¡Conviértanse, es urgente! “Yo no me canso mientras yo tenga vida, mientras Cristo me tenga con vida, voy a gritar, a gritar siempre: ¡Hermanos conviértanse! ¡Hermanos por favor conviértanse, es urgente! ¡No pierdan tiempo, es urgente! ¿Por qué? Porque muchos esperan grandes acontecimientos poco a poco. ¡No! ¡Los grandes acontecimientos se van a dar en pocos días! ¡Todos! Y vendrá el Aviso! [...] Confiemos en la palabra de Cristo, y pedimos el discernimiento al Espíritu Santo para no tomar decisiones equivocadas" –Luz de María.****
SEPTIEMBRE 10 2017
LLAMADO URGENTE DE JESÚS EL JUSTO JUEZ A LA HUMANIDAD
Grandes acontecimientos están por desatarse. Fuego caerá a la tierra
“Mi paz sea con vosotros, hijos míos
Grandes acontecimientos que cambiarán el destino de la humanidad están por desatarse.
La furia de la naturaleza enlutará muchas naciones; el agua del mar se levantará y olas gigantescas destrozarán ciudades y poblaciones.
La creación está en los dolores de parto y su gemido se hará sentir en los cinco continentes.
Del cielo fuego caerá a la tierra y un gran cuerpo celeste que ya se aproxima, chocará con ella; este suceso todo lo cambiará en este mundo.
El pánico se apoderará de la humanidad, sólo los que pongan su esperanza y confianza en Dios, superarán esta prueba. Gritos y ayes de dolor se escucharán por doquier, la inmensa mayoría de esta humanidad ingrata y pecadora, me culpará por sus desgracias.
¡Oh humanidad pecadora, no soy Yo, el causante de vuestras desgracias; sois vosotros los que con vuestro pecado, estáis desatando mi Justicia! La creación no soporta más vuestros ultrajes, vuestro pecado la lacera y su gemir y dolor la estremecen.
Su estremecimiento es lo que estáis recibiendo por todas vuestras injusticias.
¡Oh humanidad ingrata y pecadora, se acerca el tiempo de mi Justicia! ¿Quién podrá resistirla? Falta muy poco, vuestro pecado y maldad están llegando ya al límite; cuando esto suceda, conoceréis mi Justa Ira. Yo, el Justo Juez, vengo a pediros cuentas y a pesar vuestras obras.
Ayes, será lo que escucharé, porque las obras de la inmensa mayoría de esta humanidad, no le servirán para justificarse. ¡Corred insensatos a poner vuestras cuentas en orden, porque los días de mi Justicia se acercan; la noche de mi Justicia está cerca y con ella, el Ángel del Exterminio!
Pasaré como lo hice en Egipto, y mi paso, sólo llanto y desolación dejarán.

Pueblo mío, el signo de Ictus(1) en el umbral de la puerta de entrada de vuestros hogares, será la señal que os protegerá, cuando pase con mi Justicia. Mi Ángel justiciero pasará de largo al ver la señal; pero en los refugios de los impíos, llanto y lamento se escucharán. Haced oración, ayuno y penitencia, y orad con mi Salmo 91, en los tres días de oscuridad.
No soltéis el Rosario de mi Madre, ni el Rosario de mi Preciosísima Sangre.
No abráis la puerta de vuestro hogar a nadie y cubrid con tela roja las ventanas, para que no entre la luz; cerrad los cerrojos de puertas y ventanas, porque durante esos tres días de oscuridad, exterminaré a los malvados y acabaré para siempre con la maldad y el pecado en la creación.
Preparaos Pueblo mío, no perdáis la calma, ni entréis en pánico, cuando la creación esté en las últimas horas de parto. Todo se moverá, pero nada os pasará, si tenéis puesta vuestra confianza y esperanza en el Señor.
Permaneced unidos a Mi y a mi Madre y todo lo que está por venir, pasará para vosotros como un sueño.
Esta cerca el día grande del Señor. El sol y la luna se oscurecen, las estrellas pierden su brillo, el cielo y la tierra se estremecen.
Pero el Señor será un refugio para su pueblo.
Vuestro Señor, el Justo Juez.
Dad a conocer mis mensajes a toda la humanidad, pueblo mío.”
(1) El ichtus o ichthys (en griego ΙΧΘΥΣ ijcís “pez”) es un símbolo que consiste en dos arcos que se intersecan de forma que parece el perfil de un pez a modo de una vesica piscis o mandorla horizontal, y que fue empleado por los primeros cristianos como un símbolo secreto.
El acrónimo significa Ἰησοῦς Χριστὸς Θεοῦ Υἱὸς Σωτήρ “Jesucristo, Hijo de Dios, Salvador”.
El uso del ichtus como símbolo secreto pudo haber sido el siguiente: una persona dibujaba unas líneas rectas y curvas en la arena de forma aparentemente aleatoria, de las que una de ellas era un arco circular (medio ichtus). Si otra persona dibujaba más líneas en el suelo y completaba la figura, los dos sabrían que ambos eran cristianos.
También era usado secretamente cuando dos personas que no se conocían muy bien se veían nuevamente; entonces, una de ellas le hacía la mitad del símbolo del pez en la palma de la mano a uno al saludarlo, y el otro respondía haciendo la otra mitad si también era ferviente cristiano, si no pasaba como una cosquilla o accidente, pero la mayoría de las veces se tomaban muchas precauciones, como el de investigar de antemano a la otra persona.
Antes del Edicto de Milán los cristianos no podían revelar abiertamente su fe, ya que corrían el peligro de ser perseguidos o ejecutados.
Fuente: mensajesdelbuenpastorenoc.org








“Si supierais cómo resplandecéis después de acercaros debidamente al Sacramento de la Confesión. (Jesús) está en el Confesionario y escucha cada palabra, ve en cada rincón de vuestro corazón y está deseoso de otorgar las gracias inherentes a Su Perdón.
“¡Os pido Mis hijos predilectos que paréis esta abominación! ¡No más ministros extraordinarios de la Eucaristía! ¡No más comuniones distribuidas por laicos, ni más comuniones en la mano!”



"Padre Celestial, hoy rindo mi corazón a Ti. Ayúdame a ser Tu instrumento en el mundo. Cúbreme con la Preciosa Sangre de Tu Divino Hijo. Protégeme de todo mal. Protégeme de cualquier plan maligno que Satanás pueda tener para mí el día de hoy. Revísteme de Tu Divina Voluntad. Amén"
"Santísima Madre de Dios, María, Protectora de la Fe, resguarda mi fe en el refugio de Tu Inmaculado Corazón. En él, protege mi fe de cualquier merodeador. Muéstrame las amenazas a mi fe y ayúdame a vencerlas. Amén"
"Me coloco en la presencia de la Santísima Trinidad (Padre, Hijo y Espíritu Santo) y por el poder de la Sangre de nuestro Señor Jesucristo, rompo, desbarato, pisoteo, aniquilo e invalido y cancelo de mi ser físico, síquico, biológico y espiritual, toda maldición que haya sido puesta sobre mí, sobre mi familia y árbol genealógico, por cualquier persona, familiar o antepasado por medio del ocultismo o espiritismo. Por el poder de la Sangre Preciosa de Nuestro Señor Jesucristo y por la intercesión de la Santísima Virgen María, San Miguel, San Gabriel, y San Rafael, rompo e invalido toda maldición, cualquiera que sea su naturaleza en el nombre de nuestro Señor Jesucristo. Amén (Repetir 3 veces la oración)"
"Oh Jesús de la Divina Misericordia, escucha mis súplicas hacia Ti, pues estoy aquí para hacer tu voluntad."
"Oh Glorioso Patriarca San José, Padre adoptivo de Jesús y Esposo Humilde y Casto de María; poderoso intercesor de las almas y guardián Fiel de la Iglesia; acudimos a vos, amado Padre, para que te dignes ampáranos y socorrednos en la lucha espiritual contra los enemigos de nuestra alma. Ven en nuestro auxilio y por tu humildad y pureza, líbranos de todo mal. San José terror de los demonios, venid en mi auxilio (3 veces)."
"San Miguel Arcángel, defiéndenos en la lucha; sé nuestro amparo contra la perversidad y asechanzas del demonio. Reprímale Dios, pedimos suplicantes, y tú, Príncipe de la Milicia Celestial, arroja al infierno con el divino poder a Satanás y a los demás espíritus malignos que andan dispersos por el mundo para la perdición de las almas. Amén"
Ven, Espíritu divino, manda tu luz desde el Cielo. Padre amoroso del pobre; don, en tus dones espléndido; luz que penetra las almas; fuente del mayor consuelo. Ven, dulce huésped del alma, descanso de nuestro esfuerzo; tregua en el duro trabajo, brisa en las horas de fuego, gozo que enjuga las lágrimas y reconforta los duelos. Entra hasta el fondo del alma, divina luz, y enriquécenos. Mira el vacío del hombre si Tú le faltas por dentro; mira el poder del pecado cuando no envías tu aliento. Riega la tierra en sequía, sana el corazón enfermo, lava las manchas, infunde calor de vida en el hielo, doma al espíritu indómito, guía al que tuerce el sendero. Reparte tus siete dones según la fe de tus siervos. Por tu bondad y tu gracia dale al esfuerzo su mérito; salva al que busca salvarse y danos tu gozo eterno. Amén.
"Oh, Corazones de Jesús y de María; me consagro, consagro mi familia y al mundo entero, a vuestros Amantísimos Corazones. Atended a la súplica que os hago y aceptad nuestros corazones en los Vuestros, para que seamos librados y protegidos nosotros y el mundo entero de toda maldad y de todo pecado. Que la protección de vuestros Dos Corazones, sean refugio, fortaleza y amparo, en las luchas espirituales de cada día. Que el poder de vuestros Dos Corazones, irradie al mundo para que sea protegido de la maldad y el pecado. Nos consagramos voluntariamente y consagramos a la humanidad entera avuestros Corazones; seguros y confiados por vuestra Gran Misericordia, de obtener la victoria sobre las fuerzas del mal en este mundo, y la Gloria Eterna en el Reino de Dios. Amén."