¡Conviértanse, es urgente! “Yo no me canso mientras yo tenga vida, mientras Cristo me tenga con vida, voy a gritar, a gritar siempre: ¡Hermanos conviértanse! ¡Hermanos por favor conviértanse, es urgente! ¡No pierdan tiempo, es urgente! ¿Por qué? Porque muchos esperan grandes acontecimientos poco a poco. ¡No! ¡Los grandes acontecimientos se van a dar en pocos días! ¡Todos! Y vendrá el Aviso! [...] Confiemos en la palabra de Cristo, y pedimos el discernimiento al Espíritu Santo para no tomar decisiones equivocadas" –Luz de María.****
(AGS25) – Extractos de los Mensajes del Cielo a Valentina, Australia
§1. Mi Amor es tan inmenso que salva a la humanidad
§2. Nuestro Señor quiere que estemos en paz
§3. Tres líderes mundiales

(Lectura: 2 min.)
§1
1. Mi Amor es tan inmenso que salva a la humanidad
Valentina: “En cuanto entré hoy en la iglesia, nuestro Señor Jesús dijo:
«Valentina, hija Mía, ¿quieres acompañarme al Cenáculo? Quiero que estés presente conmigo. Vuelve a ver cómo sufro por la humanidad. Y cuando estás cerca de Mí, tú Me consuelas porque sufro mucho».

En cuanto escuché estas dulces palabras de nuestro Señor, las lágrimas comenzaron a rodar por mi rostro y no encontré ningún pañuelo por ninguna parte. Él dijo:
«Volverás para la Santa Eucaristía para recibirme».
De repente, me encontré frente a nuestro Señor en el Cenáculo durante la Santa Misa. El Cenáculo es muy estrecho y muy pequeño. Me sentí muy abrumada al ver a nuestro Señor sufriendo.
Valentina: «Señor Jesús, ¿pero usted sufre en todas las iglesias?».
Jesús: «Especialmente en la Misa Solemne. Normalmente, en la Misa Ordinaria estoy presente en la iglesia, sobre el altar».
Valentina: «Pero mira cómo Te cantan y Te glorifican».
Podía oír el hermoso canto del coro de la iglesia abajo.
Jesús: «Sí, pero a veces son solo palabras; no lo dicen en serio. Pero Mi Amor es tan inmenso. Quiero salvar vuestras almas, quiero decirles cuánto les amo a todos, que Me ofrezco para ser crucificado y hacer todo lo que tenía que hacer; solo para salvarles. ¿Por qué la gente no Me aprecia?».
Valentina: «Porque, Señor, no Te conocen. No entienden».
Nuestro Señor apareció en la Santa Cruz. Él renueva la Crucifixión y la Pasión en el Altar. Es la Misa Sacrificial.”
§2
2. Nuestro Señor quiere que estemos en paz
Valentina: «Esta mañana, cuando recé mi oración matutina, nuestro Señor Jesús vino y me dijo:
«La paz sea contigo, hija Mía, Valentina. Deja que eso resuene en ti cada momento y cada día de tu vida».
Nuestro Señor sabe que cuando escucho todas las malas noticias del mundo, empiezo a preocuparme, así que me bendijo con paz. Dijo:
«Di [Valentina]: “Pero mi Señor quiere que esté en paz”».
Entonces nuestro Señor dijo:
Jesús: «El mundo no puede darte paz, sino ansiedad y malas noticias que escuchas todos los días. ¿Sabes que estás cada vez más controlada por el mal y el gobierno? En el gobierno, aprenden unos de otros a través de sus reuniones y cuando tienen sus encuentros. Cada vez que se reúnen, promulgan una nueva ley para el pueblo y mienten. Y esa mentira que dicen se propaga como la pólvora. Hay tanto mal ahora en el mundo.
Nunca antes ha habido tanta persecución por vuestra fe como en la actualidad, pero yo digo: ¡ay de aquellos que están haciendo toda la persecución y el mal! Es mejor que nunca hubieran nacido.
Hay tanto mal, tantos enemigos, tanta crueldad para Mi pueblo, que estoy llorando al ver todo lo que hay delante de Mí por lo que está sucediendo en el mundo.
Pero, Valentina, hija Mía, dile a la gente que no se rinda. Que sean fuertes en su fe. Que recen y se arrepientan, porque Yo siempre estoy con ustedes para protegerles. Nunca les abandonaré. Sean fuertes y valientes, porque cada día experimentarán nuevas leyes, nuevas persecuciones que están ocurriendo en el mundo, pero no por mucho tiempo. Mi Venida está muy cerca».
Señor Jesús, por favor, ayúdanos y protégenos de todo mal.”
§3
3. Tres líderes mundiales
Valentina: «Por la mañana, cuando oré al Espíritu Santo y consagré al mundo entero a los Corazones Unidos de Jesús y de la Santísima Virgen María, para que nos protegieran del peligro en el mundo, de repente me encontré en un lugar muy extraño, un lugar aislado. Me dije a mí misma:
«¿Dónde estoy?»
Tan pronto como pronuncié estas palabras, de repente pude ver a tres hombres caminando hacia mí.
A medida que se acercaban, reconocí a cada uno de ellos. Tres caballeros: [el presidente de la Tierra del Oso], el [presidente de la Tierra del Dragón Rojo] y el [querido líder de la Península del Norte]. Todos caminaban uno al lado del otro y conversaban entre ellos, con aspecto feliz. Los tres vestían trajes negros. Se detuvieron frente a mí y dijeron:
«Señora, ¡somos las tres personas más poderosas del mundo!»
Valentina: «¿Cuál es su plan para el mundo?»
Respondieron:
«Señora, lo que vamos a hacer nunca lo has visto ni experimentado antes. Le mostraremos al mundo que somos los más poderosos y capaces de todos los líderes».
Les dije:
«Sí, pero déjenme decirles que hay alguien que los observa y los vigila, y Él es el más poderoso de todos: ¡nuestro Señor Jesucristo! Y solo Él puede permitir las […] acciones que planean hacer, ¡y nadie está por encima de Él!».
Por un momento, sus expresiones se volvieron más serias. Se sorprendieron por lo que les dije. Los despedí […] con firmeza. Bajaron la cabeza y simplemente desaparecieron. Tan pronto como desaparecieron, nuestro Señor apareció a mi lado. Dijo:
«Valentina, hija Mía, ¡no puedo creer que les hayas dicho todas esas cosas!».
Valentina: «Señor, alguien tiene que decirles la verdad […] ¡Necesitan saber quién eres Tú, el Altísimo; ellos no son nada!».
Cuando hablaba con estos tres líderes, me dirigía a su espíritu mediante locución. En su subconsciente, sabrían que Dios los está tocando. De esa manera, glorificamos al Señor y lo exaltamos, y a nuestro Señor le encanta eso. Tenía que decirles quién es el Señor y que Dios está por encima de todos y de todo. ¿Quién puede estar por encima de Dios? ¡Nadie! Oremos para que nuestro Señor detenga cualquier plan […] que estos líderes tengan para el mundo.”
Fuente: Valentina Sydney seer








“Si supierais cómo resplandecéis después de acercaros debidamente al Sacramento de la Confesión. (Jesús) está en el Confesionario y escucha cada palabra, ve en cada rincón de vuestro corazón y está deseoso de otorgar las gracias inherentes a Su Perdón.
“¡Os pido Mis hijos predilectos que paréis esta abominación! ¡No más ministros extraordinarios de la Eucaristía! ¡No más comuniones distribuidas por laicos, ni más comuniones en la mano!”



"Padre Celestial, hoy rindo mi corazón a Ti. Ayúdame a ser Tu instrumento en el mundo. Cúbreme con la Preciosa Sangre de Tu Divino Hijo. Protégeme de todo mal. Protégeme de cualquier plan maligno que Satanás pueda tener para mí el día de hoy. Revísteme de Tu Divina Voluntad. Amén"
"Me coloco en la presencia de la Santísima Trinidad (Padre, Hijo y Espíritu Santo) y por el poder de la Sangre de nuestro Señor Jesucristo, rompo, desbarato, pisoteo, aniquilo e invalido y cancelo de mi ser físico, síquico, biológico y espiritual, toda maldición que haya sido puesta sobre mí, sobre mi familia y árbol genealógico, por cualquier persona, familiar o antepasado por medio del ocultismo o espiritismo. Por el poder de la Sangre Preciosa de Nuestro Señor Jesucristo y por la intercesión de la Santísima Virgen María, San Miguel, San Gabriel, y San Rafael, rompo e invalido toda maldición, cualquiera que sea su naturaleza en el nombre de nuestro Señor Jesucristo. Amén (Repetir 3 veces la oración)"
"Oh Jesús de la Divina Misericordia, escucha mis súplicas hacia Ti, pues estoy aquí para hacer tu voluntad."
"Oh Glorioso Patriarca San José, Padre adoptivo de Jesús y Esposo Humilde y Casto de María; poderoso intercesor de las almas y guardián Fiel de la Iglesia; acudimos a vos, amado Padre, para que te dignes ampáranos y socorrednos en la lucha espiritual contra los enemigos de nuestra alma. Ven en nuestro auxilio y por tu humildad y pureza, líbranos de todo mal. San José terror de los demonios, venid en mi auxilio (3 veces)."
"San Miguel Arcángel, defiéndenos en la lucha; sé nuestro amparo contra la perversidad y asechanzas del demonio. Reprímale Dios, pedimos suplicantes, y tú, Príncipe de la Milicia Celestial, arroja al infierno con el divino poder a Satanás y a los demás espíritus malignos que andan dispersos por el mundo para la perdición de las almas. Amén"
Ven, Espíritu divino, manda tu luz desde el Cielo. Padre amoroso del pobre; don, en tus dones espléndido; luz que penetra las almas; fuente del mayor consuelo. Ven, dulce huésped del alma, descanso de nuestro esfuerzo; tregua en el duro trabajo, brisa en las horas de fuego, gozo que enjuga las lágrimas y reconforta los duelos. Entra hasta el fondo del alma, divina luz, y enriquécenos. Mira el vacío del hombre si Tú le faltas por dentro; mira el poder del pecado cuando no envías tu aliento. Riega la tierra en sequía, sana el corazón enfermo, lava las manchas, infunde calor de vida en el hielo, doma al espíritu indómito, guía al que tuerce el sendero. Reparte tus siete dones según la fe de tus siervos. Por tu bondad y tu gracia dale al esfuerzo su mérito; salva al que busca salvarse y danos tu gozo eterno. Amén.
"Oh, Corazones de Jesús y de María; me consagro, consagro mi familia y al mundo entero, a vuestros Amantísimos Corazones. Atended a la súplica que os hago y aceptad nuestros corazones en los Vuestros, para que seamos librados y protegidos nosotros y el mundo entero de toda maldad y de todo pecado. Que la protección de vuestros Dos Corazones, sean refugio, fortaleza y amparo, en las luchas espirituales de cada día. Que el poder de vuestros Dos Corazones, irradie al mundo para que sea protegido de la maldad y el pecado. Nos consagramos voluntariamente y consagramos a la humanidad entera avuestros Corazones; seguros y confiados por vuestra Gran Misericordia, de obtener la victoria sobre las fuerzas del mal en este mundo, y la Gloria Eterna en el Reino de Dios. Amén."