¡Conviértanse, es urgente! “Yo no me canso mientras yo tenga vida, mientras Cristo me tenga con vida, voy a gritar, a gritar siempre: ¡Hermanos conviértanse! ¡Hermanos por favor conviértanse, es urgente! ¡No pierdan tiempo, es urgente! ¿Por qué? Porque muchos esperan grandes acontecimientos poco a poco. ¡No! ¡Los grandes acontecimientos se van a dar en pocos días! ¡Todos! Y vendrá el Aviso! [...] Confiemos en la palabra de Cristo, y pedimos el discernimiento al Espíritu Santo para no tomar decisiones equivocadas" –Luz de María.****
Anno Domini 2015, octubre 26 – Llamado de Jesús Sacramentado a la humanidad
Vuestra lujuria y desenfreno está haciendo perder a muchos
“Hijos míos, mi paz sea con vosotros.
La fe va en decadencia, en muchos países mis casas están siendo cerradas o están siendo utilizadas para celebrar en ellas otro tipo de cultos. Muchas se han convertido hoy en museos, donde son visitadas sólo por turistas. La desacralización de mis casas va en aumento, mis sagrarios están vacíos y ya no hay respeto en mis recintos. ¡Qué tristeza siento al ver la frialdad espiritual de la inmensa mayoría de la humanidad de estos últimos tiempos!
Sólo buscan satisfacer su ego, dejándose arrastrar por una sociedad consumista que los está llevando a cambiar a Dios por los placeres de la carne y cosas materiales.
Así se cumple lo que dice mi Palabra: Al final de los días, vendrán tiempos difíciles, porque los hombres serán más amantes de los placeres de la carne que de Dios. (2 Timoteo 3. 4, 5).
¡Oh mujeres mundanas, mi adversario os está utilizando como conejillos de India!
Vuestra lujuria y desenfreno está haciendo perder a muchos, incluso a muchos de mis elegidos.
Vuestras modas indecentes, vuestra sensualidad y bajos instintos, son una afrenta al amor de Dios; ya no respetáis al hombre casado, ni respetáis a su familia; os habéis convertido en instrumentos de pecado al servicio de mi adversario.
Muchos hogares se están destruyendo por vuestro desenfreno.
¡Potrillas desbocadas, estáis pisoteando el Sacramento del Matrimonio, separando lo que yo uní con mi bendición!
Os digo, hijas de la perdición: si no recapacitáis, reparáis y pedís perdón, os aseguro que las entrañas del averno serán vuestra morada por toda la eternidad.
Hijos míos, me duele y entristece ver a mis jóvenes perdidos en la drogadicción y la prostitución y ver a sus padres que no hacen nada por remediar esta dolorosa situación.
¡Os digo perros mudos, vuestro silencio será vuestra condena; os di una familia para que la educaras bajo las bases morales y espirituales, pero los afanes y preocupaciones de este mundo os están apartando de lo que vale más que el dinero, vuestra familia.
Recapacitad padres de familia, nuevamente os lo digo, sed pastores y no lobos del rebaño que he puesto a vuestro cuidado.
Hijos míos, mi sexto y noveno mandamiento, hoy son quebrantados y pisoteados por la inmensa mayoría de la humanidad.
La inmensa mayoría de las parejas tienen relaciones sexuales antes del matrimonio y no hay una voz que se levante y les diga que esto es pecado que ofende a Dios.
Mis jóvenes fornican y se prostituyen desde temprana edad y lo más triste es ver como muchos vienen a mi Santo Sacrificio los fines de la semana y como si no fuera pecado reciben indignamente mi Cuerpo y mi Sangre. ¡Qué tristeza siento en mi corazón al ver la degradación moral, social y espiritual en que está sumida esta humanidad!
Mi dolor y mi calvario se reviven y mi cabeza es traspasada por las espinas del pecado de impureza sexual. MI cuerpo diariamente es flagelado por la lujuria, adulterio, fornicación y sodomía de esta humanidad ingrata y pecadora.
Y qué decir de los pecados de impureza de muchos de mis predilectos que son lanzas que traspasan nuevamente mi costado; la cruz que tengo que cargar en estos tiempos es más pesada que la que cargué camino al calvario; su peso desgarra mi carne y el dolor que siento es más intenso al ver que esta humanidad se niega a seguirme y persiste en el pecado.
¡Padre mío, perdónalos y ten misericordia de esta humanidad que se olvidó de amar!
¡Padres de familia, escuchadme, abrid vuestros oídos y prestadme atención; porque vuestros hijos se están perdiendo y vuestros hogares van a la deriva!. Retomad el control de vuestros hogares, preocupaos más por vuestras familias; escuchad a vuestros hijos y orientadlos, reprended con amor. Sacad tiempo de vuestro tiempo y sentaos nuevamente en la mesa; platicad con vuestros hijos y más que padres, sed para vuestros hijos, amigos.
Vuestros hijos lo que más necesitan es: amor, respeto, diálogo y comprensión y ante todo vuestras familias y vosotros lo que más necesitan es volver al amor de Dios.
Mi paz os dejo, mi paz os doy. Arrepentíos y convertíos, porque el Reino de Dios está cerca.
Vuestro Maestro, Jesús Sacramentado.
Dad a conocer mis mensajes a toda la humanidad.”
Fuente: mensajesdelbuenpastorenoc.org








“Si supierais cómo resplandecéis después de acercaros debidamente al Sacramento de la Confesión. (Jesús) está en el Confesionario y escucha cada palabra, ve en cada rincón de vuestro corazón y está deseoso de otorgar las gracias inherentes a Su Perdón.
“¡Os pido Mis hijos predilectos que paréis esta abominación! ¡No más ministros extraordinarios de la Eucaristía! ¡No más comuniones distribuidas por laicos, ni más comuniones en la mano!”



"Padre Celestial, hoy rindo mi corazón a Ti. Ayúdame a ser Tu instrumento en el mundo. Cúbreme con la Preciosa Sangre de Tu Divino Hijo. Protégeme de todo mal. Protégeme de cualquier plan maligno que Satanás pueda tener para mí el día de hoy. Revísteme de Tu Divina Voluntad. Amén"
"Santísima Madre de Dios, María, Protectora de la Fe, resguarda mi fe en el refugio de Tu Inmaculado Corazón. En él, protege mi fe de cualquier merodeador. Muéstrame las amenazas a mi fe y ayúdame a vencerlas. Amén"
"Me coloco en la presencia de la Santísima Trinidad (Padre, Hijo y Espíritu Santo) y por el poder de la Sangre de nuestro Señor Jesucristo, rompo, desbarato, pisoteo, aniquilo e invalido y cancelo de mi ser físico, síquico, biológico y espiritual, toda maldición que haya sido puesta sobre mí, sobre mi familia y árbol genealógico, por cualquier persona, familiar o antepasado por medio del ocultismo o espiritismo. Por el poder de la Sangre Preciosa de Nuestro Señor Jesucristo y por la intercesión de la Santísima Virgen María, San Miguel, San Gabriel, y San Rafael, rompo e invalido toda maldición, cualquiera que sea su naturaleza en el nombre de nuestro Señor Jesucristo. Amén (Repetir 3 veces la oración)"
"Oh Jesús de la Divina Misericordia, escucha mis súplicas hacia Ti, pues estoy aquí para hacer tu voluntad."
"Oh Glorioso Patriarca San José, Padre adoptivo de Jesús y Esposo Humilde y Casto de María; poderoso intercesor de las almas y guardián Fiel de la Iglesia; acudimos a vos, amado Padre, para que te dignes ampáranos y socorrednos en la lucha espiritual contra los enemigos de nuestra alma. Ven en nuestro auxilio y por tu humildad y pureza, líbranos de todo mal. San José terror de los demonios, venid en mi auxilio (3 veces)."
"San Miguel Arcángel, defiéndenos en la lucha; sé nuestro amparo contra la perversidad y asechanzas del demonio. Reprímale Dios, pedimos suplicantes, y tú, Príncipe de la Milicia Celestial, arroja al infierno con el divino poder a Satanás y a los demás espíritus malignos que andan dispersos por el mundo para la perdición de las almas. Amén"
Ven, Espíritu divino, manda tu luz desde el Cielo. Padre amoroso del pobre; don, en tus dones espléndido; luz que penetra las almas; fuente del mayor consuelo. Ven, dulce huésped del alma, descanso de nuestro esfuerzo; tregua en el duro trabajo, brisa en las horas de fuego, gozo que enjuga las lágrimas y reconforta los duelos. Entra hasta el fondo del alma, divina luz, y enriquécenos. Mira el vacío del hombre si Tú le faltas por dentro; mira el poder del pecado cuando no envías tu aliento. Riega la tierra en sequía, sana el corazón enfermo, lava las manchas, infunde calor de vida en el hielo, doma al espíritu indómito, guía al que tuerce el sendero. Reparte tus siete dones según la fe de tus siervos. Por tu bondad y tu gracia dale al esfuerzo su mérito; salva al que busca salvarse y danos tu gozo eterno. Amén.
"Oh, Corazones de Jesús y de María; me consagro, consagro mi familia y al mundo entero, a vuestros Amantísimos Corazones. Atended a la súplica que os hago y aceptad nuestros corazones en los Vuestros, para que seamos librados y protegidos nosotros y el mundo entero de toda maldad y de todo pecado. Que la protección de vuestros Dos Corazones, sean refugio, fortaleza y amparo, en las luchas espirituales de cada día. Que el poder de vuestros Dos Corazones, irradie al mundo para que sea protegido de la maldad y el pecado. Nos consagramos voluntariamente y consagramos a la humanidad entera avuestros Corazones; seguros y confiados por vuestra Gran Misericordia, de obtener la victoria sobre las fuerzas del mal en este mundo, y la Gloria Eterna en el Reino de Dios. Amén."