¡Conviértanse, es urgente! “Yo no me canso mientras yo tenga vida, mientras Cristo me tenga con vida, voy a gritar, a gritar siempre: ¡Hermanos conviértanse! ¡Hermanos por favor conviértanse, es urgente! ¡No pierdan tiempo, es urgente! ¿Por qué? Porque muchos esperan grandes acontecimientos poco a poco. ¡No! ¡Los grandes acontecimientos se van a dar en pocos días! ¡Todos! Y vendrá el Aviso! [...] Confiemos en la palabra de Cristo, y pedimos el discernimiento al Espíritu Santo para no tomar decisiones equivocadas" –Luz de María.****
(Haces la señal de la cruz ante de leer y lees todo sin prisa…) – 24 de enero de 2023
(Siempre con vosotros…)
“Mis queridos hijos, no os he olvidado. Estoy con vosotros en todo momento y en cada instante de vuestra existencia. Sé que vosotros también Me amáis y Yo os amo doblemente. Yo soy el Verbo de Dios, la Palabra Divina, Yo soy Dios y estoy con Él en todo momento, en todo lugar y para siempre. Mi Amor por la humanidad es inaudito, sobrepasa el conocimiento y la comprensión humana porque es como Yo, infinito.
Os amo hasta tal punto que Me he entregado enteramente a vosotros, a todos vosotros, pero también a cada uno de vosotros en particular y para siempre. Yo soy Vuestro y vosotros sois Míos, y este amor que nos une no terminará nunca.
(Santa Teresita del Niño Jesús…)
Podéis confiármelo todo, vuestras penas, vuestros sufrimientos, vuestras incertidumbres, todo, sí, absolutamente todo, como Santa Teresa del Niño Jesús Me lo confió todo de sí misma. Ella es la gran santa de los últimos tiempos, que ilumina el mundo con su santa luminosidad. En el Cielo, encanta a todos los que la rodean y se acercan a ella; es un imán porque ama a Dios como la niña querida que fue en la tierra.
(No tengas miedo…)
Hijos Míos, sed como ella, completamente abandonados a la Divina Providencia, dispuestos a entregaros a lo que Dios permita. Estaréis preocupados, confiad vuestra preocupación a Dios, no os la guardéis para vosotros, entregádsela a Él y luego tened la seguridad de que Él cuidará de vosotros. Vais a pasar momentos (1) difíciles, tendréis frío, hambre, careceréis de consuelo, pero ¿qué es todo eso mientras sabéis que Dios vela por vosotros? Tenéis un Padre devoto en el Cielo, capaz de daros lo que necesitáis, y si Él permite que pasáis un poco de privación, aceptadlo con serenidad porque sabéis que Dios vela por vosotros.
No tengas miedo, nunca tengas miedo, es un estado que paraliza cualquier esfuerzo, cualquier decisión, por eso debéis ser valientes, decididos y lúcidos.
Estoy con vosotros tanto como lo estuve con Santa Teresa del Niño Jesús, esa gran “pequeña santa” de vuestro tiempo. Ella sufría, pero nunca se quejaba; cuando sufráis, hacéis como ella, no os quejéis, dad gracias a Dios por las gracias de santidad que os da y estáis en la paz.
(Venga a nosotros Tu Reino…)
Cuando suene la campana, en ese mismo momento, quiero que os pongáis de rodillas y recéis la hermosa oración de “Padre Nuestro, que estás en los Cielos, santificado sea Tu Nombre, venga a nosotros Tu Reino…”. Sí, porque será el preludio de la llegada de Mi Reino y quiero que estéis felices y en paz cuando se anuncie esta llegada. Será difícil, sí, porque el mundo deberá ser limpiado para acoger este magnífico Reinado, también deberá ser escarmentado porque el mal es profundo, ignominioso, y el demonio debe ser expulsado. El demonio es un gran enemigo, duro, tenaz y envilecedor, y la victoria será dura pero triunfal.
Estad preparados, Mis queridos hijos, para esta hora de gloria, para este triunfo, para esta felicidad deslumbrante después de tantas pruebas. Me alegro con vosotros de lo que está por venir y no dejaré de alentaros con Mi presencia invisible mientras las pruebas sean vuestro presente.
Sed valientes, sed fuertes y sobre todo permaneced en paz en Mi Amor. Yo os amo, Yo os bendigo, Yo soy vuestro Redentor. Que así sea.
Vuestro Divino Redentor.”
(1)
- Vosotros en Occidente estáis en los últimos días de paz, y vuestro dulce estilo de vida está llegando a su fin: Leer…
- Los días están contados, la guerra se intensificará porque Occidente está sin aliento: Leer…
- Pronto viviréis acontecimientos inesperados, Francia y Europa se verán más particularmente afectadas: Leer…
- Sí, la guerra está a las puertas de Europa, vuestros gobiernos la quieren y la tendrán: Leer…
- Para los destinados a sobrevivir a la guerra que se acerca: Instrucciones del Señor: Leer…
Fuente: srbeghe.blog








“Si supierais cómo resplandecéis después de acercaros debidamente al Sacramento de la Confesión. (Jesús) está en el Confesionario y escucha cada palabra, ve en cada rincón de vuestro corazón y está deseoso de otorgar las gracias inherentes a Su Perdón.
“¡Os pido Mis hijos predilectos que paréis esta abominación! ¡No más ministros extraordinarios de la Eucaristía! ¡No más comuniones distribuidas por laicos, ni más comuniones en la mano!”



"Padre Celestial, hoy rindo mi corazón a Ti. Ayúdame a ser Tu instrumento en el mundo. Cúbreme con la Preciosa Sangre de Tu Divino Hijo. Protégeme de todo mal. Protégeme de cualquier plan maligno que Satanás pueda tener para mí el día de hoy. Revísteme de Tu Divina Voluntad. Amén"
"Santísima Madre de Dios, María, Protectora de la Fe, resguarda mi fe en el refugio de Tu Inmaculado Corazón. En él, protege mi fe de cualquier merodeador. Muéstrame las amenazas a mi fe y ayúdame a vencerlas. Amén"
"Me coloco en la presencia de la Santísima Trinidad (Padre, Hijo y Espíritu Santo) y por el poder de la Sangre de nuestro Señor Jesucristo, rompo, desbarato, pisoteo, aniquilo e invalido y cancelo de mi ser físico, síquico, biológico y espiritual, toda maldición que haya sido puesta sobre mí, sobre mi familia y árbol genealógico, por cualquier persona, familiar o antepasado por medio del ocultismo o espiritismo. Por el poder de la Sangre Preciosa de Nuestro Señor Jesucristo y por la intercesión de la Santísima Virgen María, San Miguel, San Gabriel, y San Rafael, rompo e invalido toda maldición, cualquiera que sea su naturaleza en el nombre de nuestro Señor Jesucristo. Amén (Repetir 3 veces la oración)"
"Oh Jesús de la Divina Misericordia, escucha mis súplicas hacia Ti, pues estoy aquí para hacer tu voluntad."
"Oh Glorioso Patriarca San José, Padre adoptivo de Jesús y Esposo Humilde y Casto de María; poderoso intercesor de las almas y guardián Fiel de la Iglesia; acudimos a vos, amado Padre, para que te dignes ampáranos y socorrednos en la lucha espiritual contra los enemigos de nuestra alma. Ven en nuestro auxilio y por tu humildad y pureza, líbranos de todo mal. San José terror de los demonios, venid en mi auxilio (3 veces)."
"San Miguel Arcángel, defiéndenos en la lucha; sé nuestro amparo contra la perversidad y asechanzas del demonio. Reprímale Dios, pedimos suplicantes, y tú, Príncipe de la Milicia Celestial, arroja al infierno con el divino poder a Satanás y a los demás espíritus malignos que andan dispersos por el mundo para la perdición de las almas. Amén"
Ven, Espíritu divino, manda tu luz desde el Cielo. Padre amoroso del pobre; don, en tus dones espléndido; luz que penetra las almas; fuente del mayor consuelo. Ven, dulce huésped del alma, descanso de nuestro esfuerzo; tregua en el duro trabajo, brisa en las horas de fuego, gozo que enjuga las lágrimas y reconforta los duelos. Entra hasta el fondo del alma, divina luz, y enriquécenos. Mira el vacío del hombre si Tú le faltas por dentro; mira el poder del pecado cuando no envías tu aliento. Riega la tierra en sequía, sana el corazón enfermo, lava las manchas, infunde calor de vida en el hielo, doma al espíritu indómito, guía al que tuerce el sendero. Reparte tus siete dones según la fe de tus siervos. Por tu bondad y tu gracia dale al esfuerzo su mérito; salva al que busca salvarse y danos tu gozo eterno. Amén.
"Oh, Corazones de Jesús y de María; me consagro, consagro mi familia y al mundo entero, a vuestros Amantísimos Corazones. Atended a la súplica que os hago y aceptad nuestros corazones en los Vuestros, para que seamos librados y protegidos nosotros y el mundo entero de toda maldad y de todo pecado. Que la protección de vuestros Dos Corazones, sean refugio, fortaleza y amparo, en las luchas espirituales de cada día. Que el poder de vuestros Dos Corazones, irradie al mundo para que sea protegido de la maldad y el pecado. Nos consagramos voluntariamente y consagramos a la humanidad entera avuestros Corazones; seguros y confiados por vuestra Gran Misericordia, de obtener la victoria sobre las fuerzas del mal en este mundo, y la Gloria Eterna en el Reino de Dios. Amén."