¡Conviértanse, es urgente! “Yo no me canso mientras yo tenga vida, mientras Cristo me tenga con vida, voy a gritar, a gritar siempre: ¡Hermanos conviértanse! ¡Hermanos por favor conviértanse, es urgente! ¡No pierdan tiempo, es urgente! ¿Por qué? Porque muchos esperan grandes acontecimientos poco a poco. ¡No! ¡Los grandes acontecimientos se van a dar en pocos días! ¡Todos! Y vendrá el Aviso! [...] Confiemos en la palabra de Cristo, y pedimos el discernimiento al Espíritu Santo para no tomar decisiones equivocadas" –Luz de María.****
(Haz la señal de la cruz antes de leer y lee hasta el final…) – 19 de marzo de 2024
(DeepL Translator) “Hijos Míos, Mis muy queridos, estoy cerca de vosotros y siempre sois felices cuando os hablo. Ved cómo María Magdalena lo olvidó todo para aferrarse a Mi Palabra; y vosotros, sed como ella. Leed los Evangelios y, como ella, sobrecogeos.
Sí, Mi Palabra es Verdad porque Yo soy Dios y no hay verdad fuera de Mí. Fuera de Mí está el demonio, así que huid de él y permaneced cerca de Mí, de Mi Palabra, de la catolicidad tan reprobada por los que Me rechazan, tan rechazada por los que Me odian.
(La persecución…)
Sí, estáis entrando y estáis ya en un tiempo de anticatolicismo, y este vicio aún no se ha endurecido, aunque se está poniendo en marcha. Las iglesias llamadas retrógradas, que no quieren ninguna desviación en la fe, serán vigiladas, pero mientras permanezcan tranquilas a los ojos de los que gobiernan, permanecerán abiertas y accesibles. Los fieles que las frecuentan serán igualmente libres de seguir haciéndolo, mientras no se subleven contra los poderes fácticos. Pero cuando caiga el hacha, y caerá, estas iglesias serán las primeras en cerrarse.

El obispo Rolando Álvarez de Matagalpa, Nicaragua, es vigilado por la policía (agosto de 2022).
Que la paz sea con todos vosotros.
Subí a Jerusalén a pesar del aumento del odio contra Mí y seguí atrayendo multitudes a Mi alrededor. Así que Mi entrada en Jerusalén fue un tiempo de gran regocijo y fui aclamado como Rey, lo cual soy.
‘Así que el siervo no es mayor que su Señor, y si a Mí me han perseguido, también a vosotros os perseguirán; si han guardado Mi Palabra, también guardarán la vuestra’ (Jn 15, 20).
Os enseñé cuando vine a la tierra y luego, a través de la voz de Mi Iglesia, os seguí enseñando, de generación en generación. Y ahora continúo enseñándoos a través de Mis sacerdotes que han permanecido fieles, a través de Mis siervos dondequiera que los lleve, y Mi Voz continúa siendo escuchada porque Yo soy la Palabra y Dios no calla.
Que la paz sea con vosotros, la paz, no del mundo sino Mía, la paz del corazón, la paz del alma, que permanece en vosotros pase lo que pase y sean cuales sean los acontecimientos de la vida terrena.
Os quiero a Mi lado en estos tiempos inciertos, cerca de Mí y siempre a Mi lado. Camino con vosotros como lo hice con Mis discípulos durante Mi vida terrena. El tiempo de renovación terrenal es parte del Plan de Dios para la tierra, para que Su creación resulte en la belleza, paz y santidad que Él ha deseado desde los primeros días.

Yo soy Dios y el diablo no puede vencerme, aunque pueda causar mucho daño y maldad. Mi creación volverá a ser bella y sonriente, amistosa y piadosa, los hombres volverán a poder confiar los unos en los otros porque todos serán conversos, leales y caritativos. Todos creerán en Mí, Yo seré su Dios y nadie se desviará del camino recto, el de la Verdad divina, el de la Bondad divina, el de la Misericordia divina.
Hijos Míos, vosotros sois los padres y los abuelos de esta bendita generación que reconstruirá el mundo en el fervor de la fe católica, la de Jesucristo, la fe que no puede extinguirse en las almas porque viene de Dios.
(La guerra…)

Sois Mis amados, Mis predilectos, y os quiero cerca de Mi Corazón. Permaneced ahí acurrucados, no Me abandonéis y si la guerra que se avecina os arruina, os hiere o os mata, permaneced siempre en Mi Amor porque sólo eso importa: no Me dejéis, no Me abandonéis. Tanto si estáis en el Cielo como en la tierra, estar Conmigo debe ser vuestra única preocupación, pase lo que pase y sean cuales sean los acontecimientos políticos o familiares.
Perderéis a algunos de los vuestros, a vuestra familia, a vuestros amigos, a vuestros conocidos, pero no Me perdáis a Mí, vuestro Maestro y Señor, que os ha mostrado el ejemplo de sumisión perfecta y ejemplar a la voluntad providencial de vuestro Padre celestial.
(Prepararse para los acontecimientos…)
- Con vuestro sacrificio, participaréis en la Redención del mundo y de los hombres; con vuestro sacrificio, seréis amados por Dios y participaréis de Su Gloria en el Cielo, como lo fueron los mártires de los primeros siglos.
- Con vuestra penitencia, os prepararéis para ser cristianos buenos y leales, fervorosos y piadosos, valientes y emprendedores, y Dios bendecirá la tierra renovada que os confíe. Y daréis ejemplo a los que, convertidos, habrán sido librados por la divina Providencia.
- Es mediante la oración como mejor os prepararéis para lo que ha de venir, y vuestras almas estarán en paz, llenas de la Presencia Divina. Permanezco con vosotros, dentro de vosotros y ante vosotros, seguidme, voy delante de vosotros, soy vuestro Hermano Mayor, voy delante de vosotros.

Os bendigo, Mis queridos, Mis amados Hijos, estad en paz, tened confianza y no perdáis nunca el vínculo que nos une.
(Haz la señal de la cruz para recibir la bendición del Señor)
En el Nombre (+) del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo; Así sea.
El Señor Jesucristo Vuestro Hermano Mayor.”
- Una mirada a la Nueva Era y a la Tierra Prometida después de la Gran Tribulación: (leer…)
Fuente: srbeghe.blog








“Si supierais cómo resplandecéis después de acercaros debidamente al Sacramento de la Confesión. (Jesús) está en el Confesionario y escucha cada palabra, ve en cada rincón de vuestro corazón y está deseoso de otorgar las gracias inherentes a Su Perdón.
“¡Os pido Mis hijos predilectos que paréis esta abominación! ¡No más ministros extraordinarios de la Eucaristía! ¡No más comuniones distribuidas por laicos, ni más comuniones en la mano!”



"Padre Celestial, hoy rindo mi corazón a Ti. Ayúdame a ser Tu instrumento en el mundo. Cúbreme con la Preciosa Sangre de Tu Divino Hijo. Protégeme de todo mal. Protégeme de cualquier plan maligno que Satanás pueda tener para mí el día de hoy. Revísteme de Tu Divina Voluntad. Amén"
"Santísima Madre de Dios, María, Protectora de la Fe, resguarda mi fe en el refugio de Tu Inmaculado Corazón. En él, protege mi fe de cualquier merodeador. Muéstrame las amenazas a mi fe y ayúdame a vencerlas. Amén"
"Me coloco en la presencia de la Santísima Trinidad (Padre, Hijo y Espíritu Santo) y por el poder de la Sangre de nuestro Señor Jesucristo, rompo, desbarato, pisoteo, aniquilo e invalido y cancelo de mi ser físico, síquico, biológico y espiritual, toda maldición que haya sido puesta sobre mí, sobre mi familia y árbol genealógico, por cualquier persona, familiar o antepasado por medio del ocultismo o espiritismo. Por el poder de la Sangre Preciosa de Nuestro Señor Jesucristo y por la intercesión de la Santísima Virgen María, San Miguel, San Gabriel, y San Rafael, rompo e invalido toda maldición, cualquiera que sea su naturaleza en el nombre de nuestro Señor Jesucristo. Amén (Repetir 3 veces la oración)"
"Oh Jesús de la Divina Misericordia, escucha mis súplicas hacia Ti, pues estoy aquí para hacer tu voluntad."
"Oh Glorioso Patriarca San José, Padre adoptivo de Jesús y Esposo Humilde y Casto de María; poderoso intercesor de las almas y guardián Fiel de la Iglesia; acudimos a vos, amado Padre, para que te dignes ampáranos y socorrednos en la lucha espiritual contra los enemigos de nuestra alma. Ven en nuestro auxilio y por tu humildad y pureza, líbranos de todo mal. San José terror de los demonios, venid en mi auxilio (3 veces)."
"San Miguel Arcángel, defiéndenos en la lucha; sé nuestro amparo contra la perversidad y asechanzas del demonio. Reprímale Dios, pedimos suplicantes, y tú, Príncipe de la Milicia Celestial, arroja al infierno con el divino poder a Satanás y a los demás espíritus malignos que andan dispersos por el mundo para la perdición de las almas. Amén"
Ven, Espíritu divino, manda tu luz desde el Cielo. Padre amoroso del pobre; don, en tus dones espléndido; luz que penetra las almas; fuente del mayor consuelo. Ven, dulce huésped del alma, descanso de nuestro esfuerzo; tregua en el duro trabajo, brisa en las horas de fuego, gozo que enjuga las lágrimas y reconforta los duelos. Entra hasta el fondo del alma, divina luz, y enriquécenos. Mira el vacío del hombre si Tú le faltas por dentro; mira el poder del pecado cuando no envías tu aliento. Riega la tierra en sequía, sana el corazón enfermo, lava las manchas, infunde calor de vida en el hielo, doma al espíritu indómito, guía al que tuerce el sendero. Reparte tus siete dones según la fe de tus siervos. Por tu bondad y tu gracia dale al esfuerzo su mérito; salva al que busca salvarse y danos tu gozo eterno. Amén.
"Oh, Corazones de Jesús y de María; me consagro, consagro mi familia y al mundo entero, a vuestros Amantísimos Corazones. Atended a la súplica que os hago y aceptad nuestros corazones en los Vuestros, para que seamos librados y protegidos nosotros y el mundo entero de toda maldad y de todo pecado. Que la protección de vuestros Dos Corazones, sean refugio, fortaleza y amparo, en las luchas espirituales de cada día. Que el poder de vuestros Dos Corazones, irradie al mundo para que sea protegido de la maldad y el pecado. Nos consagramos voluntariamente y consagramos a la humanidad entera avuestros Corazones; seguros y confiados por vuestra Gran Misericordia, de obtener la victoria sobre las fuerzas del mal en este mundo, y la Gloria Eterna en el Reino de Dios. Amén."