¡Conviértanse, es urgente! “Yo no me canso mientras yo tenga vida, mientras Cristo me tenga con vida, voy a gritar, a gritar siempre: ¡Hermanos conviértanse! ¡Hermanos por favor conviértanse, es urgente! ¡No pierdan tiempo, es urgente! ¿Por qué? Porque muchos esperan grandes acontecimientos poco a poco. ¡No! ¡Los grandes acontecimientos se van a dar en pocos días! ¡Todos! Y vendrá el Aviso! [...] Confiemos en la palabra de Cristo, y pedimos el discernimiento al Espíritu Santo para no tomar decisiones equivocadas" –Luz de María.****
MENSAJE DE LA SANTÍSIMA VIRGEN MARÍA A SU AMADA HIJA LUZ DE MARÍA
11 DE JULIO DEL 2020
La Tierra es estremecida por el magnetismo de un cuerpo celeste
“Amados hijos de Mi Corazón Inmaculado:
Dentro de Mi Corazón palpitan Mis hijos, a los que atesoro y no deseo que se alejen de Mi Hijo.
ESTA GENERACIÓN VIVE MOMENTOS DIFÍCILES, LOS HAN IMANTADO MEDIANTE EL OBRAR Y ACTUAR FUERA DE LA VOLUNTAD DIVINA.
Los Designios Divinos se cumplen para bien de las almas (Cfr. Is 45,18), sin que olviden que la oración realizada con corazón contrito y humillado siempre es escuchada (Cfr. Mt 7,7-8; Mt 21,21-22) y esta oración es la que logrará atenuar la fuerza de cuanto vive y vivirá esta generación, según el DECRETO DIVINO.
Hijos Míos, miro a tantos que repiten constantemente palabras y su mente se encuentra lejos de esas palabras con las que pretenden rezar.
ES URGENTE LA ORACIÓN CON EL CORAZÓN, POTENCIAS Y SENTIDOS, LA ORACIÓN CONSCIENTE Y ACTIVA PARA EL BIEN DE SUS HERMANOS.
No deseo que sucumban en este momento, continúen bajo el amparo de Mi Hijo, VIVEN DENTRO DE LA CUENTA REGRESIVA HACIA EL ENCUENTRO CON LO QUE HE PROFETIZADO PARA LA HUMANIDAD.
Arrepiéntanse en cada momento de la vida, ¡ARREPIÉNTANSE Y ENMIENDEN LOS PECADOS COMETIDOS! ES IMPORTANTE PARA USTEDES MANTENERSE EN PAZ ANTE LA PROXIMIDAD DEL AVISO en el que se encontrarán escrutándose desde las entrañas, sin que un solo pecado, una sola ofensa cometida sea pasada sin ser examinada.
Para algunos será un soplo, para otros un verdadero tormento del que sentirán no salir, para algunos será el reencuentro con Mi Hijo amado ante el arrepentimiento de las ofensas cometidas. Para otros será incontrolable el mirarse ante la maldad vivida y sentirán morir sin morir, por lo que luego se levantarán contra el Pueblo de Mi Hijo unidos a las hordas del mal.
Este Acto de Misericordia Divina para las almas no debe llegar sin que ustedes hijos de Mi Corazón Inmaculado se examinen una y otra vez, no descansen, confiesen los pecados cometidos y no pequen más.
La Iglesia de Mi Hijo es asediada por el mal llevando divisiones por doquier, esparciendo el veneno de la antigua serpiente (Cfr. II Cor 11,3) dentro de la Iglesia de Mi Hijo para que las almas se pierdan.
Desde años anteriores han sido amonestados para que se preparen ante cada prueba que viven y las venideras ante la humanidad en general.
La Purificación del Pueblo de Mi Hijo continúa y recrudece conforme avanzan los meses enrumbados hacia la conclusión de este año y el venidero en el que el padecer del Cuerpo Místico de Mi Hijo se acrecienta.
Hijos de Mi Corazón Inmaculado, no olviden que es urgente reforzar la Fe, creciendo espiritualmente, orando y adentrándose en el conocimiento del obrar y actuar de Mi Hijo, no sucumban ante los fariseos ni ante los sepulcros blanqueados, mantengan la Fe sin retroceder. Mi Hijo les comparte Su Cáliz para que con Él pronuncien: “NO SE HAGA MI VOLUNTAD, SINO LA TUYA” (Lc 22, 42).
LES LLAMO PARA QUE SE CONVIERTAN, PARA QUE NO PIERDAN LA FE Y NO PIERDAN LA VIDA ETERNA, MI HIJO PADECE ANTE CANTIDAD DE ALMAS QUE VAN HACIA EL ABISMO, AMPARADOS EN EL ORGULLO, EN LA DESOBEDIENCIA Y LA CARENCIA DE HUMILDAD.
Hijos de Mi Corazón Inmaculado, les invito a orar, la Iglesia de Mi Hijo padece y ustedes como ovejas sin Pastor entran en confusión.
Hijos de Mi Corazón Inmaculado, les invito a orar, la Tierra es estremecida por el magnetismo de un cuerpo celeste.
Hijos de Mi Corazón Inmaculado, les invito a orar con el corazón, meditando en el Amor Divino por ustedes, meditando en Mi Amor por cada uno de ustedes amados de la Trinidad Sacrosanta.
No teman hijos, no teman, sean amparo para quienes no saben hacia donde caminar, sean testimonio del Amor de Mi Hijo, cumplan con los pedidos de Mi Hijo, encuentren fortaleza en el Evangelio, en el Cuerpo y Sangre de Mi Hijo, recíbanle dignamente preparados.
No teman hijos Míos, sabrán del GRAN MILAGRO, verán el resultado de la Fe el que será cumplido en San Sebastián de Garabandal, (1) compartido en Mi Santuario en Fátima, en Mi Santuario de Guadalupe en México, en Zaragoza en Mi Santuario de la Basílica del Pilar y en los lugares en donde Yo me he hecho presente y en donde continúo verdaderamente haciéndome presente en la Tierra. Se lo he solicitado a Mi Hijo para bendición de las almas por el mundo entero, ya que el GRAN MILAGRO SERVIRÁ PARA QUE LAS CRIATURAS HUMANAS SE CONVIERTAN.
Mis hijos desearán movilizarse hacia estos Santuarios, aunque les será difícil, quienes lo miren y quienes dignamente lo vivan en su interior, sabrán que Dios les ampara y el temor se alejará de estos hijos Míos.
Cúbranse con la Preciosísima Sangre de Mi Hijo y prepárense para la Consagración a Mi Corazón Inmaculado el mes dedicado al Santo Rosario, en octubre.
¡NO TEMAN HIJOS MÍOS! SEAN DISCÍPULOS FIELES DE MI HIJO, SU RESTO SANTO.
Les bendigo.
Mamá María.”
AVE MARÍA PURÍSIMA, SIN PECADO CONCEBIDA
AVE MARÍA PURÍSIMA, SIN PECADO CONCEBIDA
AVE MARÍA PURÍSIMA, SIN PECADO CONCEBIDA
(1) San Sebastian de Garabandal
(*) APÓSTOLES DE LOS ÚLTIMOS TIEMPOS
(*) EL RESTO SANTO
Fuente: Revelaciones Marianas








“Si supierais cómo resplandecéis después de acercaros debidamente al Sacramento de la Confesión. (Jesús) está en el Confesionario y escucha cada palabra, ve en cada rincón de vuestro corazón y está deseoso de otorgar las gracias inherentes a Su Perdón.
“¡Os pido Mis hijos predilectos que paréis esta abominación! ¡No más ministros extraordinarios de la Eucaristía! ¡No más comuniones distribuidas por laicos, ni más comuniones en la mano!”



"Padre Celestial, hoy rindo mi corazón a Ti. Ayúdame a ser Tu instrumento en el mundo. Cúbreme con la Preciosa Sangre de Tu Divino Hijo. Protégeme de todo mal. Protégeme de cualquier plan maligno que Satanás pueda tener para mí el día de hoy. Revísteme de Tu Divina Voluntad. Amén"
"Santísima Madre de Dios, María, Protectora de la Fe, resguarda mi fe en el refugio de Tu Inmaculado Corazón. En él, protege mi fe de cualquier merodeador. Muéstrame las amenazas a mi fe y ayúdame a vencerlas. Amén"
"Me coloco en la presencia de la Santísima Trinidad (Padre, Hijo y Espíritu Santo) y por el poder de la Sangre de nuestro Señor Jesucristo, rompo, desbarato, pisoteo, aniquilo e invalido y cancelo de mi ser físico, síquico, biológico y espiritual, toda maldición que haya sido puesta sobre mí, sobre mi familia y árbol genealógico, por cualquier persona, familiar o antepasado por medio del ocultismo o espiritismo. Por el poder de la Sangre Preciosa de Nuestro Señor Jesucristo y por la intercesión de la Santísima Virgen María, San Miguel, San Gabriel, y San Rafael, rompo e invalido toda maldición, cualquiera que sea su naturaleza en el nombre de nuestro Señor Jesucristo. Amén (Repetir 3 veces la oración)"
"Oh Jesús de la Divina Misericordia, escucha mis súplicas hacia Ti, pues estoy aquí para hacer tu voluntad."
"Oh Glorioso Patriarca San José, Padre adoptivo de Jesús y Esposo Humilde y Casto de María; poderoso intercesor de las almas y guardián Fiel de la Iglesia; acudimos a vos, amado Padre, para que te dignes ampáranos y socorrednos en la lucha espiritual contra los enemigos de nuestra alma. Ven en nuestro auxilio y por tu humildad y pureza, líbranos de todo mal. San José terror de los demonios, venid en mi auxilio (3 veces)."
"San Miguel Arcángel, defiéndenos en la lucha; sé nuestro amparo contra la perversidad y asechanzas del demonio. Reprímale Dios, pedimos suplicantes, y tú, Príncipe de la Milicia Celestial, arroja al infierno con el divino poder a Satanás y a los demás espíritus malignos que andan dispersos por el mundo para la perdición de las almas. Amén"
Ven, Espíritu divino, manda tu luz desde el Cielo. Padre amoroso del pobre; don, en tus dones espléndido; luz que penetra las almas; fuente del mayor consuelo. Ven, dulce huésped del alma, descanso de nuestro esfuerzo; tregua en el duro trabajo, brisa en las horas de fuego, gozo que enjuga las lágrimas y reconforta los duelos. Entra hasta el fondo del alma, divina luz, y enriquécenos. Mira el vacío del hombre si Tú le faltas por dentro; mira el poder del pecado cuando no envías tu aliento. Riega la tierra en sequía, sana el corazón enfermo, lava las manchas, infunde calor de vida en el hielo, doma al espíritu indómito, guía al que tuerce el sendero. Reparte tus siete dones según la fe de tus siervos. Por tu bondad y tu gracia dale al esfuerzo su mérito; salva al que busca salvarse y danos tu gozo eterno. Amén.
"Oh, Corazones de Jesús y de María; me consagro, consagro mi familia y al mundo entero, a vuestros Amantísimos Corazones. Atended a la súplica que os hago y aceptad nuestros corazones en los Vuestros, para que seamos librados y protegidos nosotros y el mundo entero de toda maldad y de todo pecado. Que la protección de vuestros Dos Corazones, sean refugio, fortaleza y amparo, en las luchas espirituales de cada día. Que el poder de vuestros Dos Corazones, irradie al mundo para que sea protegido de la maldad y el pecado. Nos consagramos voluntariamente y consagramos a la humanidad entera avuestros Corazones; seguros y confiados por vuestra Gran Misericordia, de obtener la victoria sobre las fuerzas del mal en este mundo, y la Gloria Eterna en el Reino de Dios. Amén."