¡Conviértanse, es urgente! “Yo no me canso mientras yo tenga vida, mientras Cristo me tenga con vida, voy a gritar, a gritar siempre: ¡Hermanos conviértanse! ¡Hermanos por favor conviértanse, es urgente! ¡No pierdan tiempo, es urgente! ¿Por qué? Porque muchos esperan grandes acontecimientos poco a poco. ¡No! ¡Los grandes acontecimientos se van a dar en pocos días! ¡Todos! Y vendrá el Aviso! [...] Confiemos en la palabra de Cristo, y pedimos el discernimiento al Espíritu Santo para no tomar decisiones equivocadas" –Luz de María.****
(Haces la señal de la cruz ante de leer y lees todo sin prisa…) – 17 de julio del 2020

(DeepL Translator) “Todas las criaturas son obra Mía y sus defectos provienen de la maldición del pecado original. Este pecado ha alcanzado a la humanidad en su diversidad y en su naturaleza misma y todos los hombres se ven afectados por él. Se sienten atraídos por lo que no viene de Dios, y cuando Dios se da a conocer, se apartan de Él, sin imaginar siquiera que pueda darse a conocer de otra manera que no sea a través del culto establecido.
A los hombres no les gusta que se les moleste en sus costumbres o en su situación, ya sea profesional, familiar, asociativa o debidamente establecida en un campo determinado. No les obligaré a escucharme si no quieren, dejaré que les sorprendan acontecimientos de los que podrían estar protegidos si Me dejaran advertirles y escucharme.
- El Cielo y la eternidad bienaventurada son para los humildes, los indigentes, los desamparados y para los que trabajan por darme a conocer y servirme (Lc 14,16-23).
- El Cielo es para los que Me aman y quieren Mi preeminencia en el mundo.
- El Cielo es para los pequeños, no para los que, llenos de confianza, no piensan que Yo pueda hablar a través de un simple lápiz, que no tiene imaginación, ni autoridad, ni impresión.
Sin embargo, necesito este lápiz, como necesito a Mis ministros, a Mis sacerdotes, a Mis obispos y a toda la jerarquía de la Santa Iglesia Católica. Necesito a Mis religiosos y religiosas, a Mis familias, a Mis discípulos y a toda la humanidad, cada uno de vosotros es importante para Mí y por eso trabajo de todas las maneras posibles para llamaros a Mí, para enrolaros en Mi ejército y para combatir al Príncipe de este mundo, a sus demonios y a todos aquellos que se han puesto a su servicio.
Hombres cuyo amo es Satanás, o Lucifer, o Mamón, y otros demonios de la alta jerarquía satánica, conspiran para esclavizar a la humanidad, y desde hace muchísimos años han establecido un sistema que monopoliza el poder y da a unos pocos el control de los bienes terrestres y de los hombres que pueblan la tierra.
Estos hombres, cuyo amo es Satanás y cuyo poder se extiende cada vez más en el seno de la intimidad de las familias, permanecen en la sombra, no están en el candelero porque aún no ha llegado su hora. Sin embargo, son bien conocidos por los que están al corriente de su marcha megalómana, y cuanto más se estreche su control sobre la población, más serán reconocidos y revelados a los inocentes.
Su misión es la del Príncipe de este mundo: destruir, reducir, esterilizar, empobrecer y esclavizar a la humanidad para su propia ambición temporal. Si muchos hombres, mujeres y niños pierden la vida en su ascenso a lo que ellos creen que son cimas de felicidad ambiciosa y egoísta, no les importa porque su objetivo son ellos mismos y no sus semejantes.
Ascenderán en su carrera a las alturas de su ambición, el daño que causarán será grande, pero no dejaré que toquen ni un pelo de la cabeza de Mi pueblo. Yo soy vuestro Redentor y el Cielo, hijos Míos, está al final de vuestro camino. Habrá mártires, porque el mal se alimenta de maldad, malicia, injusticia y empobrecimiento, y los que queden verán la victoria de su Dios. Sí, veo que el mal se extiende y estrecha sus garras, y lo que sucederá es necesario para traeros de vuelta a la Iglesia, Mis queridos hijos.
Os convertiréis, volveréis a ser fervientes católicos y os alejaréis de los malos pastores que os han alejado de la pureza de la fe. Estos malos pastores serán expulsados del redil o se convertirán, y sólo habrá buenos pastores y buenos rebaños.
Este tiempo no está lejos, está a vuestras puertas y las mentiras en la boca de los que tienen autoridad son prueba de ello. La mentira pública es la marca del diablo y ustedes están gobernados por aquellos que tienen esta marca. Prestad atención a los signos de los tiempos y volved a Mí en justicia y verdad, en el ejercicio de la práctica cristiana, en el amor a Dios y en la certeza de Sus promesas.
Os bendigo, hijos Míos, dad a conocer Mis Palabras, las que están ante vuestros ojos y estáis leyendo en este momento, y sed también Mis testigos por la rectitud de vuestra vida, de vuestros pensamientos y de todas vuestras acciones.”
Fuente: srbeghe.blog








“Si supierais cómo resplandecéis después de acercaros debidamente al Sacramento de la Confesión. (Jesús) está en el Confesionario y escucha cada palabra, ve en cada rincón de vuestro corazón y está deseoso de otorgar las gracias inherentes a Su Perdón.
“¡Os pido Mis hijos predilectos que paréis esta abominación! ¡No más ministros extraordinarios de la Eucaristía! ¡No más comuniones distribuidas por laicos, ni más comuniones en la mano!”



"Padre Celestial, hoy rindo mi corazón a Ti. Ayúdame a ser Tu instrumento en el mundo. Cúbreme con la Preciosa Sangre de Tu Divino Hijo. Protégeme de todo mal. Protégeme de cualquier plan maligno que Satanás pueda tener para mí el día de hoy. Revísteme de Tu Divina Voluntad. Amén"
"Santísima Madre de Dios, María, Protectora de la Fe, resguarda mi fe en el refugio de Tu Inmaculado Corazón. En él, protege mi fe de cualquier merodeador. Muéstrame las amenazas a mi fe y ayúdame a vencerlas. Amén"
"Me coloco en la presencia de la Santísima Trinidad (Padre, Hijo y Espíritu Santo) y por el poder de la Sangre de nuestro Señor Jesucristo, rompo, desbarato, pisoteo, aniquilo e invalido y cancelo de mi ser físico, síquico, biológico y espiritual, toda maldición que haya sido puesta sobre mí, sobre mi familia y árbol genealógico, por cualquier persona, familiar o antepasado por medio del ocultismo o espiritismo. Por el poder de la Sangre Preciosa de Nuestro Señor Jesucristo y por la intercesión de la Santísima Virgen María, San Miguel, San Gabriel, y San Rafael, rompo e invalido toda maldición, cualquiera que sea su naturaleza en el nombre de nuestro Señor Jesucristo. Amén (Repetir 3 veces la oración)"
"Oh Jesús de la Divina Misericordia, escucha mis súplicas hacia Ti, pues estoy aquí para hacer tu voluntad."
"Oh Glorioso Patriarca San José, Padre adoptivo de Jesús y Esposo Humilde y Casto de María; poderoso intercesor de las almas y guardián Fiel de la Iglesia; acudimos a vos, amado Padre, para que te dignes ampáranos y socorrednos en la lucha espiritual contra los enemigos de nuestra alma. Ven en nuestro auxilio y por tu humildad y pureza, líbranos de todo mal. San José terror de los demonios, venid en mi auxilio (3 veces)."
"San Miguel Arcángel, defiéndenos en la lucha; sé nuestro amparo contra la perversidad y asechanzas del demonio. Reprímale Dios, pedimos suplicantes, y tú, Príncipe de la Milicia Celestial, arroja al infierno con el divino poder a Satanás y a los demás espíritus malignos que andan dispersos por el mundo para la perdición de las almas. Amén"
Ven, Espíritu divino, manda tu luz desde el Cielo. Padre amoroso del pobre; don, en tus dones espléndido; luz que penetra las almas; fuente del mayor consuelo. Ven, dulce huésped del alma, descanso de nuestro esfuerzo; tregua en el duro trabajo, brisa en las horas de fuego, gozo que enjuga las lágrimas y reconforta los duelos. Entra hasta el fondo del alma, divina luz, y enriquécenos. Mira el vacío del hombre si Tú le faltas por dentro; mira el poder del pecado cuando no envías tu aliento. Riega la tierra en sequía, sana el corazón enfermo, lava las manchas, infunde calor de vida en el hielo, doma al espíritu indómito, guía al que tuerce el sendero. Reparte tus siete dones según la fe de tus siervos. Por tu bondad y tu gracia dale al esfuerzo su mérito; salva al que busca salvarse y danos tu gozo eterno. Amén.
"Oh, Corazones de Jesús y de María; me consagro, consagro mi familia y al mundo entero, a vuestros Amantísimos Corazones. Atended a la súplica que os hago y aceptad nuestros corazones en los Vuestros, para que seamos librados y protegidos nosotros y el mundo entero de toda maldad y de todo pecado. Que la protección de vuestros Dos Corazones, sean refugio, fortaleza y amparo, en las luchas espirituales de cada día. Que el poder de vuestros Dos Corazones, irradie al mundo para que sea protegido de la maldad y el pecado. Nos consagramos voluntariamente y consagramos a la humanidad entera avuestros Corazones; seguros y confiados por vuestra Gran Misericordia, de obtener la victoria sobre las fuerzas del mal en este mundo, y la Gloria Eterna en el Reino de Dios. Amén."