¡Conviértanse, es urgente! “Yo no me canso mientras yo tenga vida, mientras Cristo me tenga con vida, voy a gritar, a gritar siempre: ¡Hermanos conviértanse! ¡Hermanos por favor conviértanse, es urgente! ¡No pierdan tiempo, es urgente! ¿Por qué? Porque muchos esperan grandes acontecimientos poco a poco. ¡No! ¡Los grandes acontecimientos se van a dar en pocos días! ¡Todos! Y vendrá el Aviso! [...] Confiemos en la palabra de Cristo, y pedimos el discernimiento al Espíritu Santo para no tomar decisiones equivocadas" –Luz de María.****
Mayo 28 De 2018
Llamado urgente de San Miguel a la Humanidad. Mensaje a Enoch
Los acontecimientos se desencadenarán
“Quien como Dios, Quien como Dios, Quien como Dios”
“Que la Paz del Altísimo esté con todos vosotros, hombres de buena voluntad.
Heredad de mi Padre, los días de la gran prueba se están acercando y qué tristeza saber que van a ser muy pocos los que la pasen.
Todo le llegará de improvisto a la humanidad, los acontecimientos descritos para este final de los tiempos, se desencadenarán uno seguido del otro; la inmensa mayoría por no estar preparada, va a perderse al paso de la Justicia de Dios.
¡Tribulación, Tribulación, ese es el grito que muy pronto se escuchará en toda la creación!
Pobres de aquellos mortales que caminan por este mundo sin Dios y sin Ley, porque la muerte eterna los va a sorprender; despertarán en la eternidad y ya será tarde; sus almas caerán al abismo y el fuego eterno las abrasará por siempre. ¡Oh, humanidad pecadora, no queréis tomar conciencia, seguís como potrillos desbocados en pos del pecado y os va a coger la Justicia Divina sin estar preparada!
¡Despertad oh humanidad ingrata, mirad que lo que está en juego es vuestra vida; no sigáis dándole la espalda a Dios, porque de seguir como vais la muerte eterna será vuestra paga!
Todos los Habitantes del Cielo estamos unidos a Nuestra Señora y Reina, alabando la Gloria de Dios e intercediendo por esta humanidad para que despierte, se convierta y vuelva al Amor del Altísimo. Entended mortales que Dios no quiere vuestra muerte; retomad cuanto antes la senda de la salvación, porque los días que están por llegar son de Justicia.
Aprovechad estas últimas milésimas de Misericordia que aún os quedan antes de que todo se desate, para que os pongáis en paz con El, y vuestras almas no se pierdan al paso de la tribulación que se aproxima.
Horno de purificación os espera humanidad; mi Padre os va a poner a prueba y va a permitir que los demonios os tienten, mortifiquen y torturen, porque necesita seleccionar su rebaño. Todo aquel que no tenga puesta su fe y confianza en el Señor, se perderá; porque en aquellos días el reino de las tinieblas se trasladará a la tierra, solo aquellos cuya fe sea firme, pasarán la prueba.
Como Príncipe de la Milicia Celestial, os hago un llamado angustioso y urgente: Ladrones, estafadores, mentirosos, adúlteros, lujuriosos, fornicarios, impuros, homosexuales, prostitutas, alcohólicos, drogadictos, asesinos, ocultista en general, calumniadores, corruptos, idolatras y demás pecadores que vagáis por este mundo sin Dios y sin Ley.
¡Volved a Dios lo más pronto posible; reconciliaos con El, y apartaos del mal camino; reparad por todos vuestros pecados, para que no os lamentéis mañana al paso de la Justicia Divina!
¡Almas pecadoras, se os está acabando el tiempo, de seguir como vais el Seol os espera! Dejad vuestra maldad sirvientes de la oscuridad; renunciad al pecado del ocultismo y no sigáis atando a vuestros hermanos con vuestras detestables acciones. Mirad, que lo que os espera en la eternidad es el Averno; esa es la morada que vuestro amo os tiene preparada, para cuando partáis de este mundo. Os digo, vuestro infierno es el más tormentoso de todos, ese es el pago que os dará vuestro amo mañana por servirle en esta vida.
Despertad del engaño, pedidle perdón a Dios; renunciad a vuestro pecado y reparad, reparad, reparad, por todo el daño que habéis hecho. Si os arrepentís de corazón mi Padre os perdonará y vuestras almas no se perderán con la llegada del Aviso.
Simiente de mi Padre, orad por la Iglesia de Cristo aquí en la tierra, porque su calvario está por comenzar. Nuestro Amado Hermano Jesús, nuevamente será crucificado en su Iglesia, por aquellos que un día le juraron fidelidad y lealtad. Uníos en oración a la Iglesia Triunfante, Purgante y Militante; pedid a todo instante la intercesión de Nuestra Señora y Reina y la Nuestra. No soltéis el Santo Rosario, pidiendo por la Iglesia, para que esta pueda vencer las tinieblas y salir victoriosa en la prueba que está por llegarle.
Recogeos pues en oración, ayuno y penitencia, heredad de mi Padre, para que vuestras almas se fortalezcan y vuestra fe permanezca firme al paso de los días de la gran prueba que ya se acercan.
Quedad hermanos en la Paz del Altísimo.
Vuestro humilde Servidor y Hermano, Miguel Arcángel.
Dad a conocer mis mensajes a toda la humanidad, hombres de buena voluntad.”
Fuente: mensajesdelbuenpastor








“Si supierais cómo resplandecéis después de acercaros debidamente al Sacramento de la Confesión. (Jesús) está en el Confesionario y escucha cada palabra, ve en cada rincón de vuestro corazón y está deseoso de otorgar las gracias inherentes a Su Perdón.
“¡Os pido Mis hijos predilectos que paréis esta abominación! ¡No más ministros extraordinarios de la Eucaristía! ¡No más comuniones distribuidas por laicos, ni más comuniones en la mano!”



"Padre Celestial, hoy rindo mi corazón a Ti. Ayúdame a ser Tu instrumento en el mundo. Cúbreme con la Preciosa Sangre de Tu Divino Hijo. Protégeme de todo mal. Protégeme de cualquier plan maligno que Satanás pueda tener para mí el día de hoy. Revísteme de Tu Divina Voluntad. Amén"
"Santísima Madre de Dios, María, Protectora de la Fe, resguarda mi fe en el refugio de Tu Inmaculado Corazón. En él, protege mi fe de cualquier merodeador. Muéstrame las amenazas a mi fe y ayúdame a vencerlas. Amén"
"Me coloco en la presencia de la Santísima Trinidad (Padre, Hijo y Espíritu Santo) y por el poder de la Sangre de nuestro Señor Jesucristo, rompo, desbarato, pisoteo, aniquilo e invalido y cancelo de mi ser físico, síquico, biológico y espiritual, toda maldición que haya sido puesta sobre mí, sobre mi familia y árbol genealógico, por cualquier persona, familiar o antepasado por medio del ocultismo o espiritismo. Por el poder de la Sangre Preciosa de Nuestro Señor Jesucristo y por la intercesión de la Santísima Virgen María, San Miguel, San Gabriel, y San Rafael, rompo e invalido toda maldición, cualquiera que sea su naturaleza en el nombre de nuestro Señor Jesucristo. Amén (Repetir 3 veces la oración)"
"Oh Jesús de la Divina Misericordia, escucha mis súplicas hacia Ti, pues estoy aquí para hacer tu voluntad."
"Oh Glorioso Patriarca San José, Padre adoptivo de Jesús y Esposo Humilde y Casto de María; poderoso intercesor de las almas y guardián Fiel de la Iglesia; acudimos a vos, amado Padre, para que te dignes ampáranos y socorrednos en la lucha espiritual contra los enemigos de nuestra alma. Ven en nuestro auxilio y por tu humildad y pureza, líbranos de todo mal. San José terror de los demonios, venid en mi auxilio (3 veces)."
"San Miguel Arcángel, defiéndenos en la lucha; sé nuestro amparo contra la perversidad y asechanzas del demonio. Reprímale Dios, pedimos suplicantes, y tú, Príncipe de la Milicia Celestial, arroja al infierno con el divino poder a Satanás y a los demás espíritus malignos que andan dispersos por el mundo para la perdición de las almas. Amén"
Ven, Espíritu divino, manda tu luz desde el Cielo. Padre amoroso del pobre; don, en tus dones espléndido; luz que penetra las almas; fuente del mayor consuelo. Ven, dulce huésped del alma, descanso de nuestro esfuerzo; tregua en el duro trabajo, brisa en las horas de fuego, gozo que enjuga las lágrimas y reconforta los duelos. Entra hasta el fondo del alma, divina luz, y enriquécenos. Mira el vacío del hombre si Tú le faltas por dentro; mira el poder del pecado cuando no envías tu aliento. Riega la tierra en sequía, sana el corazón enfermo, lava las manchas, infunde calor de vida en el hielo, doma al espíritu indómito, guía al que tuerce el sendero. Reparte tus siete dones según la fe de tus siervos. Por tu bondad y tu gracia dale al esfuerzo su mérito; salva al que busca salvarse y danos tu gozo eterno. Amén.
"Oh, Corazones de Jesús y de María; me consagro, consagro mi familia y al mundo entero, a vuestros Amantísimos Corazones. Atended a la súplica que os hago y aceptad nuestros corazones en los Vuestros, para que seamos librados y protegidos nosotros y el mundo entero de toda maldad y de todo pecado. Que la protección de vuestros Dos Corazones, sean refugio, fortaleza y amparo, en las luchas espirituales de cada día. Que el poder de vuestros Dos Corazones, irradie al mundo para que sea protegido de la maldad y el pecado. Nos consagramos voluntariamente y consagramos a la humanidad entera avuestros Corazones; seguros y confiados por vuestra Gran Misericordia, de obtener la victoria sobre las fuerzas del mal en este mundo, y la Gloria Eterna en el Reino de Dios. Amén."