¡Conviértanse, es urgente! “Yo no me canso mientras yo tenga vida, mientras Cristo me tenga con vida, voy a gritar, a gritar siempre: ¡Hermanos conviértanse! ¡Hermanos por favor conviértanse, es urgente! ¡No pierdan tiempo, es urgente! ¿Por qué? Porque muchos esperan grandes acontecimientos poco a poco. ¡No! ¡Los grandes acontecimientos se van a dar en pocos días! ¡Todos! Y vendrá el Aviso! [...] Confiemos en la palabra de Cristo, y pedimos el discernimiento al Espíritu Santo para no tomar decisiones equivocadas" –Luz de María.****
(Importante, leer todo…) Anno Domini 2021, 4 de diciembre
“No Me toques”. Como el Senor quiere se reciba la Sagrada Eucaristía
“Yo soy el Altísimo, el Todopoderoso, y quiero decir a todos Mis hijos que los amo, como se afirma en el mensaje del 2 de diciembre (enlace al final). Os he creado por amor y sólo el Amor es fuente de vida.
Si Me amáis, seguiréis Mis leyes. Si Me amáis, pensaréis en Mí todo el día. Si Me amáis, querréis estar unidos a Mí; ¿y cómo podéis estar verdaderamente e intensamente unidos a Mí si no es a través de la Sagrada Eucaristía?
No Me tomad en vuestras manos, queridos hijos, tomadme inmediatamente en vosotros recibiéndome en la lengua. Esto es por respeto, porque vuestras manos no han sido ungidas para tocar el Santo de los Santos. Recordad: después de Mi Resurrección, la primera mujer que Me vio, aparte de Mi Madre, fue María Magdalena y Yo le dije cuando se acercó a Mí: “No Me toques”. No lo dije con altanería, no, pero Dios es Dios y el hombre es Su criatura. Sólo aquellos que han tenido las manos ungidas en el sacramento del Orden pueden tocarle, sólo ellos son Mis representantes, sólo ellos consagran la Sagrada Eucaristía en Mi Nombre, porque Yo soy el Consagrador, Yo soy el que, en la Última Cena, consagra el pan y el vino en Mi Cuerpo y en Mi Sangre. Ellos son Mi persona en el preciso momento de la consagración y, cuando distribuyen la Sagrada Comunión, siguen siendo Mis intermediarios entre Dios y los hombres.
El Papa Juan Pablo II reafirmó a menudo que la comunión debía darse a los fieles en la boca, pero ni los obispos ni los sacerdotes le hicieron caso; y él mismo cedió a menudo a esta mala costumbre asumida por los fieles.
Hijos Míos, vosotros que me leéis, sed fuertes en vuestra fe, fuertes en vuestro amor por Mí, en vuestro inmenso respeto por el Cuerpo Inmolado pero Vivo de vuestro Señor Dios. Tomadlo directamente en vuestras bocas, sin pasar por vuestras manos laicas y no ungidas. Y si el sacerdote os niega la comunión, lo habréis recibido espiritualmente; Yo Me habré dado a vosotros, y vuestra comunión espiritual tendrá el mismo valor que si Me hubierais recibido físicamente.
Estad, pues, tranquilos, Yo estoy con vosotros y no os dejaré. Os quiero, todo lo que soy es Amor y la fuerza del Amor vence todos los obstáculos.”
El Juicio Final: Dios, con Su grande y hermosa voz oída por todos, les dirá…

Fuente: srbeghe.blog








“Si supierais cómo resplandecéis después de acercaros debidamente al Sacramento de la Confesión. (Jesús) está en el Confesionario y escucha cada palabra, ve en cada rincón de vuestro corazón y está deseoso de otorgar las gracias inherentes a Su Perdón.
“¡Os pido Mis hijos predilectos que paréis esta abominación! ¡No más ministros extraordinarios de la Eucaristía! ¡No más comuniones distribuidas por laicos, ni más comuniones en la mano!”



"Padre Celestial, hoy rindo mi corazón a Ti. Ayúdame a ser Tu instrumento en el mundo. Cúbreme con la Preciosa Sangre de Tu Divino Hijo. Protégeme de todo mal. Protégeme de cualquier plan maligno que Satanás pueda tener para mí el día de hoy. Revísteme de Tu Divina Voluntad. Amén"
"Me coloco en la presencia de la Santísima Trinidad (Padre, Hijo y Espíritu Santo) y por el poder de la Sangre de nuestro Señor Jesucristo, rompo, desbarato, pisoteo, aniquilo e invalido y cancelo de mi ser físico, síquico, biológico y espiritual, toda maldición que haya sido puesta sobre mí, sobre mi familia y árbol genealógico, por cualquier persona, familiar o antepasado por medio del ocultismo o espiritismo. Por el poder de la Sangre Preciosa de Nuestro Señor Jesucristo y por la intercesión de la Santísima Virgen María, San Miguel, San Gabriel, y San Rafael, rompo e invalido toda maldición, cualquiera que sea su naturaleza en el nombre de nuestro Señor Jesucristo. Amén (Repetir 3 veces la oración)"
"Oh Jesús de la Divina Misericordia, escucha mis súplicas hacia Ti, pues estoy aquí para hacer tu voluntad."
"Oh Glorioso Patriarca San José, Padre adoptivo de Jesús y Esposo Humilde y Casto de María; poderoso intercesor de las almas y guardián Fiel de la Iglesia; acudimos a vos, amado Padre, para que te dignes ampáranos y socorrednos en la lucha espiritual contra los enemigos de nuestra alma. Ven en nuestro auxilio y por tu humildad y pureza, líbranos de todo mal. San José terror de los demonios, venid en mi auxilio (3 veces)."
"San Miguel Arcángel, defiéndenos en la lucha; sé nuestro amparo contra la perversidad y asechanzas del demonio. Reprímale Dios, pedimos suplicantes, y tú, Príncipe de la Milicia Celestial, arroja al infierno con el divino poder a Satanás y a los demás espíritus malignos que andan dispersos por el mundo para la perdición de las almas. Amén"
Ven, Espíritu divino, manda tu luz desde el Cielo. Padre amoroso del pobre; don, en tus dones espléndido; luz que penetra las almas; fuente del mayor consuelo. Ven, dulce huésped del alma, descanso de nuestro esfuerzo; tregua en el duro trabajo, brisa en las horas de fuego, gozo que enjuga las lágrimas y reconforta los duelos. Entra hasta el fondo del alma, divina luz, y enriquécenos. Mira el vacío del hombre si Tú le faltas por dentro; mira el poder del pecado cuando no envías tu aliento. Riega la tierra en sequía, sana el corazón enfermo, lava las manchas, infunde calor de vida en el hielo, doma al espíritu indómito, guía al que tuerce el sendero. Reparte tus siete dones según la fe de tus siervos. Por tu bondad y tu gracia dale al esfuerzo su mérito; salva al que busca salvarse y danos tu gozo eterno. Amén.
"Oh, Corazones de Jesús y de María; me consagro, consagro mi familia y al mundo entero, a vuestros Amantísimos Corazones. Atended a la súplica que os hago y aceptad nuestros corazones en los Vuestros, para que seamos librados y protegidos nosotros y el mundo entero de toda maldad y de todo pecado. Que la protección de vuestros Dos Corazones, sean refugio, fortaleza y amparo, en las luchas espirituales de cada día. Que el poder de vuestros Dos Corazones, irradie al mundo para que sea protegido de la maldad y el pecado. Nos consagramos voluntariamente y consagramos a la humanidad entera avuestros Corazones; seguros y confiados por vuestra Gran Misericordia, de obtener la victoria sobre las fuerzas del mal en este mundo, y la Gloria Eterna en el Reino de Dios. Amén."