¡Conviértanse, es urgente! “Yo no me canso mientras yo tenga vida, mientras Cristo me tenga con vida, voy a gritar, a gritar siempre: ¡Hermanos conviértanse! ¡Hermanos por favor conviértanse, es urgente! ¡No pierdan tiempo, es urgente! ¿Por qué? Porque muchos esperan grandes acontecimientos poco a poco. ¡No! ¡Los grandes acontecimientos se van a dar en pocos días! ¡Todos! Y vendrá el Aviso! [...] Confiemos en la palabra de Cristo, y pedimos el discernimiento al Espíritu Santo para no tomar decisiones equivocadas" –Luz de María.****
Anno Domini 2015, 20 de Octubre – Llamado urgente de María Rosa Mística a Los Hijos de Dios
Se avecinan los días de la guerra
“Hijitos míos, la paz de mi Señor sea con vosotros.
En cualquier momento se desatará la guerra, la paz de los hombres llegará a su fin; la mecha que prenderá la guerra ya está encendida; sólo falta un desacierto o un mal entendido para que se desate el conflicto bélico.
Las armas de destrucción masiva que poseen las naciones en conflicto, tienen la capacidad de destruir la vida y la creación.
La guerra es inevitable y no es voluntad de mi Padre; es el hombre con su soberbia y ansia de poder y expansionismo, el que provocará todo este desastre y dolor.
Orad hijitos para que el conflicto bélico que está por desatarse no se prolongue, porque de prolongarse millones de seres humanos morirían.
El armamento bélico de las potencias en conflicto tiene tanto poder de destrucción que de ser utilizado, acabaría con la tierra en fracción de minutos.
Por eso os pido hijitos que oréis y supliquéis a mi Padre para que tenga misericordia de la humanidad, porque se avecinan los días de la guerra donde sólo habrá dolor, llanto, muerte y desolación.
Todas las naciones directa o indirectamente estarán involucradas en el conflicto bélico mundial: habrá escasez y hambruna en muchas naciones y la contaminación radiactiva y química se esparcirá por los aires y afectará los 5 continentes.
La población de las naciones en conflicto será diezmada y los hombres serán más escasos que el oro de ofir.
El conflicto bélico será aprovechado para fumigar con químicos letales y gases venenosos el espacio aéreo de muchas naciones; la muerte silenciosa diezmará la población mundial y serán los niños y los ancianos los más vulnerables.
Hay una confabulación de los gobiernos a nivel mundial para disminuir la población de las naciones. Campañas de exterminio se llevarán a cabo con vacunas que estarán contagiadas de virus y bacterias y serán distribuidas en la población por los gobiernos de las diferentes naciones.
Todo un plan de exterminio de la población mundial ya está planeado por los reyes de este mundo; enfermarse en aquellos días de tribulación, es correr el riesgo de perder la vida.
Tened mucho cuidado hijitos con las campañas masivas de vacunación en aquellos días, porque éstas tienden a disminuir la población mundial.
Haced uso de mis remedios naturales y sobrenaturales que os dí, a través de nuestro instrumento Mary Jane Even, para que podáis sobrevivir en los días de angustia que se os aproximan.
Confiad y orad y os aseguro que nada os pasará.
Mi Padre enviará a sus Ángeles para que os protejan en todos vuestros caminos os lleven en sus brazos y vuestros pies no tropiecen con piedra alguna.
(Salmo 91, 11 – 12). Permaneced unidos en la fe y a nuestros dos corazones; acatad las instrucciones que os estamos dando a través de nuestros profetas de estos últimos tiempos, para que podáis salir victoriosos en cada una de las pruebas que se os avecinan.
Que la paz de Dios os acompañe hijitos y mi protección maternal permanezca siempre en vosotros.
Os ama vuestra Madre, María Rosa Mística.
Dad a conocer mis mensajes a toda la humanidad.”
Fuente: mensajesdelbuenpastorenoc.org








“Si supierais cómo resplandecéis después de acercaros debidamente al Sacramento de la Confesión. (Jesús) está en el Confesionario y escucha cada palabra, ve en cada rincón de vuestro corazón y está deseoso de otorgar las gracias inherentes a Su Perdón.
“¡Os pido Mis hijos predilectos que paréis esta abominación! ¡No más ministros extraordinarios de la Eucaristía! ¡No más comuniones distribuidas por laicos, ni más comuniones en la mano!”



"Padre Celestial, hoy rindo mi corazón a Ti. Ayúdame a ser Tu instrumento en el mundo. Cúbreme con la Preciosa Sangre de Tu Divino Hijo. Protégeme de todo mal. Protégeme de cualquier plan maligno que Satanás pueda tener para mí el día de hoy. Revísteme de Tu Divina Voluntad. Amén"
"Santísima Madre de Dios, María, Protectora de la Fe, resguarda mi fe en el refugio de Tu Inmaculado Corazón. En él, protege mi fe de cualquier merodeador. Muéstrame las amenazas a mi fe y ayúdame a vencerlas. Amén"
"Me coloco en la presencia de la Santísima Trinidad (Padre, Hijo y Espíritu Santo) y por el poder de la Sangre de nuestro Señor Jesucristo, rompo, desbarato, pisoteo, aniquilo e invalido y cancelo de mi ser físico, síquico, biológico y espiritual, toda maldición que haya sido puesta sobre mí, sobre mi familia y árbol genealógico, por cualquier persona, familiar o antepasado por medio del ocultismo o espiritismo. Por el poder de la Sangre Preciosa de Nuestro Señor Jesucristo y por la intercesión de la Santísima Virgen María, San Miguel, San Gabriel, y San Rafael, rompo e invalido toda maldición, cualquiera que sea su naturaleza en el nombre de nuestro Señor Jesucristo. Amén (Repetir 3 veces la oración)"
"Oh Jesús de la Divina Misericordia, escucha mis súplicas hacia Ti, pues estoy aquí para hacer tu voluntad."
"Oh Glorioso Patriarca San José, Padre adoptivo de Jesús y Esposo Humilde y Casto de María; poderoso intercesor de las almas y guardián Fiel de la Iglesia; acudimos a vos, amado Padre, para que te dignes ampáranos y socorrednos en la lucha espiritual contra los enemigos de nuestra alma. Ven en nuestro auxilio y por tu humildad y pureza, líbranos de todo mal. San José terror de los demonios, venid en mi auxilio (3 veces)."
"San Miguel Arcángel, defiéndenos en la lucha; sé nuestro amparo contra la perversidad y asechanzas del demonio. Reprímale Dios, pedimos suplicantes, y tú, Príncipe de la Milicia Celestial, arroja al infierno con el divino poder a Satanás y a los demás espíritus malignos que andan dispersos por el mundo para la perdición de las almas. Amén"
Ven, Espíritu divino, manda tu luz desde el Cielo. Padre amoroso del pobre; don, en tus dones espléndido; luz que penetra las almas; fuente del mayor consuelo. Ven, dulce huésped del alma, descanso de nuestro esfuerzo; tregua en el duro trabajo, brisa en las horas de fuego, gozo que enjuga las lágrimas y reconforta los duelos. Entra hasta el fondo del alma, divina luz, y enriquécenos. Mira el vacío del hombre si Tú le faltas por dentro; mira el poder del pecado cuando no envías tu aliento. Riega la tierra en sequía, sana el corazón enfermo, lava las manchas, infunde calor de vida en el hielo, doma al espíritu indómito, guía al que tuerce el sendero. Reparte tus siete dones según la fe de tus siervos. Por tu bondad y tu gracia dale al esfuerzo su mérito; salva al que busca salvarse y danos tu gozo eterno. Amén.
"Oh, Corazones de Jesús y de María; me consagro, consagro mi familia y al mundo entero, a vuestros Amantísimos Corazones. Atended a la súplica que os hago y aceptad nuestros corazones en los Vuestros, para que seamos librados y protegidos nosotros y el mundo entero de toda maldad y de todo pecado. Que la protección de vuestros Dos Corazones, sean refugio, fortaleza y amparo, en las luchas espirituales de cada día. Que el poder de vuestros Dos Corazones, irradie al mundo para que sea protegido de la maldad y el pecado. Nos consagramos voluntariamente y consagramos a la humanidad entera avuestros Corazones; seguros y confiados por vuestra Gran Misericordia, de obtener la victoria sobre las fuerzas del mal en este mundo, y la Gloria Eterna en el Reino de Dios. Amén."