¡Conviértanse, es urgente! “Yo no me canso mientras yo tenga vida, mientras Cristo me tenga con vida, voy a gritar, a gritar siempre: ¡Hermanos conviértanse! ¡Hermanos por favor conviértanse, es urgente! ¡No pierdan tiempo, es urgente! ¿Por qué? Porque muchos esperan grandes acontecimientos poco a poco. ¡No! ¡Los grandes acontecimientos se van a dar en pocos días! ¡Todos! Y vendrá el Aviso! [...] Confiemos en la palabra de Cristo, y pedimos el discernimiento al Espíritu Santo para no tomar decisiones equivocadas" –Luz de María.****
Junio 01 2020
Llamado de Dios Padre a la humanidad. Mensaje a Enoch.
Con el Aviso terminará mi Misericordia
“Mi Paz, sea con vosotros, Pueblo mío, Heredad mía.
Shemá Israel:
El tiempo de la Gran Tribulación para la humanidad está por llegar; pobres hijos míos, qué aún siguen dándome la espalda y no la cara, porque mi Justicia Divina los va a coger alejados de MÍ! Grandes acontecimientos que cambiarán el destino de la humanidad, están por venir. Lo que está por llegarle a la humanidad es: ¡Tribulación, Tribulación, como nunca antes se había visto en la creación!
Una vez más os digo: ¡despertad, despertad, habitantes de la tierra, porque el Ángel de mi Justicia ya está cerca; no sigáis en vuestra loca carrera de desenfreno y pecado, porque el tiempo ya comenzó su cuenta regresiva y lo qué falta es muy poco, para que todo se consuma en su totalidad! Con el Aviso terminará mi Misericordia, y este gran acontecimiento está tocando a la puerta de vuestra alma.
¡Entended humanidad pecadora, qué si el Aviso os coge en pecado mortal, corréis el riesgo de perderos en vuestro paso por la eternidad! ¡Recapacitad y enderezad vuestro caminar, antes de que llegue mi Aviso; porque de seguir como vais, pecando y pecando, lo que os espera en la eternidad es el fuego del infierno de donde muchos no regresarán más!
Soy vuestro Padre, y Soy más Padre, que Juez; por eso, no quiero que conozcáis mi Justicia, porque conozco mis criaturas y sé de lo frágil y débiles que sois. Mi deseo es que viváis eternamente; acogeos a estas últimas campanadas de Misericordia, antes de que llegue mi Aviso, porque sólo quiero que viváis y no que muráis eternamente. Nuevamente os hago estos últimos llamados: prostitutas, homosexuales, adúlteros, lujuriosos, fornicarios, mal vividos, e impuros sexuales en general; alcohólicos, drogadictos, ladrones, estafadores, mentirosos, envidiosos, soberbios, idólatras, avaros, homicidas, hechiceros y demás pecadores que vagáis por este mundo sin Dios y sin Ley. Ninguno de vosotros de seguir pecando, heredará el Reino de los Cielos. (Efesios 5, 5) (Apocalipsis 22, 15) (1 Corintios 6. 9,10)
!Corred pues insensatos a poner vuestras cuentas en orden; cortad de una vez con el pecado, y acogeos a Mí, vuestro Padre, para que mañana tengáis Vida Eterna ! Acordaos: A mayor pecado, mayor es mi Misericordia, si volvéis a Mí, con un corazón contrito y humillado. Un corazón contrito y humillado, jamás Yo, vuestro Padre, lo desprecio. (Salmo 51, 17) El día está feneciendo y la noche está que llega; apresuraos humanidad pecadora; despertad de vuestro letargo espiritual y no pequéis más. Os estoy esperando con mis brazos abiertos para abrazaros, perdonaros y derramar sobre vosotros mi Misericordia.
Vuestro Padre, Yahvé, Señor de las Naciones.
Dad a conocer mis mensajes a toda la humanidad, Pueblo mío, Heredad mía.”
Fuente: mensajesdelbuenpastor





Dios Padre: «



“Si supierais cómo resplandecéis después de acercaros debidamente al Sacramento de la Confesión. (Jesús) está en el Confesionario y escucha cada palabra, ve en cada rincón de vuestro corazón y está deseoso de otorgar las gracias inherentes a Su Perdón.
“¡Os pido Mis hijos predilectos que paréis esta abominación! ¡No más ministros extraordinarios de la Eucaristía! ¡No más comuniones distribuidas por laicos, ni más comuniones en la mano!”




"Me coloco en la presencia de la Santísima Trinidad (Padre, Hijo y Espíritu Santo) y por el poder de la Sangre de nuestro Señor Jesucristo, rompo, desbarato, pisoteo, aniquilo e invalido y cancelo de mi ser físico, síquico, biológico y espiritual, toda maldición que haya sido puesta sobre mí, sobre mi familia y árbol genealógico, por cualquier persona, familiar o antepasado por medio del ocultismo o espiritismo. Por el poder de la Sangre Preciosa de Nuestro Señor Jesucristo y por la intercesión de la Santísima Virgen María, San Miguel, San Gabriel, y San Rafael, rompo e invalido toda maldición, cualquiera que sea su naturaleza en el nombre de nuestro Señor Jesucristo. Amén (Repetir 3 veces la oración)"
"Oh Jesús de la Divina Misericordia, escucha mis súplicas hacia Ti, pues estoy aquí para hacer tu voluntad."
"Oh Glorioso Patriarca San José, Padre adoptivo de Jesús y Esposo Humilde y Casto de María; poderoso intercesor de las almas y guardián Fiel de la Iglesia; acudimos a vos, amado Padre, para que te dignes ampáranos y socorrednos en la lucha espiritual contra los enemigos de nuestra alma. Ven en nuestro auxilio y por tu humildad y pureza, líbranos de todo mal. San José terror de los demonios, venid en mi auxilio (3 veces)."
"San Miguel Arcángel, defiéndenos en la lucha; sé nuestro amparo contra la perversidad y asechanzas del demonio. Reprímale Dios, pedimos suplicantes, y tú, Príncipe de la Milicia Celestial, arroja al infierno con el divino poder a Satanás y a los demás espíritus malignos que andan dispersos por el mundo para la perdición de las almas. Amén"
Ven, Espíritu divino, manda tu luz desde el Cielo. Padre amoroso del pobre; don, en tus dones espléndido; luz que penetra las almas; fuente del mayor consuelo. Ven, dulce huésped del alma, descanso de nuestro esfuerzo; tregua en el duro trabajo, brisa en las horas de fuego, gozo que enjuga las lágrimas y reconforta los duelos. Entra hasta el fondo del alma, divina luz, y enriquécenos. Mira el vacío del hombre si Tú le faltas por dentro; mira el poder del pecado cuando no envías tu aliento. Riega la tierra en sequía, sana el corazón enfermo, lava las manchas, infunde calor de vida en el hielo, doma al espíritu indómito, guía al que tuerce el sendero. Reparte tus siete dones según la fe de tus siervos. Por tu bondad y tu gracia dale al esfuerzo su mérito; salva al que busca salvarse y danos tu gozo eterno. Amén.
"Oh, Corazones de Jesús y de María; me consagro, consagro mi familia y al mundo entero, a vuestros Amantísimos Corazones. Atended a la súplica que os hago y aceptad nuestros corazones en los Vuestros, para que seamos librados y protegidos nosotros y el mundo entero de toda maldad y de todo pecado. Que la protección de vuestros Dos Corazones, sean refugio, fortaleza y amparo, en las luchas espirituales de cada día. Que el poder de vuestros Dos Corazones, irradie al mundo para que sea protegido de la maldad y el pecado. Nos consagramos voluntariamente y consagramos a la humanidad entera avuestros Corazones; seguros y confiados por vuestra Gran Misericordia, de obtener la victoria sobre las fuerzas del mal en este mundo, y la Gloria Eterna en el Reino de Dios. Amén."