
Confesaos, hijos Míos, no tengáis vergüenza de confesaros, de acusar humildemente vuestras faltas. Rezad sinceramente, con confianza y serenidad porque Yo...

Ahora les explicaré hacia dónde se dirige su País
Salva tu Alma24 OctoberOctober 24Apostolate of Mercy, Blog, Las Voces
El Padre espera que todos Sus hijos que Él creó regresen a Él - Él sabe que su tiempo en la tierra es corto, y el Padre sabe que Él debe traer Su Justicia...

No entienden que se encuentran dentro del momento en que se desarrolla el cumplimiento de las revelaciones anunciadas. Algunas serán mitigadas por el...

Estos desastres ocurren por una razón. Intentan decirle a la humanidad que cambie su forma de vida, que se arrepienta y rece, y que vuelva a Dios

Pido a Mis hijos que ayuden a los que les rodean tanto como puedan. La fe será duramente probada, los hombres serán violentos y ladrones porque el miedo y...

No se Pongan Ansiosos Por Nada
Salva tu Alma20 OctoberOctober 21Blog, Maria Madre y Maestra
¿Por qué se afligen al contemplar lo que podría sucederles mañana? ¿Es que acaso Dios, quien es providencia infinita, no se ocupa del futuro de ustedes?

El astro sol no será tan afín con la Tierra. Este lanzará su calor tan fuerte hacia la Tierra, que ustedes volverán a vivir sin las comunicaciones, sin la...

Mensajes de la Reina del Rosario a Gisella §1: Rezad por Mis Intenciones §2: Rezad mucho y haced círculos de oración §3: Ahora vendrán acontecimientos no...

La Santa Iglesia está hoy en manos de quienes la están destruyendo y quieren ver el fin de los bastiones de los fieles que no desean su destrucción. No...

Estas palabras son serias, muy serias, y muchas almas se pierden, ¡sí, muchas! Todos los que toman a la ligera Mis palabras están en el camino ancho y...

Llega el momento del dolor, de los lamentos, de la atrocidad ante el uso de la ciencia mal empleada en contra del mismo hombre. Les llamo a prepararse...

¡Cómo sobreviváis en estos Tiempos Finales como hijos de Dios depende de si respondéis o no a la Súplica de Vuestra Madre de rezar, rezar, rezar por el...




“Si supierais cómo resplandecéis después de acercaros debidamente al Sacramento de la Confesión. (Jesús) está en el Confesionario y escucha cada palabra, ve en cada rincón de vuestro corazón y está deseoso de otorgar las gracias inherentes a Su Perdón.
“¡Os pido Mis hijos predilectos que paréis esta abominación! ¡No más ministros extraordinarios de la Eucaristía! ¡No más comuniones distribuidas por laicos, ni más comuniones en la mano!”



"Padre Celestial, hoy rindo mi corazón a Ti. Ayúdame a ser Tu instrumento en el mundo. Cúbreme con la Preciosa Sangre de Tu Divino Hijo. Protégeme de todo mal. Protégeme de cualquier plan maligno que Satanás pueda tener para mí el día de hoy. Revísteme de Tu Divina Voluntad. Amén"
"Santísima Madre de Dios, María, Protectora de la Fe, resguarda mi fe en el refugio de Tu Inmaculado Corazón. En él, protege mi fe de cualquier merodeador. Muéstrame las amenazas a mi fe y ayúdame a vencerlas. Amén"
"Me coloco en la presencia de la Santísima Trinidad (Padre, Hijo y Espíritu Santo) y por el poder de la Sangre de nuestro Señor Jesucristo, rompo, desbarato, pisoteo, aniquilo e invalido y cancelo de mi ser físico, síquico, biológico y espiritual, toda maldición que haya sido puesta sobre mí, sobre mi familia y árbol genealógico, por cualquier persona, familiar o antepasado por medio del ocultismo o espiritismo. Por el poder de la Sangre Preciosa de Nuestro Señor Jesucristo y por la intercesión de la Santísima Virgen María, San Miguel, San Gabriel, y San Rafael, rompo e invalido toda maldición, cualquiera que sea su naturaleza en el nombre de nuestro Señor Jesucristo. Amén (Repetir 3 veces la oración)"
"Oh Jesús de la Divina Misericordia, escucha mis súplicas hacia Ti, pues estoy aquí para hacer tu voluntad."
"Oh Glorioso Patriarca San José, Padre adoptivo de Jesús y Esposo Humilde y Casto de María; poderoso intercesor de las almas y guardián Fiel de la Iglesia; acudimos a vos, amado Padre, para que te dignes ampáranos y socorrednos en la lucha espiritual contra los enemigos de nuestra alma. Ven en nuestro auxilio y por tu humildad y pureza, líbranos de todo mal. San José terror de los demonios, venid en mi auxilio (3 veces)."
"San Miguel Arcángel, defiéndenos en la lucha; sé nuestro amparo contra la perversidad y asechanzas del demonio. Reprímale Dios, pedimos suplicantes, y tú, Príncipe de la Milicia Celestial, arroja al infierno con el divino poder a Satanás y a los demás espíritus malignos que andan dispersos por el mundo para la perdición de las almas. Amén"
Ven, Espíritu divino, manda tu luz desde el Cielo. Padre amoroso del pobre; don, en tus dones espléndido; luz que penetra las almas; fuente del mayor consuelo. Ven, dulce huésped del alma, descanso de nuestro esfuerzo; tregua en el duro trabajo, brisa en las horas de fuego, gozo que enjuga las lágrimas y reconforta los duelos. Entra hasta el fondo del alma, divina luz, y enriquécenos. Mira el vacío del hombre si Tú le faltas por dentro; mira el poder del pecado cuando no envías tu aliento. Riega la tierra en sequía, sana el corazón enfermo, lava las manchas, infunde calor de vida en el hielo, doma al espíritu indómito, guía al que tuerce el sendero. Reparte tus siete dones según la fe de tus siervos. Por tu bondad y tu gracia dale al esfuerzo su mérito; salva al que busca salvarse y danos tu gozo eterno. Amén.
"Oh, Corazones de Jesús y de María; me consagro, consagro mi familia y al mundo entero, a vuestros Amantísimos Corazones. Atended a la súplica que os hago y aceptad nuestros corazones en los Vuestros, para que seamos librados y protegidos nosotros y el mundo entero de toda maldad y de todo pecado. Que la protección de vuestros Dos Corazones, sean refugio, fortaleza y amparo, en las luchas espirituales de cada día. Que el poder de vuestros Dos Corazones, irradie al mundo para que sea protegido de la maldad y el pecado. Nos consagramos voluntariamente y consagramos a la humanidad entera avuestros Corazones; seguros y confiados por vuestra Gran Misericordia, de obtener la victoria sobre las fuerzas del mal en este mundo, y la Gloria Eterna en el Reino de Dios. Amén."