¡Conviértanse, es urgente! “Yo no me canso mientras yo tenga vida, mientras Cristo me tenga con vida, voy a gritar, a gritar siempre: ¡Hermanos conviértanse! ¡Hermanos por favor conviértanse, es urgente! ¡No pierdan tiempo, es urgente! ¿Por qué? Porque muchos esperan grandes acontecimientos poco a poco. ¡No! ¡Los grandes acontecimientos se van a dar en pocos días! ¡Todos! Y vendrá el Aviso! [...] Confiemos en la palabra de Cristo, y pedimos el discernimiento al Espíritu Santo para no tomar decisiones equivocadas" –Luz de María.****
25 de abril del 2024 – Mensaje de la Santísima Virgen María a Luz de María
(Antes de leer el mensaje de Nuestra Madre, María Santísima, recoge us sacramentales, objetos sagrados, levántalos en tu mano, la Madre Celestial los bendecirá al final del mensaje).

«Amados hijos:
En cada uno de ustedes, en estos momentos radica Mi Amor en el corazón de cada uno para ablandarlos porque, para caminar atentos hacia la meta final de encontrarse con Mi Divino Hijo, deben poseer “un corazón de carne” para que sean dóciles a los Llamados y Enseñanzas de Mi Divino Hijo necesarias en este momento para que salgan airosos de todas las pruebas a las que se van a enfrentar; no solo como generación, sino como hijos de Mi Divino Hijo a nivel personal.
Hijos Míos, la Casa Paterna por Voluntad Divina, les ha enviado todos los medicamentos de la naturaleza [1] [2] necesarios y eficaces ante las enfermedades que van a aparecer nuevamente. Cuando los vayan a aplicar, el efecto surgirá en la fe que la criatura posea en la Palabra del Cielo.

Si tu fe, hijo Mío es nula, no podrás sanarte con lo que la Casa Paterna ha enviado a ustedes para que combatan las enfermedades desconocidas; pero si tu fe es infinita, si tu fe es mínima, si tu fe es grande, hijos, la fe les salvará y Yo les digo: “la fe te ha salvado”.
Crezcan en la fe porque la fe mueve montañas, (*Mt. 17, 20-21) crezcan espiritualmente y no se afanen tanto en lo material; sí, prepárense, pero no se excedan porque la fe será el condimento que le dará la sazón necesaria a todo lo que ustedes emprendan en el Nombre de la Trinidad Sacrosanta o en Mi Nombre o en obediencia a Mi amadísimo San Miguel Arcángel.
¡Fe firme, fe fuerte, fe decidida, hijos Míos!
- ¡Cuánto les amo!
- ¡Cuánto les bendigo!
- ¡Cuánto les agradezco el unirse para expandir los Llamados de la Trinidad Sacrosanta hacia todos sus hermanos!
Cada uno de ustedes es un mensajero del Amor Divino. No se dejen ese Amor Divino para ustedes solos porque no dará frutos, pero si lo comparten con sus hermanos, sí recibirán frutos y en abundancia porque Dios es Amor, es Caridad, es Paz interior y Paz exterior.
Por ello crezcan, hijos Míos, crezcan en el espíritu, obedeciendo con Fe y preparándose con Fe.

(Recoge y levanta tus sacramentales y objetos sagrados, para recibir la Bendición)
Hijitos Míos, eleven todos los Sacramentales que tengan en sus manos y Yo como Madre y Maestra, como Madre de Mi Divino Hijo y de la humanidad, bendigo estos Sacramentales y le ordeno a las fuerzas del mal que retrocedan ante quien porte estos Sacramentales en estado de gracia y que los sane de cuerpo y de alma, si así es la Voluntad Divina.
Los amo y los bendigo, hijos Míos. Mamá María.»
Ave María Purísima, sin pecado concebida
Ave María Purísima, sin pecado concebida
Ave María Purísima, sin pecado concebida
- Remedios Naturales dados por el Cielo a Luz de Maria: descargar…
- Remedios Naturales dados por el Cielo a Mary Jane Even, Enoc y otros videntes: descargar…
Fuente: Revelaciones Marianas








“Si supierais cómo resplandecéis después de acercaros debidamente al Sacramento de la Confesión. (Jesús) está en el Confesionario y escucha cada palabra, ve en cada rincón de vuestro corazón y está deseoso de otorgar las gracias inherentes a Su Perdón.
“¡Os pido Mis hijos predilectos que paréis esta abominación! ¡No más ministros extraordinarios de la Eucaristía! ¡No más comuniones distribuidas por laicos, ni más comuniones en la mano!”



"Padre Celestial, hoy rindo mi corazón a Ti. Ayúdame a ser Tu instrumento en el mundo. Cúbreme con la Preciosa Sangre de Tu Divino Hijo. Protégeme de todo mal. Protégeme de cualquier plan maligno que Satanás pueda tener para mí el día de hoy. Revísteme de Tu Divina Voluntad. Amén"
"Santísima Madre de Dios, María, Protectora de la Fe, resguarda mi fe en el refugio de Tu Inmaculado Corazón. En él, protege mi fe de cualquier merodeador. Muéstrame las amenazas a mi fe y ayúdame a vencerlas. Amén"
"Me coloco en la presencia de la Santísima Trinidad (Padre, Hijo y Espíritu Santo) y por el poder de la Sangre de nuestro Señor Jesucristo, rompo, desbarato, pisoteo, aniquilo e invalido y cancelo de mi ser físico, síquico, biológico y espiritual, toda maldición que haya sido puesta sobre mí, sobre mi familia y árbol genealógico, por cualquier persona, familiar o antepasado por medio del ocultismo o espiritismo. Por el poder de la Sangre Preciosa de Nuestro Señor Jesucristo y por la intercesión de la Santísima Virgen María, San Miguel, San Gabriel, y San Rafael, rompo e invalido toda maldición, cualquiera que sea su naturaleza en el nombre de nuestro Señor Jesucristo. Amén (Repetir 3 veces la oración)"
"Oh Jesús de la Divina Misericordia, escucha mis súplicas hacia Ti, pues estoy aquí para hacer tu voluntad."
"Oh Glorioso Patriarca San José, Padre adoptivo de Jesús y Esposo Humilde y Casto de María; poderoso intercesor de las almas y guardián Fiel de la Iglesia; acudimos a vos, amado Padre, para que te dignes ampáranos y socorrednos en la lucha espiritual contra los enemigos de nuestra alma. Ven en nuestro auxilio y por tu humildad y pureza, líbranos de todo mal. San José terror de los demonios, venid en mi auxilio (3 veces)."
"San Miguel Arcángel, defiéndenos en la lucha; sé nuestro amparo contra la perversidad y asechanzas del demonio. Reprímale Dios, pedimos suplicantes, y tú, Príncipe de la Milicia Celestial, arroja al infierno con el divino poder a Satanás y a los demás espíritus malignos que andan dispersos por el mundo para la perdición de las almas. Amén"
Ven, Espíritu divino, manda tu luz desde el Cielo. Padre amoroso del pobre; don, en tus dones espléndido; luz que penetra las almas; fuente del mayor consuelo. Ven, dulce huésped del alma, descanso de nuestro esfuerzo; tregua en el duro trabajo, brisa en las horas de fuego, gozo que enjuga las lágrimas y reconforta los duelos. Entra hasta el fondo del alma, divina luz, y enriquécenos. Mira el vacío del hombre si Tú le faltas por dentro; mira el poder del pecado cuando no envías tu aliento. Riega la tierra en sequía, sana el corazón enfermo, lava las manchas, infunde calor de vida en el hielo, doma al espíritu indómito, guía al que tuerce el sendero. Reparte tus siete dones según la fe de tus siervos. Por tu bondad y tu gracia dale al esfuerzo su mérito; salva al que busca salvarse y danos tu gozo eterno. Amén.
"Oh, Corazones de Jesús y de María; me consagro, consagro mi familia y al mundo entero, a vuestros Amantísimos Corazones. Atended a la súplica que os hago y aceptad nuestros corazones en los Vuestros, para que seamos librados y protegidos nosotros y el mundo entero de toda maldad y de todo pecado. Que la protección de vuestros Dos Corazones, sean refugio, fortaleza y amparo, en las luchas espirituales de cada día. Que el poder de vuestros Dos Corazones, irradie al mundo para que sea protegido de la maldad y el pecado. Nos consagramos voluntariamente y consagramos a la humanidad entera avuestros Corazones; seguros y confiados por vuestra Gran Misericordia, de obtener la victoria sobre las fuerzas del mal en este mundo, y la Gloria Eterna en el Reino de Dios. Amén."