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Para aquellos destinados a sobrevivir la Gran Tribulación: ¿Por qué el don de profecía?

La profecía nos permite asomarnos un poco al futuro bajo la lámpara de la Providencia Divina, y esta visión reconfortante es ciertamente alentadora. Así es como ayudo a Mis hijos, que están dispuestos, a iluminar su camino y a mantener viva la esperanza en sus almas

¡¡¡Oportunidad de Salvación!!!

(Primer) Viernes 3 / (Primer) Sábado 4 de mayo del 2024
Últimas llamadas.No te duermas espiritualmente. Salva tu alma. Prepárate para los acontecimientos venideros. Se requiere: Confesión Sacramental y Comunión (asistir a la Misa, no llegar tarde)
Los 9 Primeros Viernes de mes al Sagrado Corazón de Jesús (leer las 12 Promesas). Los 5 Primeros Sábados del mes al Corazón Inmaculado de María (leer las Promesas). (Double) Novena a Los Sagrados Corazones de Jesús y de María, de sor Natalia Magdolna (leer las 33 Promesas, descargar y difundir…)

DeepL Translator (Ánimo y lee todo hasta el final) - 1 de enero de 2021

“Mi Amor por Mi pueblo es tan fuerte que tengo que ayudarles a través de Mis Sacramentos, a través de Mi Iglesia y a través de la Jerarquía Eclesiástica, para que puedan venir a Mí. He venido a la tierra para salvarlos y darles los medios necesarios para salir de las arenas movedizas y de la decadencia del pecado.

Hay otro medio que les ofrezco y que forma parte de los dones dados a la Iglesia, y es el don de profecía.

Este don se da a quien Yo decido concederlo, es para el bien y la santificación de todos Mis hijos y lo concedo a quien Me place concederlo. El lápiz que escribe estas líneas ha recibido este don y soy Yo, Jesucristo, quien decide lo que le hago escribir o lo que retengo.

Este don es una bendición muy útil porque ayuda a quienes creen en él a proyectarse en el futuro y esto les da una gran esperanza. Saber aproximadamente lo que viene y hacia dónde vamos es una gran ayuda espiritual en tiempos inestables y a veces incluso incoherentes. La incoherencia de las directrices en tiempos de inseguridad sanitaria o civil desestabiliza a la mayoría de los ciudadanos, que confían en las declaraciones creíbles o insuficientemente creíbles de sus autoridades, pero todos se encuentran divididos entre lo que creer y lo que no.

La profecía nos permite asomarnos un poco al futuro bajo la lámpara de la Providencia Divina, y esta visión reconfortante es ciertamente alentadora. Así es como ayudo a Mis hijos, que están dispuestos, a iluminar su camino y a mantener viva la esperanza en sus almas.

No les digo todo, porque el futuro Me pertenece, pero si les ilumino sobre las bellezas de la vida futura, también les animo a soportar las pruebas con estoicismo y gran esperanza. Yo soy el Altísimo, Mi Palabra es Divina y todo lo que quiero, lo hago realidad. Quiero una tierra libre de la polilla que la envilece, quiero una tierra renovada, libre de las molestias que le han llegado por la calamitosa gestión humana, quiero una tierra poblada de hombres y mujeres devotos, orgullosos y generosos y, finalmente, quiero una tierra dócil, fértil y regenerada.

Lo que quiero, lo realizo; lo que hago, lo logro y lo que Me anima es el Santo Amor Divino.

Este tiempo de renovación ha comenzado y el mal debe destruirse a sí mismo. Yo no soy el destructor de Mi creación, pero puedo dejar que el mal se destruya a sí mismo. El demonio es un destructor y si le dejo actuar, no es por falta de firmeza o de voluntad, sino porque destruirá lo que debe ser destruido porque es el destructor por naturaleza diabólico.

Cuando haya destruido París, engullido Marsella y otras costas por odio a Dios y al hombre, y cuando haya sumido la tierra en las tinieblas de la ausencia de fe y de días oscurecidos por un sol velado y una luna invisible, cuando los hombres se angustien porque la tierra parecerá temblar sobre sus cimientos, entonces sí, volveré a tomar las riendas de Mi creación y le devolveré su estabilidad, su belleza y su utilidad.

Los hombres pasarán por grandes temores, pero Yo los consolaré y cuidaré de todos los Míos. Míos son aquellos que se abandonan a la Providencia Divina, que confían en Mí y que rezan de todo corazón porque Yo seré su único apoyo.

Cuando llegue ese momento, y realmente está muy cerca, sed fervorosos, devotos, caritativos sin dejar de ser prudentes porque la prudencia es una virtud, como lo es la caridad o la perseverancia. Confiad en vuestro Padre Celestial, que es verdaderamente vuestro Padre como Yo, Jesucristo, soy verdaderamente vuestro Dios y vuestro Hermano. El Espíritu Santo os dará la virtud de la fortaleza y las otras seis virtudes por las que actuaréis como verdaderos hijos de Dios, os abandonaréis consciente y voluntariamente a su Divina Providencia, y Dios se complacerá en vosotros.

La tierra está destinada a ser renovada, y aquellos de vosotros que viváis este tiempo también seréis renovados. Otros serán defectuosos y no atravesarán esta barrera que es un pasaje de gracia y de amor. Estos otros, que quedarán detrás de la gracia, serán diezmados y sus almas, si todavía son buenas, serán admitidas en la purificación del Purgatorio o, si rechazan a Dios y su gracia, serán llevadas por Satanás y sus secuaces al abismo de fuego y de torturas inimaginables.

La tierra está preparada, será feliz de volver a ser bella, ya no martirizada por intereses privados y muy glotones, florecerá como Dios siempre ha querido y será dulce y agradable para vivir.

Que Mis deseos se cumplan, que no tarden en cumplirse y vosotros mismos, Mis queridísimos hijos, tened la mayor confianza en el cumplimiento de los deseos de Dios."

Fuente: srbeghe.blog