro Señor Jesucristo. Amén (Repetir 3 veces la oración)"
"Oh Jesús de la Divina Misericordia, escucha mis súplicas hacia Ti, pues estoy aquí para hacer tu voluntad."
"Oh Glorioso Patriarca San José, Padre adoptivo de Jesús y Esposo Humilde y Casto de María; poderoso intercesor de las almas y guardián Fiel de la Iglesia; acudimos a vos, amado Padre, para que te dignes ampáranos y socorrednos en la lucha espiritual contra los enemigos de nuestra alma. Ven en nuestro auxilio y por tu humildad y pureza, líbranos de todo mal. San José terror de los demonios, venid en mi auxilio (3 veces)."
"San Miguel Arcángel, defiéndenos en la lucha; sé nuestro amparo contra la perversidad y asechanzas del demonio. Reprímale Dios, pedimos suplicantes, y tú, Príncipe de la Milicia Celestial, arroja al infierno con el divino poder a Satanás y a los demás espíritus malignos que andan dispersos por el mundo para la perdición de las almas. Amén"
Ven, Espíritu divino, manda tu luz desde el Cielo. Padre amoroso del pobre; don, en tus dones espléndido; luz que penetra las almas; fuente del mayor consuelo. Ven, dulce huésped del alma, descanso de nuestro esfuerzo; tregua en el duro trabajo, brisa en las horas de fuego, gozo que enjuga las lágrimas y reconforta los duelos. Entra hasta el fondo del alma, divina luz, y enriquécenos. Mira el vacío del hombre si Tú le faltas por dentro; mira el poder del pecado cuando no envías tu aliento. Riega la tierra en sequía, sana el corazón enfermo, lava las manchas, infunde calor de vida en el hielo, doma al espíritu indómito, guía al que tuerce el sendero. Reparte tus siete dones según la fe de tus siervos. Por tu bondad y tu gracia dale al esfuerzo su mérito; salva al que busca salvarse y danos tu gozo eterno. Amén.
"Oh, Corazones de Jesús y de María; me consagro, consagro mi familia y al mundo entero, a vuestros Amantísimos Corazones. Atended a la súplica que os hago y aceptad nuestros corazones en los Vuestros, para que seamos librados y protegidos nosotros y el mundo entero de toda maldad y de todo pecado. Que la protección de vuestros Dos Corazones, sean refugio, fortaleza y amparo, en las luchas espirituales de cada día. Que el poder de vuestros Dos Corazones, irradie al mundo para que sea protegido de la maldad y el pecado. Nos consagramos voluntariamente y consagramos a la humanidad entera avuestros Corazones; seguros y confiados por vuestra Gran Misericordia, de obtener la victoria sobre las fuerzas del mal en este mundo, y la Gloria Eterna en el Reino de Dios. Amén."