¡Conviértanse, es urgente! “Yo no me canso mientras yo tenga vida, mientras Cristo me tenga con vida, voy a gritar, a gritar siempre: ¡Hermanos conviértanse! ¡Hermanos por favor conviértanse, es urgente! ¡No pierdan tiempo, es urgente! ¿Por qué? Porque muchos esperan grandes acontecimientos poco a poco. ¡No! ¡Los grandes acontecimientos se van a dar en pocos días! ¡Todos! Y vendrá el Aviso! [...] Confiemos en la palabra de Cristo, y pedimos el discernimiento al Espíritu Santo para no tomar decisiones equivocadas" –Luz de María.****
(Haces la señal de la cruz ante de leer y lees todo sin prisa…) – 5 de septiembre de 2023

(La Gracia Santificante…)
(DeepL Translator) “Mis muy queridos Hijos, […] Hoy hablaré de la Gracia Santificante. Sí, la gracia santificante es un favor de Dios, una cualidad sobrenatural conferida al alma misma, que os hace participar de la vida divina, os santifica y os hace hijos de Dios y herederos del Cielo.
(El pecado mortal…)
Esta gracia había sido concedida a Adán y Eva de manera estable y permanente. Les llevó a querer amar y servir a Dios en todas las cosas. La gracia santificante desaparece del alma por el pecado; por el pecado os hacéis cada vez menos amables para Dios, y si le dais la espalda, ya no podrá concederos sus favores. El pecado mortal os hace perder la gracia, tanto la gracia santificante como las gracias actuales, que son una ayuda ocasional para iluminar vuestra mente y fortalecer vuestra alma para hacer el bien y evitar el mal. Todos necesitáis estas dos formas de gracia, sin las cuales no podéis combatir el mal ni santificaros cada día.
(El Ángel de Gracia…)
El Ángel de Gracia es un Ángel al que hay que invocar con regularidad. Es el dispensador de las bendiciones de Dios, a través de él aumentáis vuestro valor y vuestra voluntad de servir a Dios, aumentáis vuestro deseo de acercaros a Mí y, como es el dispensador de todas las gracias divinas, es también un fiel servidor de Mi Madre, la Santísima Virgen María, para quien es un precioso apoyo. ¿No es Ella la Reina de los Ángeles? Este Ángel la sirve fielmente, y como es un Ángel de alto rango, tiene un ejército de ángeles secundarios a los que delega en los hombres que necesitan su ayuda para mantener a raya al demonio y aumentar sus fuerzas en las buenas obras.
(Orden y desorden…)
- El orden es necesario en la bondad porque es esencial en la sumisión de todas las cosas a Dios.
- Sin orden, las estrellas chocarían, el universo se desintegraría y todo se perdería.
- Una sociedad próspera será ordenada; una sociedad desorganizada será infructuosa.
- Y así es hoy, como podéis comprobar por vosotros mismos, que la inflación galopante debilita a la población que, al mismo tiempo, se olvida de Dios y se hunde en el desorden inmoral.
- Las familias se rompen, hombres, mujeres y niños se dejan llevar por sus pasiones, el fin de mes es cada vez más duro mientras que otros ven aumentar sus grandes fortunas. No es una progresión que provenga del trabajo bien hecho, es una caída que sólo beneficia a unos pocos.
(Rezad al Ángel del Orden…)
Rezad al Ángel del Orden para que vuelva a su lugar cuando el demonio del desorden lo haya expulsado de él. Los ángeles son los guardianes de las bendiciones de Dios; acompañan sus gracias y las hacen fructificar.
Hay muchos ángeles, en cada hogar, para cada profesión, para cada oficio, para cada familia, para cada parroquia, para cada región, para cada país, para cada empresa, para cada situación, y luego está vuestro Ángel personal, vuestro Ángel de la Guarda, que nunca se aparta de vuestro lado y que tanto puede ayudaros, donde y cuando lo necesitéis. Ellos son los portadores de la gracia divina, que distribuyen bajo la atenta mirada de su Reina, vuestra Madre Celestial.
(Rezad a los Ángeles…)
Rezad a los Ángeles, hijos Míos, rezadles, son los intermediarios entre Dios y los hombres, entre Dios y Su Creación, son los más poderosos vencedores de los demonios. A través de vuestras oraciones, serán cada vez más eficaces.
Que Dios os bendiga. Os bendigo, estoy cerca de vosotros, os vigilo y estoy al lado de cada uno de vosotros.
En el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Vuestro Señor y vuestro Dios.”
Fuente: srbeghe.blog








“Si supierais cómo resplandecéis después de acercaros debidamente al Sacramento de la Confesión. (Jesús) está en el Confesionario y escucha cada palabra, ve en cada rincón de vuestro corazón y está deseoso de otorgar las gracias inherentes a Su Perdón.
“¡Os pido Mis hijos predilectos que paréis esta abominación! ¡No más ministros extraordinarios de la Eucaristía! ¡No más comuniones distribuidas por laicos, ni más comuniones en la mano!”



"Padre Celestial, hoy rindo mi corazón a Ti. Ayúdame a ser Tu instrumento en el mundo. Cúbreme con la Preciosa Sangre de Tu Divino Hijo. Protégeme de todo mal. Protégeme de cualquier plan maligno que Satanás pueda tener para mí el día de hoy. Revísteme de Tu Divina Voluntad. Amén"
"Santísima Madre de Dios, María, Protectora de la Fe, resguarda mi fe en el refugio de Tu Inmaculado Corazón. En él, protege mi fe de cualquier merodeador. Muéstrame las amenazas a mi fe y ayúdame a vencerlas. Amén"
"Me coloco en la presencia de la Santísima Trinidad (Padre, Hijo y Espíritu Santo) y por el poder de la Sangre de nuestro Señor Jesucristo, rompo, desbarato, pisoteo, aniquilo e invalido y cancelo de mi ser físico, síquico, biológico y espiritual, toda maldición que haya sido puesta sobre mí, sobre mi familia y árbol genealógico, por cualquier persona, familiar o antepasado por medio del ocultismo o espiritismo. Por el poder de la Sangre Preciosa de Nuestro Señor Jesucristo y por la intercesión de la Santísima Virgen María, San Miguel, San Gabriel, y San Rafael, rompo e invalido toda maldición, cualquiera que sea su naturaleza en el nombre de nuestro Señor Jesucristo. Amén (Repetir 3 veces la oración)"
"Oh Jesús de la Divina Misericordia, escucha mis súplicas hacia Ti, pues estoy aquí para hacer tu voluntad."
"Oh Glorioso Patriarca San José, Padre adoptivo de Jesús y Esposo Humilde y Casto de María; poderoso intercesor de las almas y guardián Fiel de la Iglesia; acudimos a vos, amado Padre, para que te dignes ampáranos y socorrednos en la lucha espiritual contra los enemigos de nuestra alma. Ven en nuestro auxilio y por tu humildad y pureza, líbranos de todo mal. San José terror de los demonios, venid en mi auxilio (3 veces)."
"San Miguel Arcángel, defiéndenos en la lucha; sé nuestro amparo contra la perversidad y asechanzas del demonio. Reprímale Dios, pedimos suplicantes, y tú, Príncipe de la Milicia Celestial, arroja al infierno con el divino poder a Satanás y a los demás espíritus malignos que andan dispersos por el mundo para la perdición de las almas. Amén"
Ven, Espíritu divino, manda tu luz desde el Cielo. Padre amoroso del pobre; don, en tus dones espléndido; luz que penetra las almas; fuente del mayor consuelo. Ven, dulce huésped del alma, descanso de nuestro esfuerzo; tregua en el duro trabajo, brisa en las horas de fuego, gozo que enjuga las lágrimas y reconforta los duelos. Entra hasta el fondo del alma, divina luz, y enriquécenos. Mira el vacío del hombre si Tú le faltas por dentro; mira el poder del pecado cuando no envías tu aliento. Riega la tierra en sequía, sana el corazón enfermo, lava las manchas, infunde calor de vida en el hielo, doma al espíritu indómito, guía al que tuerce el sendero. Reparte tus siete dones según la fe de tus siervos. Por tu bondad y tu gracia dale al esfuerzo su mérito; salva al que busca salvarse y danos tu gozo eterno. Amén.
"Oh, Corazones de Jesús y de María; me consagro, consagro mi familia y al mundo entero, a vuestros Amantísimos Corazones. Atended a la súplica que os hago y aceptad nuestros corazones en los Vuestros, para que seamos librados y protegidos nosotros y el mundo entero de toda maldad y de todo pecado. Que la protección de vuestros Dos Corazones, sean refugio, fortaleza y amparo, en las luchas espirituales de cada día. Que el poder de vuestros Dos Corazones, irradie al mundo para que sea protegido de la maldad y el pecado. Nos consagramos voluntariamente y consagramos a la humanidad entera avuestros Corazones; seguros y confiados por vuestra Gran Misericordia, de obtener la victoria sobre las fuerzas del mal en este mundo, y la Gloria Eterna en el Reino de Dios. Amén."