¡Conviértanse, es urgente! “Yo no me canso mientras yo tenga vida, mientras Cristo me tenga con vida, voy a gritar, a gritar siempre: ¡Hermanos conviértanse! ¡Hermanos por favor conviértanse, es urgente! ¡No pierdan tiempo, es urgente! ¿Por qué? Porque muchos esperan grandes acontecimientos poco a poco. ¡No! ¡Los grandes acontecimientos se van a dar en pocos días! ¡Todos! Y vendrá el Aviso! [...] Confiemos en la palabra de Cristo, y pedimos el discernimiento al Espíritu Santo para no tomar decisiones equivocadas" –Luz de María.****
(Haz la señal de la cruz antes de leer y lee hasta el final…) – 11 de marzo de 2024

(DeepL Translator) “Mis queridos Hijos, no tengáis miedo. No tengáis miedo porque, si los tiempos actuales son peligrosos a causa de la maldad, del egoísmo y de la perversidad de los hombres, el hecho es que Yo estoy cerca de los Míos y vuestra confianza en Mí debe dominar todos los demás sentimientos.
Estoy muy cerca de vosotros y conozco vuestras aspiraciones, vuestros miedos, vuestras esperanzas, vuestras dudas y vuestras incertidumbres.
Sí, la situación internacional es mala, muy mala, vuestras leyes y todas las que vuestros gobernantes quieren promulgar son todas contrarias a la ley natural: vida, libertad, armonía y unidad.

Quieren leyes inicuas que traen muerte, sufrimiento, desigualdad y escarnio.
Sí, Yo mismo estoy siendo atacado y Mis fieles son tratados como enemigos del pueblo, que es a su vez (los gobernantes) decadente, inculto y depravado.
Mantén la compostura, refrenad vuestras legítimas emociones y no Me abandonéis. Soy y sigo siendo el Dueño de Mis súbditos, buenos y malos, y así como Me dejé condenar por los judíos y los romanos en la persona de Poncio Pilato, por este medio, mal entendido por los malvados, salvé a los hombres, a todos los hombres, buenos o menos buenos, todos pueden venir a pedirme perdón.
Y así continuará a lo largo de los siglos, siempre seré el gran Misericordioso, el gran Salvador del Mundo. Todos podrán siempre invocarme, y Yo les responderé siempre. Yo soy el Juez sólo de aquellos que, después de su muerte, se presentan ante el Tribunal de Dios. Los buenos serán recompensados, los malvados castigados, todos, sí, todos oirán la sentencia final y todos la aceptarán o la sufrirán.
Hijos Míos, os necesito, necesito vuestro fervor, vuestro valor, vuestra caridad, porque los días que os esperan no serán días alegres. Los malvados mandan y a los buenos no se les permite entrar.
Vuestro papel será animar a vuestros seres queridos, consolarlos, ayudarlos; vuestro papel será llevarles el conocimiento de su verdadero Salvador. Lo haréis con caridad, porque es necesario llevarles el verdadero consuelo, que no se encuentra en la humanidad, sino sólo en Mí. Por Mí vendrá la paz, la paz de los corazones, la paz de las almas y la paz del mundo; fuera de Mí no puede haber paz, sólo hay sedición, querellas y guerras.
Hijos Míos, tened cuidado de tener una verdadera vida de oración.

Sin la oración regular y cotidiana, el rezo del Rosario todos los días, sin estos medios accesibles a todos, a cada uno de vosotros, sin ellos os agotaréis, con ellos estaréis vivos, presentes y siempre dispuestos a ayudar.
Hijos Míos, todo está actualmente en estado de deconstrucción, la fe es rara, las instituciones políticas y gubernamentales han abandonado el camino de la Verdad, sólo pueden llevaros al desastre y lo harán.
Sin embargo, no temáis, pues Yo permanezco con vosotros, manteneos firmes en la fe, la única y verdadera fe que es católica y que el Señor Jesucristo, Yo que os hablo, ha enseñado y que nadie puede cambiar ni modificar. Mi Palabra es única, no cambiará porque es verdadera. Los que quieren interpretarla a su conveniencia son unos engañadores, sólo hay una Verdad y Dios Es.
Os bendigo, Hijos Míos, bendigo vuestra resolución de permanecer fieles a Mí, pase lo que pase y sean cuales sean las pruebas que se amontonen sobre vuestras cabezas.
(La guerra…)
Sí, la guerra es una prueba muy grande, Dios lo sabe, y no os dejaré solos en medio de sus ruinas mientras os comportéis como fieles católicos, fervientes y caritativos con vuestros hermanos menos instruidos o más frágiles.

Yo estaré con vosotros, a vuestro lado, y nunca estaréis solos ante el peligro, ante el hambre, ante la destrucción. Estaréis Conmigo y Yo os daré Mi ayuda mientras la pidáis.
Permanezcamos unidos, vosotros Conmigo y Yo con vosotros, en todo momento, en toda circunstancia y en todo lugar.
Os bendigo, Mis muy queridos Hijos, Mis Amigos, Mis Amados.
(Haces la señal de la cruz)
Os bendigo en el Nombre (+) del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, Amén.
El Señor Jesucristo. El Salvador del mundo.”
Fuente: srbeghe.blog








“Si supierais cómo resplandecéis después de acercaros debidamente al Sacramento de la Confesión. (Jesús) está en el Confesionario y escucha cada palabra, ve en cada rincón de vuestro corazón y está deseoso de otorgar las gracias inherentes a Su Perdón.
“¡Os pido Mis hijos predilectos que paréis esta abominación! ¡No más ministros extraordinarios de la Eucaristía! ¡No más comuniones distribuidas por laicos, ni más comuniones en la mano!”



"Padre Celestial, hoy rindo mi corazón a Ti. Ayúdame a ser Tu instrumento en el mundo. Cúbreme con la Preciosa Sangre de Tu Divino Hijo. Protégeme de todo mal. Protégeme de cualquier plan maligno que Satanás pueda tener para mí el día de hoy. Revísteme de Tu Divina Voluntad. Amén"
"Santísima Madre de Dios, María, Protectora de la Fe, resguarda mi fe en el refugio de Tu Inmaculado Corazón. En él, protege mi fe de cualquier merodeador. Muéstrame las amenazas a mi fe y ayúdame a vencerlas. Amén"
"Me coloco en la presencia de la Santísima Trinidad (Padre, Hijo y Espíritu Santo) y por el poder de la Sangre de nuestro Señor Jesucristo, rompo, desbarato, pisoteo, aniquilo e invalido y cancelo de mi ser físico, síquico, biológico y espiritual, toda maldición que haya sido puesta sobre mí, sobre mi familia y árbol genealógico, por cualquier persona, familiar o antepasado por medio del ocultismo o espiritismo. Por el poder de la Sangre Preciosa de Nuestro Señor Jesucristo y por la intercesión de la Santísima Virgen María, San Miguel, San Gabriel, y San Rafael, rompo e invalido toda maldición, cualquiera que sea su naturaleza en el nombre de nuestro Señor Jesucristo. Amén (Repetir 3 veces la oración)"
"Oh Jesús de la Divina Misericordia, escucha mis súplicas hacia Ti, pues estoy aquí para hacer tu voluntad."
"Oh Glorioso Patriarca San José, Padre adoptivo de Jesús y Esposo Humilde y Casto de María; poderoso intercesor de las almas y guardián Fiel de la Iglesia; acudimos a vos, amado Padre, para que te dignes ampáranos y socorrednos en la lucha espiritual contra los enemigos de nuestra alma. Ven en nuestro auxilio y por tu humildad y pureza, líbranos de todo mal. San José terror de los demonios, venid en mi auxilio (3 veces)."
"San Miguel Arcángel, defiéndenos en la lucha; sé nuestro amparo contra la perversidad y asechanzas del demonio. Reprímale Dios, pedimos suplicantes, y tú, Príncipe de la Milicia Celestial, arroja al infierno con el divino poder a Satanás y a los demás espíritus malignos que andan dispersos por el mundo para la perdición de las almas. Amén"
Ven, Espíritu divino, manda tu luz desde el Cielo. Padre amoroso del pobre; don, en tus dones espléndido; luz que penetra las almas; fuente del mayor consuelo. Ven, dulce huésped del alma, descanso de nuestro esfuerzo; tregua en el duro trabajo, brisa en las horas de fuego, gozo que enjuga las lágrimas y reconforta los duelos. Entra hasta el fondo del alma, divina luz, y enriquécenos. Mira el vacío del hombre si Tú le faltas por dentro; mira el poder del pecado cuando no envías tu aliento. Riega la tierra en sequía, sana el corazón enfermo, lava las manchas, infunde calor de vida en el hielo, doma al espíritu indómito, guía al que tuerce el sendero. Reparte tus siete dones según la fe de tus siervos. Por tu bondad y tu gracia dale al esfuerzo su mérito; salva al que busca salvarse y danos tu gozo eterno. Amén.
"Oh, Corazones de Jesús y de María; me consagro, consagro mi familia y al mundo entero, a vuestros Amantísimos Corazones. Atended a la súplica que os hago y aceptad nuestros corazones en los Vuestros, para que seamos librados y protegidos nosotros y el mundo entero de toda maldad y de todo pecado. Que la protección de vuestros Dos Corazones, sean refugio, fortaleza y amparo, en las luchas espirituales de cada día. Que el poder de vuestros Dos Corazones, irradie al mundo para que sea protegido de la maldad y el pecado. Nos consagramos voluntariamente y consagramos a la humanidad entera avuestros Corazones; seguros y confiados por vuestra Gran Misericordia, de obtener la victoria sobre las fuerzas del mal en este mundo, y la Gloria Eterna en el Reino de Dios. Amén."