Lee sin prisa si puedes...

Esfuérzate en leer todo sin prisa... la curiosidad no te salvará de los acontecimientos que devastarán a nuestro planeta... no habrá internet... prepàrate: oración y Santo Rosario cada día, Confesión, Comunión, obediencia a los 10 Mandamientos... ¡Fe, no miedo! ¡Salva tu alma!

Retomaré las riendas de Mi creación... Orad, hijos Míos, porque los tiempos son malos

Hoy... os encontráis en un mundo que está perdiendo toda coherencia, los grandes hombres están aplastando a los más pequeños, los grandes grupos están engullendo a las pequeñas empresas o barriéndolas, los pequeños países están siendo ahogados por entidades más grandes, los pueblos están siendo alentados a desplazarse y lo característico de cada región está siendo ahogado por una dislocación universal

(Haz la señal de la cruz antes de leer y lee hasta el final...) - 21 de febrero de 2021

(La Voluntad de Dios en Su Creación…)

(DeepL Translator) “Yo soy el Altísimo, el Todopoderoso, y nadie sino el Padre y el Espíritu Santo conoce Mi Pensamiento, las disposiciones que tomo en tal o cual asunto, o Mis intenciones.

Cuando decido, lo hago por Mi Voluntad, que es la del Padre y del Espíritu Santo. Hago la Voluntad de Mi Padre y ésta no es otra que la Mía porque quiero todo lo que quiere Mi Padre y todo lo que quiere el Espíritu Santo.

Nuestra Voluntad es una, es totalmente una, absolutamente una.

Cuando Mi Padre decidió salvar a la humanidad por el sacrificio de Su Hijo único en la Cruz, para reunirla en torno a Él en el Cielo, Yo también lo quise y el Espíritu Santo también.

Esta unidad de Voluntad es la marca de la Unidad divina porque sólo hay un Dios, el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. Por tanto, hay una sola Voluntad, un solo Amor, una sola Justicia, una sola Misericordia: la de Dios, Uno y Trino.

Su Palabra es una, Su Vida es una, todo lo que Él es, todas Sus virtudes y pensamientos son únicos.

 

(El orden de Dios en Su creación...)

La Unidad de Dios nunca se frustra: Él piensa, Él actúa y Él ama perfectamente, constante e imperativamente.

Lo que Él hace es por Su Acción, lo que Él dice es por Su Palabra, lo que Él da vida es por Su Espíritu.

Fue a través del agua como se creó la vida:

‘El Espíritu de Dios se cernía sobre las aguas’ (Gn 1,2).

  1. El Creador primero dio vida en el agua, luego vino la vida vegetal al tercer día.
  2. Luego vinieron la población marina y la nobleza alada en el 5º día.
  3. El 6º día, la tierra entera cobró vida.

Así que Dios creó la vida por etapas y en un orden que era el Suyo. Los animales y los hombres fueron creados el 6º día, y el 7º día Dios descansó, admirando Su obra y la vida que había creado.

Esta vida procedía de Él, el Dador de Vida, sin el cual nada se mueve. La vida corporal y la vida del alma, la vida de los animales y la vida del hombre.

 

(El orden del hombre y la mujer en la creación de Dios...)

Cuando Adán fue creado, fue creado del barro de la tierra, y Eva fue creada de Adán para que fuera su carne y su sangre y vivieran juntos, entregándose el uno al otro y viviendo el uno para el otro. Si Eva hubiera sido creada de la arcilla de la tierra, como Adán, habría sido otra, mientras que, al proceder de Adán, eran semejantes y estaban hechos el uno para el otro.

Esta familiaridad entre ellos, esta semejanza, hizo que se reconocieran y no tuvieran que buscar en otra parte su complemento.

El hombre fue hecho para la mujer y la mujer para el hombre. Esta unión de estos dos seres debía continuar hasta el fin del mundo, para que la humanidad se multiplicara y santificara a medida que se desarrollaba y extendía por toda la faz de la tierra.

Los seres humanos se volvieron sedentarios, y el sol y la calidad del suelo los moldearon de tal manera que los habitantes de una parte de la tierra adoptaron una apariencia, mientras que los habitantes de otra parte eran ligeramente diferentes.

Con el tiempo, esta variedad de suelo y sol creó tipos particulares, cada uno reconocible por su propia apariencia. Dios quiso esta variedad natural porque Su creación es increíblemente rica en plantas, árboles, paisajes y criaturas. Esta diversidad es obra de la creación de Dios y es bueno que así sea.

 

(El desorden del hombre... la corrección de Dios...)

Que el hombre quiera mezclarlo todo es un acto más de independencia del orden divino, que lo había clasificado todo. Los hombres, siendo de la misma especie, pueden mezclarse, es factible, pero ¿es una necesidad?

Los casos particulares lo permiten, y eso está bien en la medida en que se privilegia la Religión Católica. Si la mezcla se hace para disolver esta religión querida por Dios para el mundo, esta intención es perjudicial, censurable y contraria a la Voluntad de Dios para el mundo.

Cuando el hombre actúa sin tener en cuenta la Voluntad divina, tiene la libertad de actuar como lo hace, pero peca al independizarse de la buena voluntad de Dios que conoce todo mejor que él y que ha puesto en la tierra un orden perfecto que es censurable perturbar.

Cuando el hombre se desvía del camino propuesto por Dios, se extravía y se pierde. Cuando sigue la voluntad de Dios, se santifica y gana el Cielo.

  • ¿Qué es lo que quiere?
  • ¿Perderse o ganar el Cielo?


Supongo, dice el Señor, que elegirá sin vacilar ganar el Cielo.

Jesucristo le ha mostrado el camino, y ese camino está en la sumisión a los Diez Mandamientos dados a Moisés en el Monte Sinaí (Gn 10:1-17).

La Palabra de Dios es Una y los Diez Mandamientos nunca cambiarán. Han sido ampliamente comentados y explicados por Jesucristo en Su enseñanza durante Su vida pública, y luego por el Magisterio de la Santa Iglesia Católica a lo largo de los siglos.

  • La Ley de Dios no cambia, y quien la cambia, la modula o la trunca es infiel a la Ley de todos los tiempos.

Cuando un hombre se casa, así como Adán amó a su mujer, y ella era una, así el hombre debe amar a su mujer y ella debe amar a su marido. No hay excepción a la unidad, un hombre está hecho para una sola mujer y la mujer no tiene el deber de compartirlo.

Así es como Dios creó al hombre y a la mujer, uno para el otro y sólo para el otro. Mezclar, mezclarse, independizarse y romper con el orden establecido por Dios son obra del demonio, que no tiene otro objetivo que destruir el orden divino y que anima al hombre a romper con él.

  • ‘Lo que Dios ha unido, que no lo separe el hombre’ (Mt 20,6) y, del mismo modo, lo que Dios ha ordenado, que no lo desordene el hombre.

Cuando Dios creó el cielo y la tierra, vio que era bueno. Cuando creó la vida vegetal, vio que era buena. Cuando creó al hombre y a la mujer, vio que todo era muy bueno (Gn 1). Estaba contento con Su creación y Jesucristo se reservó un tiempo para encarnarse en este paraíso terrenal, donde todo era muy bueno. Pero entonces... Vino el diablo y rompió lo bueno, vino y sembró el mal, causó desorden y destrozó todo lo que era coherente.

  • Y así es hoy, Mis muy queridos hijos, os encontráis en un mundo que está perdiendo toda coherencia, los grandes hombres están aplastando a los más pequeños, los grandes grupos están engullendo a las pequeñas empresas o barriéndolas, los pequeños países están siendo ahogados por entidades más grandes, los pueblos están siendo alentados a desplazarse y lo característico de cada región está siendo ahogado por una dislocación universal.
  • Este es el logro de quienes se toman a sí mismos por dioses y rompen los múltiples lazos que garantizaban el orden que Dios quería para el mundo.

Es ahora cuando Yo, Dios, retomaré las riendas de Mi Poder, el de Amo y Señor de Mi creación, y que enderezaré lo que ha sido rebajado, nivelaré lo que ha sido elevado y consolidaré lo que ha sido distendido.

  • Retomaré el timón de Mi nave y volveré a ser el pescador de hombres que fui, el Buen Pastor en quien confían Mis ovejas y que Me siguen.

Confié esta misión a Mis apóstoles y la Santa Iglesia ha sido la santa Madre de Mis hijos y debe seguir siéndolo.

Si Ella los desvía del camino recto que conduce al Reino de Dios, Yo, el Esposo, debo tomar de nuevo el timón y marcar un nuevo rumbo. Así será, Amén.

  • Orad, hijos Míos, porque los tiempos son malos, se hunden en el mal y Yo no quiero eso para vosotros.
  • Orad mucho y no os canséis de orar, Yo estoy con vosotros y no os abandonaré.

Que se haga la Voluntad de Dios y que venga Su Reino, Mi Reino.”

Fuente: srbeghe.blog