¡Conviértanse, es urgente! “Yo no me canso mientras yo tenga vida, mientras Cristo me tenga con vida, voy a gritar, a gritar siempre: ¡Hermanos conviértanse! ¡Hermanos por favor conviértanse, es urgente! ¡No pierdan tiempo, es urgente! ¿Por qué? Porque muchos esperan grandes acontecimientos poco a poco. ¡No! ¡Los grandes acontecimientos se van a dar en pocos días! ¡Todos! Y vendrá el Aviso! [...] Confiemos en la palabra de Cristo, y pedimos el discernimiento al Espíritu Santo para no tomar decisiones equivocadas" –Luz de María.****
MENSAJE DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO A LUZ DE MARÍA
24 DE MAYO DEL 2019
Oren por Canadá, lo inesperado llega a esa nación
“Pueblo Mío:
Amado Pueblo Mío, no les abandono cuando son más asediados por el Demonio. Al contrario, les protejo y envío Mis Ejércitos Celestiales por la SALVACIÓN DE UNA SOLA ALMA, PERO ESA ALMA DEBE DESEAR SALVARSE Y MANTENERSE DISPUESTA A SER RESCATADA.
Esto no implica que Mi Pueblo no padezca para su propia purificación, no implica que gusten del Cielo por adelantado. Junto a toda la humanidad, Mis hijos pasan por el tamiz de las pruebas y salen triunfantes.
La humanidad ha sido probada y ha padecido pruebas innegables a causa de la debilidad en la Fe y la pronta acogida que le ha brindado al Demonio. La estrategia del Demonio ha superado a Mis hijos y estos han caído en las garras de la envidia, mala consejera al llevarles a querer alcanzar Mi Voluntad sin pasar por este “Escultor Divino”.
La batalla entre “el Bien y el Mal” ha existido y el hombre no logra retener las experiencias, sino continúa padeciendo su propia desobediencia.
Mi Pueblo mira en pequeño los sucesos de la historia, y los que viven en este instante en que la persecución del Demonio se extiende por toda la Tierra, en ese afán de que las almas se pierdan, miran descuidadamente y sin conciencia Mi Palabra, y la de Mi Madre.
Miran la punta del iceberg, sin procesar la profundidad de lo que viven en este presente y lo que vivirán en lo sucesivo, les hablan de acuerdos de paz y no visualizan la anticipación de Mi Palabra para que despierten antes de la tormenta. La desobediencia hace a Mis hijos ciegos y sordos, la astucia del Demonio les enloda la mente para que como ríos de lodo, los Míos se contaminen y padezcan graves enfermedades espirituales.
Esta peste que invade a los Míos en esta etapa de la historia de la humanidad, es totalmente dirigida a pervertir la mente del hombre para que la conciencia colapse y el caos se apodere de Mis hijos, siendo como barcos a la deriva.
La Tierra ha variado su eje, el magnetismo le conduce hacia otro sentido, lo que provoca grandes e inesperados efectos sobre la Tierra, sobre el hombre, sobre toda la naturaleza. Así sucede a Mis hijos, el magnetismo que genera el mal hace que la humanidad varíe su pensamiento, sus gustos, sus deseos, sus propósitos y de un instante a otro sea una criatura totalmente diferente. Mi Pueblo no mira las entrañas del enfrentamiento del bien contra el mal, ni mira con preocupación la proliferación de normas contrarias a Mí en todo lo que Me pueda representar, no mira las agendas pestilentes de pecado que aprueban en los países, no miran cómo Soy alejado poco a poco, con gran diplomacia, de Mi Casa, de los Templos, pero más grave es cómo por voluntad humana, el hombre me retira de su vida.
“Por eso tomad las armas de Dios, para que podáis resistir en el día funesto y manteneros firmes después de haberlo vencido todo.” (Ef. 6: 13).
Mi Pueblo vive la gran Batalla universal profetizada entre “el bien y el mal” y no desean creerlo. Gran parte de Mis hijos han abrazado al Demonio, sus perversiones, sus caminos de inmoralidad extrema, de muerte, que les lleva a perder el alma sino se arrepienten. Olvidando La Ley Divina, se atreven a profanar lo que es de Mi Casa, cometen actos sacrílegos para satisfacer al Demonio. Ese cúmulo de mal contiene dentro de sí la fuerza propia de ese actuar y obrar del Demonio y al no encontrarse firmes en la Fe, no logran ser inmovibles.
Aliméntense de Mi Cuerpo y Mi Sangre, oren y sean Mi Amor, Mi Misericordia y Mi Esperanza para sus hermanos.
“Mi Reino no es de este mundo” (Cfr. Jn 18, 36), Mi Reino sobrevivirá por los siglos de los siglos.
Mi Pueblo debe conocer las Profecías que Mi Madre y Yo les hemos dado para que no les encuentre dormidos.
Amado Pueblo Mío, cuanto sucede en la Tierra no deben dejarlo pasar desapercibido, los signos y señales son anuncios para que los dormidos despierten.
Mi Madre Prepara Mi Segunda Venida y Ella, de Su Mano llevará a Mi Ángel de Paz (1) a Mis Hijos para que les dé Mi Amor, Mi Guía y les sostenga. Entonces los incrédulos mirarán a Mi Ángel de Paz y le escucharán y retomarán la esperanza. Mi Madre: Puerta del Cielo, Estrella de la Mañana, Sol que nunca se oscurece, por encargo de Nuestra Trinidad Sacrosanta, es el Arca de Salvación en los últimos Tiempos. Mi Madre Me llevó en su Vientre y ese Vientre Bendito será quien conduzca a Mi Pueblo hacia Mí.
Oren hijos Míos, oren por Occidente se ha contaminado y Me desobedece.
Oren hijos Míos, oren para que resistan hasta el final.
Oren hijos Míos, Oren por Canadá, lo inesperado llega a esa nación.
Amado Pueblo Mío, ¡despierten! Mi llamado es urgente, no duerman.
¡YO VENCERÉ! (Cfr. Mt 16,18).
Les Bendigo.
Su Jesús.”
AVE MARÍA PURÍSIMA, SIN PECADO CONCEBIDA
AVE MARÍA PURÍSIMA, SIN PECADO CONCEBIDA
AVE MARÍA PURÍSIMA, SIN PECADO CONCEBIDA
(1) Revelaciones sobre el Ángel de Paz … (leer)
Fuente: Revelaciones Marianas








“Si supierais cómo resplandecéis después de acercaros debidamente al Sacramento de la Confesión. (Jesús) está en el Confesionario y escucha cada palabra, ve en cada rincón de vuestro corazón y está deseoso de otorgar las gracias inherentes a Su Perdón.
“¡Os pido Mis hijos predilectos que paréis esta abominación! ¡No más ministros extraordinarios de la Eucaristía! ¡No más comuniones distribuidas por laicos, ni más comuniones en la mano!”



"Padre Celestial, hoy rindo mi corazón a Ti. Ayúdame a ser Tu instrumento en el mundo. Cúbreme con la Preciosa Sangre de Tu Divino Hijo. Protégeme de todo mal. Protégeme de cualquier plan maligno que Satanás pueda tener para mí el día de hoy. Revísteme de Tu Divina Voluntad. Amén"
"Santísima Madre de Dios, María, Protectora de la Fe, resguarda mi fe en el refugio de Tu Inmaculado Corazón. En él, protege mi fe de cualquier merodeador. Muéstrame las amenazas a mi fe y ayúdame a vencerlas. Amén"
"Me coloco en la presencia de la Santísima Trinidad (Padre, Hijo y Espíritu Santo) y por el poder de la Sangre de nuestro Señor Jesucristo, rompo, desbarato, pisoteo, aniquilo e invalido y cancelo de mi ser físico, síquico, biológico y espiritual, toda maldición que haya sido puesta sobre mí, sobre mi familia y árbol genealógico, por cualquier persona, familiar o antepasado por medio del ocultismo o espiritismo. Por el poder de la Sangre Preciosa de Nuestro Señor Jesucristo y por la intercesión de la Santísima Virgen María, San Miguel, San Gabriel, y San Rafael, rompo e invalido toda maldición, cualquiera que sea su naturaleza en el nombre de nuestro Señor Jesucristo. Amén (Repetir 3 veces la oración)"
"Oh Jesús de la Divina Misericordia, escucha mis súplicas hacia Ti, pues estoy aquí para hacer tu voluntad."
"Oh Glorioso Patriarca San José, Padre adoptivo de Jesús y Esposo Humilde y Casto de María; poderoso intercesor de las almas y guardián Fiel de la Iglesia; acudimos a vos, amado Padre, para que te dignes ampáranos y socorrednos en la lucha espiritual contra los enemigos de nuestra alma. Ven en nuestro auxilio y por tu humildad y pureza, líbranos de todo mal. San José terror de los demonios, venid en mi auxilio (3 veces)."
"San Miguel Arcángel, defiéndenos en la lucha; sé nuestro amparo contra la perversidad y asechanzas del demonio. Reprímale Dios, pedimos suplicantes, y tú, Príncipe de la Milicia Celestial, arroja al infierno con el divino poder a Satanás y a los demás espíritus malignos que andan dispersos por el mundo para la perdición de las almas. Amén"
Ven, Espíritu divino, manda tu luz desde el Cielo. Padre amoroso del pobre; don, en tus dones espléndido; luz que penetra las almas; fuente del mayor consuelo. Ven, dulce huésped del alma, descanso de nuestro esfuerzo; tregua en el duro trabajo, brisa en las horas de fuego, gozo que enjuga las lágrimas y reconforta los duelos. Entra hasta el fondo del alma, divina luz, y enriquécenos. Mira el vacío del hombre si Tú le faltas por dentro; mira el poder del pecado cuando no envías tu aliento. Riega la tierra en sequía, sana el corazón enfermo, lava las manchas, infunde calor de vida en el hielo, doma al espíritu indómito, guía al que tuerce el sendero. Reparte tus siete dones según la fe de tus siervos. Por tu bondad y tu gracia dale al esfuerzo su mérito; salva al que busca salvarse y danos tu gozo eterno. Amén.
"Oh, Corazones de Jesús y de María; me consagro, consagro mi familia y al mundo entero, a vuestros Amantísimos Corazones. Atended a la súplica que os hago y aceptad nuestros corazones en los Vuestros, para que seamos librados y protegidos nosotros y el mundo entero de toda maldad y de todo pecado. Que la protección de vuestros Dos Corazones, sean refugio, fortaleza y amparo, en las luchas espirituales de cada día. Que el poder de vuestros Dos Corazones, irradie al mundo para que sea protegido de la maldad y el pecado. Nos consagramos voluntariamente y consagramos a la humanidad entera avuestros Corazones; seguros y confiados por vuestra Gran Misericordia, de obtener la victoria sobre las fuerzas del mal en este mundo, y la Gloria Eterna en el Reino de Dios. Amén."