¡Conviértanse, es urgente! “Yo no me canso mientras yo tenga vida, mientras Cristo me tenga con vida, voy a gritar, a gritar siempre: ¡Hermanos conviértanse! ¡Hermanos por favor conviértanse, es urgente! ¡No pierdan tiempo, es urgente! ¿Por qué? Porque muchos esperan grandes acontecimientos poco a poco. ¡No! ¡Los grandes acontecimientos se van a dar en pocos días! ¡Todos! Y vendrá el Aviso! [...] Confiemos en la palabra de Cristo, y pedimos el discernimiento al Espíritu Santo para no tomar decisiones equivocadas" –Luz de María.****
Visiones de Jesús y María transmitidas a Melanie, Alemania

§1
(Lectura: 2 min)
(M200) Crean que la paz es posible

Visión de Melanie: «La Santísima Virgen María se aparece a la vidente Melanie. Nuestra Madre quiere advertir, pero también dar esperanza:
La Santísima Virgen María: «El tiempo se acaba. Hijos Míos, la tormenta está a punto de estallar. Estén advertidos. Pronto se producirá la escalada total. Les pido que sigan rezando y ayunando, hijos Míos.
No comprenden el efecto. No comprenden el poder de la oración y el ayuno.
Doy las gracias a todos los que han respondido a Mi llamada y han atendido Mi petición».
La Bienaventurada Virgen irradia una sensación de alivio. De esta manera, Nuestra Madre María le hace saber a Melanie que las oraciones del Rosario y el ayuno en todo el mundo ya han logrado, en cierta medida, mitigar los acontecimientos.
Al principio, la Madre muestra a Melanie la imagen interior de un burro, símbolo de [Persia Moderna] para Melanie.

El burro da un pequeño paso adelante. A continuación, se produce una explosión fulgurante que ilumina una gran superficie. Sin embargo, sobre este destello de luz se ven muchas palomas blancas, señal de un mensaje de esperanza de que las oraciones y el ayuno ya están surtiendo efecto y se han podido mitigar acontecimientos graves.

La Santísima Madre: «Mis hijos, si recen y ayunen aún más, podré hacer aún más por ustedes. No puedo evitarlo, pero puedo mitigarlo. A menos que se reúnan en grandes multitudes y recen allí con muchas, muchas personas. Entonces podré hacer aún más por ustedes.
Les doy las gracias. Doy las gracias a todos los que han rezado Conmigo. Han podido lograr mucho, les doy las gracias por su amor, por su paz y por su entrega. Les doy las gracias por su importante contribución.
Hijos Míos, aún no hemos superado el mal. Oriente Medio les traerá un gran dolor y un mal que no pueden prever. La situación allí y la guerra amenazan con desbordarse. La situación allí se agravará. Quiero que recen otros siete días, como hasta ahora».
Nuestra Madre comunica al grupo (de oración de Melanie) que la tarea de oración actual de cuatro Rosarios completos, una oración por la paz y dos ayunos de agua y pan se prolongará siete días más. Una vez más, surge la sensación de que esta misión de oración especial tiene un gran efecto.


La Santísima Madre: «Les pido siete días más para la misión. Les agradezco su importante contribución. Esfuércense por tener pensamientos pacíficos y por irradiar paz.
¡Permanezcan en paz! Mi Hijo puede darles una gran paz. Crean que es posible mejorar la situación mundial. Mis hijos, también les doy las gracias en nombre de Mi Hijo. Sigan creyendo que la paz es posible».
En Nombre (+) del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.”
Fuente: Himmelsbotschaften an Melanie








“Si supierais cómo resplandecéis después de acercaros debidamente al Sacramento de la Confesión. (Jesús) está en el Confesionario y escucha cada palabra, ve en cada rincón de vuestro corazón y está deseoso de otorgar las gracias inherentes a Su Perdón.
“¡Os pido Mis hijos predilectos que paréis esta abominación! ¡No más ministros extraordinarios de la Eucaristía! ¡No más comuniones distribuidas por laicos, ni más comuniones en la mano!”



"Padre Celestial, hoy rindo mi corazón a Ti. Ayúdame a ser Tu instrumento en el mundo. Cúbreme con la Preciosa Sangre de Tu Divino Hijo. Protégeme de todo mal. Protégeme de cualquier plan maligno que Satanás pueda tener para mí el día de hoy. Revísteme de Tu Divina Voluntad. Amén"
"Santísima Madre de Dios, María, Protectora de la Fe, resguarda mi fe en el refugio de Tu Inmaculado Corazón. En él, protege mi fe de cualquier merodeador. Muéstrame las amenazas a mi fe y ayúdame a vencerlas. Amén"
"Me coloco en la presencia de la Santísima Trinidad (Padre, Hijo y Espíritu Santo) y por el poder de la Sangre de nuestro Señor Jesucristo, rompo, desbarato, pisoteo, aniquilo e invalido y cancelo de mi ser físico, síquico, biológico y espiritual, toda maldición que haya sido puesta sobre mí, sobre mi familia y árbol genealógico, por cualquier persona, familiar o antepasado por medio del ocultismo o espiritismo. Por el poder de la Sangre Preciosa de Nuestro Señor Jesucristo y por la intercesión de la Santísima Virgen María, San Miguel, San Gabriel, y San Rafael, rompo e invalido toda maldición, cualquiera que sea su naturaleza en el nombre de nuestro Señor Jesucristo. Amén (Repetir 3 veces la oración)"
"Oh Jesús de la Divina Misericordia, escucha mis súplicas hacia Ti, pues estoy aquí para hacer tu voluntad."
"Oh Glorioso Patriarca San José, Padre adoptivo de Jesús y Esposo Humilde y Casto de María; poderoso intercesor de las almas y guardián Fiel de la Iglesia; acudimos a vos, amado Padre, para que te dignes ampáranos y socorrednos en la lucha espiritual contra los enemigos de nuestra alma. Ven en nuestro auxilio y por tu humildad y pureza, líbranos de todo mal. San José terror de los demonios, venid en mi auxilio (3 veces)."
"San Miguel Arcángel, defiéndenos en la lucha; sé nuestro amparo contra la perversidad y asechanzas del demonio. Reprímale Dios, pedimos suplicantes, y tú, Príncipe de la Milicia Celestial, arroja al infierno con el divino poder a Satanás y a los demás espíritus malignos que andan dispersos por el mundo para la perdición de las almas. Amén"
Ven, Espíritu divino, manda tu luz desde el Cielo. Padre amoroso del pobre; don, en tus dones espléndido; luz que penetra las almas; fuente del mayor consuelo. Ven, dulce huésped del alma, descanso de nuestro esfuerzo; tregua en el duro trabajo, brisa en las horas de fuego, gozo que enjuga las lágrimas y reconforta los duelos. Entra hasta el fondo del alma, divina luz, y enriquécenos. Mira el vacío del hombre si Tú le faltas por dentro; mira el poder del pecado cuando no envías tu aliento. Riega la tierra en sequía, sana el corazón enfermo, lava las manchas, infunde calor de vida en el hielo, doma al espíritu indómito, guía al que tuerce el sendero. Reparte tus siete dones según la fe de tus siervos. Por tu bondad y tu gracia dale al esfuerzo su mérito; salva al que busca salvarse y danos tu gozo eterno. Amén.
"Oh, Corazones de Jesús y de María; me consagro, consagro mi familia y al mundo entero, a vuestros Amantísimos Corazones. Atended a la súplica que os hago y aceptad nuestros corazones en los Vuestros, para que seamos librados y protegidos nosotros y el mundo entero de toda maldad y de todo pecado. Que la protección de vuestros Dos Corazones, sean refugio, fortaleza y amparo, en las luchas espirituales de cada día. Que el poder de vuestros Dos Corazones, irradie al mundo para que sea protegido de la maldad y el pecado. Nos consagramos voluntariamente y consagramos a la humanidad entera avuestros Corazones; seguros y confiados por vuestra Gran Misericordia, de obtener la victoria sobre las fuerzas del mal en este mundo, y la Gloria Eterna en el Reino de Dios. Amén."