¡Conviértanse, es urgente! “Yo no me canso mientras yo tenga vida, mientras Cristo me tenga con vida, voy a gritar, a gritar siempre: ¡Hermanos conviértanse! ¡Hermanos por favor conviértanse, es urgente! ¡No pierdan tiempo, es urgente! ¿Por qué? Porque muchos esperan grandes acontecimientos poco a poco. ¡No! ¡Los grandes acontecimientos se van a dar en pocos días! ¡Todos! Y vendrá el Aviso! [...] Confiemos en la palabra de Cristo, y pedimos el discernimiento al Espíritu Santo para no tomar decisiones equivocadas" –Luz de María.****
Febrero 17 de 2016
Llamado urgente de María Santificadora a la humanidad
El hijo de la perdición, el Maitreya, muy pronto se manifestará
“Hijitos de mi corazón, la paz de Dios esté con vosotros.
Muy pronto la humanidad comenzará a caminar por el desierto de la purificación. Mi adversario encarnado ha comenzado a mostrarse en las naciones que le han dado la espalda a mi Hijo. ¡Pobres naciones, porque van a conocer la justa ira de Dios!
El Maitreya ya se pasea por muchos países y anda preparando a sus discípulos para el día de su declaración.
¡Ay de aquellos que andan en tibieza espiritual y ay de aquellos que andan sin Dios y sin ley, porque serán presa fácil del engaño de mi adversario!
El hijo de la perdición ya se encuentra adoctrinando a sus seguidores y muy pronto se manifestará a la humanidad. ¡Pueblo de Dios, estad alerta y vigilantes! ¡Cuidado con caer en el engaño, porque bien sabéis que ese no es mi Hijo!
El que está próximo a darse a conocer es el hijo de la perdición, que viene a traer el caos, la desolación y la muerte, en todos los confines de la tierra.
Hijitos, la biblia del Anticristo ya está lista para su distribución. La biblia satánica será regalada y las sectas que tocan de puerta en puerta se encargarán de distribuirla.
¡Por ningún motivo vais a cambiar la Santa Palabra de Dios, por el engaño de mi adversario! ¡Cuidado con darle la espalda al Dios de la Vida!
¡Cuidado con abrirle la puerta de vuestro hogar al ser de iniquidad!
La biblia de mi adversario está ritualizada, para que los demonios se apoderen de vuestros hogares y destruyan vuestras familias.
Toda la propaganda anunciando la aparición del Maitreya ya está lista para ser dada a conocer a la humanidad.
Todos los medios de comunicación que le sirven a mi adversario, harán un gran despliegue propagandístico a nivel mundial, anunciando la aparición del falso mesías.
Mi adversario es ruidoso y le gusta figurar; tened mucho cuidado y no recibáis esta propaganda, porque hay toda una parafernalia en torno a la aparición del Maitreya.
Toda esta propaganda está ritualizada con ocultismo, haciendo que el que la reciba caiga fácilmente en el engaño y termine siendo discípulo de mi adversario.
Pueblo de Dios, permaneced firmes en la fe, porque el engañador está próximo a manifestarse.
¡Padres de familia, que vuestros hogares no se vayan a perder por vuestro silencio! Quiero que este mensaje llegue a todos los rincones de la tierra y a todos los hogares, sin distinción de credos, razas, ni religiones; lo que está en juego es la salvación de las almas y muchas por falta de conocimiento se van a perder.
Pueblo de Dios, hijitos de mi corazón; los hologramas que muy pronto aparecerán en el firmamento, representando a mi Hijo, hacen parte del show de mi adversario.
No le prestéis atención a ese engaño, porque es mi adversario suplantando a mi Hijo. El día de la declaración universal de mi adversario está llegando.
La guerra entre las naciones será la plataforma que mi adversario utilizará para darse a conocer a la humanidad.
Orad, ayunad y haced penitencia, hijitos míos; porque los días de angustia se aproximan; preparaos espiritualmente.
Leed la Santa Palabra de Dios, especialmente Daniel 12 y Mateo 24, para que cuando haga su aparición el hijo de la perdición, no caigáis en el engaño.
Hijitos, que en todo cenáculo de oración se hable sobre profecías de estos últimos tiempos y se lea la Santa Palabra de Dios, para que cuando se manifieste el engañador, vosotros permanezcáis firmes en la fe.
Que la paz de Dios os acompañe y mi bendición y protección maternal, permanezca en vosotros.
Os ama vuestra Madre, María Santificadora.
Dad a conocer mis mensajes a toda la humanidad.”
Fuente: mensajesdelbuenpastorenoc.org








“Si supierais cómo resplandecéis después de acercaros debidamente al Sacramento de la Confesión. (Jesús) está en el Confesionario y escucha cada palabra, ve en cada rincón de vuestro corazón y está deseoso de otorgar las gracias inherentes a Su Perdón.
“¡Os pido Mis hijos predilectos que paréis esta abominación! ¡No más ministros extraordinarios de la Eucaristía! ¡No más comuniones distribuidas por laicos, ni más comuniones en la mano!”



"Padre Celestial, hoy rindo mi corazón a Ti. Ayúdame a ser Tu instrumento en el mundo. Cúbreme con la Preciosa Sangre de Tu Divino Hijo. Protégeme de todo mal. Protégeme de cualquier plan maligno que Satanás pueda tener para mí el día de hoy. Revísteme de Tu Divina Voluntad. Amén"
"Santísima Madre de Dios, María, Protectora de la Fe, resguarda mi fe en el refugio de Tu Inmaculado Corazón. En él, protege mi fe de cualquier merodeador. Muéstrame las amenazas a mi fe y ayúdame a vencerlas. Amén"
"Me coloco en la presencia de la Santísima Trinidad (Padre, Hijo y Espíritu Santo) y por el poder de la Sangre de nuestro Señor Jesucristo, rompo, desbarato, pisoteo, aniquilo e invalido y cancelo de mi ser físico, síquico, biológico y espiritual, toda maldición que haya sido puesta sobre mí, sobre mi familia y árbol genealógico, por cualquier persona, familiar o antepasado por medio del ocultismo o espiritismo. Por el poder de la Sangre Preciosa de Nuestro Señor Jesucristo y por la intercesión de la Santísima Virgen María, San Miguel, San Gabriel, y San Rafael, rompo e invalido toda maldición, cualquiera que sea su naturaleza en el nombre de nuestro Señor Jesucristo. Amén (Repetir 3 veces la oración)"
"Oh Jesús de la Divina Misericordia, escucha mis súplicas hacia Ti, pues estoy aquí para hacer tu voluntad."
"Oh Glorioso Patriarca San José, Padre adoptivo de Jesús y Esposo Humilde y Casto de María; poderoso intercesor de las almas y guardián Fiel de la Iglesia; acudimos a vos, amado Padre, para que te dignes ampáranos y socorrednos en la lucha espiritual contra los enemigos de nuestra alma. Ven en nuestro auxilio y por tu humildad y pureza, líbranos de todo mal. San José terror de los demonios, venid en mi auxilio (3 veces)."
"San Miguel Arcángel, defiéndenos en la lucha; sé nuestro amparo contra la perversidad y asechanzas del demonio. Reprímale Dios, pedimos suplicantes, y tú, Príncipe de la Milicia Celestial, arroja al infierno con el divino poder a Satanás y a los demás espíritus malignos que andan dispersos por el mundo para la perdición de las almas. Amén"
Ven, Espíritu divino, manda tu luz desde el Cielo. Padre amoroso del pobre; don, en tus dones espléndido; luz que penetra las almas; fuente del mayor consuelo. Ven, dulce huésped del alma, descanso de nuestro esfuerzo; tregua en el duro trabajo, brisa en las horas de fuego, gozo que enjuga las lágrimas y reconforta los duelos. Entra hasta el fondo del alma, divina luz, y enriquécenos. Mira el vacío del hombre si Tú le faltas por dentro; mira el poder del pecado cuando no envías tu aliento. Riega la tierra en sequía, sana el corazón enfermo, lava las manchas, infunde calor de vida en el hielo, doma al espíritu indómito, guía al que tuerce el sendero. Reparte tus siete dones según la fe de tus siervos. Por tu bondad y tu gracia dale al esfuerzo su mérito; salva al que busca salvarse y danos tu gozo eterno. Amén.
"Oh, Corazones de Jesús y de María; me consagro, consagro mi familia y al mundo entero, a vuestros Amantísimos Corazones. Atended a la súplica que os hago y aceptad nuestros corazones en los Vuestros, para que seamos librados y protegidos nosotros y el mundo entero de toda maldad y de todo pecado. Que la protección de vuestros Dos Corazones, sean refugio, fortaleza y amparo, en las luchas espirituales de cada día. Que el poder de vuestros Dos Corazones, irradie al mundo para que sea protegido de la maldad y el pecado. Nos consagramos voluntariamente y consagramos a la humanidad entera avuestros Corazones; seguros y confiados por vuestra Gran Misericordia, de obtener la victoria sobre las fuerzas del mal en este mundo, y la Gloria Eterna en el Reino de Dios. Amén."