¡Conviértanse, es urgente! “Yo no me canso mientras yo tenga vida, mientras Cristo me tenga con vida, voy a gritar, a gritar siempre: ¡Hermanos conviértanse! ¡Hermanos por favor conviértanse, es urgente! ¡No pierdan tiempo, es urgente! ¿Por qué? Porque muchos esperan grandes acontecimientos poco a poco. ¡No! ¡Los grandes acontecimientos se van a dar en pocos días! ¡Todos! Y vendrá el Aviso! [...] Confiemos en la palabra de Cristo, y pedimos el discernimiento al Espíritu Santo para no tomar decisiones equivocadas" –Luz de María.****
21 de agosto del 2025 – Mensaje de Nuestro Señor Jesucristo a Luz de María
§1: Refuercen la fe, no pierdan la esperanza
§2: Oren. Vivirán un evento fuerte, muy fuerte
§3: Comentario de Luz de Maria

(Lectura: 3 min.)
§1
«Amados hijos Míos, reciba cada uno Mi Bendición y así penetre en ustedes un rayo de luz de Mi Amor Misericordioso.
Hijos amados de Mi Sagrado Corazón, como sembradores en Mi vid, deseo que cada uno se proponga a sembrar la mayor cantidad. La meta no existe. Deben darlo todo en este momento tan cruel para toda la humanidad.
Comprendan que el demonio mantiene una lucha aguerrida en contra de Mis hijos e hijos de Mi Amadísima Madre. Esta lucha no decae, sino al contrario, cada vez es mayor ante el momento que enfrentan y enfrentarán como humanidad en general.

Refuercen la fe, no pierdan la esperanza. Sean caritativos en todo aspecto para que no detengan el compartir en fraternidad Mi Amor con sus hermanos.
Amados Míos, les llamo a mirar en todas direcciones.
Les llamo a ser de los que no se fatiga, sino al contrario, al mirar a sus hermanos en peligro, desviándose hacia otros caminos, luchen por traerles hacia Mí siempre y cuando sus hermanos se los permitan. Y con el discernimiento de Mi Santo Espíritu, para que se detengan en el momento adecuado y no causen mayor división de la ya existente.
Hijos Míos, los invito a orar a tiempo y destiempo, sin perder la fe, recordando que las obras y actos realizados con Mi Amor se reproducen al infinito y llegan hasta donde ustedes no imaginan.

Enviaré a Mis amadísimos San Miguel Arcángel, a San Rafael Arcángel, a San Gabriel Arcángel a asistirles.

Ustedes mantengan la fe inamovible, ante todo, lo que vean o ante lo que suceda, por más fuerte que sea para toda la humanidad.
§2
Oren, hijos Míos. Oren a San Miguel Arcángel, a San Rafael Arcángel, a San Gabriel Arcángel. Solicítenles su protección.
Oren, hijos Míos. Oren para que en los momentos álgidos que la naturaleza les lleva a vivir, puedan mantener la adoración que deberían darme todas las criaturas.
Oren, hijos Míos, oren. Vivirán un evento fuerte, muy fuerte, que para la humanidad es desconocido. Este será una gran prueba para cada uno de Mis hijos. Por ello deben prepararse.
Oren, hijos Míos, oren. La guerra se intensifica en la tierra y se intensifica dentro de cada uno de Mis hijos.

Ustedes, hijitos Míos, no se adelanten a emitir juicios sobre sus hermanos. La carga de cada uno es pesada, y al errar en los juicios hacia sus hermanos, se les triplica la carga personal, y al enfrentar sus errores veniales o mortales. El momento será más pesado de lo que puedan imaginar por tomarse Mi lugar y haber llevado a morir a sus hermanos mediante la lengua.
Oren, hijos Míos, oren. Llega la gran prueba para toda la humanidad. La cercanía mantiene la atmósfera diferente sobre toda la tierra. Los animales presienten tomando conductas diferentes a las que son naturales en ellos. El hombre, al no saber qué sucede, se ha debilitado y el mal hace presa de bastantes de Mis hijos, llevándoles a actuar saturados de ira.
Oren, hijos Míos, oren. Ustedes vivan guardando la paz, Mi paz, serenidad, silencio, fe. Ustedes miren a lo alto. Así deben caminar Mis hijos, no con la cabeza baja, sino mirando a lo alto.
Oren, hijos Míos, oren para que al intensificarse la guerra se intensifiquen las oraciones de Mis hijos.
Amados Míos, la oscuridad avanza a paso lento pero seguro. Manténganse en estado de alerta, no solo material, sino espiritual, siendo conocedores de los designios a los que han sido alertados.
La oscuridad llega a la humanidad, oscuridad que produce temor a Mis hijos; y Yo les pregunto, ¿dónde está tu fe?
La tierra se estremece en [el Viejo Continente] fuertemente. Sean precavidos en los países costeros.
Asia, India y Eurasia, padecen por sus grandes fallas tectónicas que están llevando a la división de estos territorios.

Hijos Míos, América se mueve fuertemente y enfrenta lo desconocido.
África se mueve con fuerza. Sus fallas tectónicas la harán moverse. Asia se estremece.

Prepárense, hijitos, prepárense. Sean prudentes. Yo les aviso, oren y denle la mano a Mi Amadísima Madre.
Deseo hijos de paz para que tengan la ecuanimidad del momento que llega a toda la humanidad.
Les bendigo, les amo, hijos, obedezcan
Su Jesús».
Ave Maria Purissima,
concepita senza peccato
Ave Maria Purissima,
concepita senza peccato
Ave Maria Purissima,
concepita senza peccato
§3
Comentario de Luz de Maria

“Hermanos, es necesario mantener la conciencia activa para que comprendamos las palabras de nuestro Señor Jesucristo. No solo debemos preparar nuestra conciencia para ver la seriedad de lo que nos comparte el cielo, si no tenemos que ser realistas de que no hay marcha atrás.
Hermanos, dejemos de ser tan apresurados en la vida. Seamos más calmos. Dejemos para las criaturas que caminan por inercia las reacciones aceleradas a las que luego llega el arrepentimiento. Mantengamos la paz, hermanos. Es urgente mantener la paz.
Nuestro Señor nos llama a ser observantes de lo que sucede, porque como humanidad nos encontramos en peligro ante tanto que llega a nuestra tierra. Somos hijos de Dios. Es urgente evolucionar espiritualmente en Cristo. Amén.”
Canal de vídeo: Revelaciones Marianas
Fuente: Revelaciones Marianas








“Si supierais cómo resplandecéis después de acercaros debidamente al Sacramento de la Confesión. (Jesús) está en el Confesionario y escucha cada palabra, ve en cada rincón de vuestro corazón y está deseoso de otorgar las gracias inherentes a Su Perdón.
“¡Os pido Mis hijos predilectos que paréis esta abominación! ¡No más ministros extraordinarios de la Eucaristía! ¡No más comuniones distribuidas por laicos, ni más comuniones en la mano!”



"Padre Celestial, hoy rindo mi corazón a Ti. Ayúdame a ser Tu instrumento en el mundo. Cúbreme con la Preciosa Sangre de Tu Divino Hijo. Protégeme de todo mal. Protégeme de cualquier plan maligno que Satanás pueda tener para mí el día de hoy. Revísteme de Tu Divina Voluntad. Amén"
"Santísima Madre de Dios, María, Protectora de la Fe, resguarda mi fe en el refugio de Tu Inmaculado Corazón. En él, protege mi fe de cualquier merodeador. Muéstrame las amenazas a mi fe y ayúdame a vencerlas. Amén"
"Me coloco en la presencia de la Santísima Trinidad (Padre, Hijo y Espíritu Santo) y por el poder de la Sangre de nuestro Señor Jesucristo, rompo, desbarato, pisoteo, aniquilo e invalido y cancelo de mi ser físico, síquico, biológico y espiritual, toda maldición que haya sido puesta sobre mí, sobre mi familia y árbol genealógico, por cualquier persona, familiar o antepasado por medio del ocultismo o espiritismo. Por el poder de la Sangre Preciosa de Nuestro Señor Jesucristo y por la intercesión de la Santísima Virgen María, San Miguel, San Gabriel, y San Rafael, rompo e invalido toda maldición, cualquiera que sea su naturaleza en el nombre de nuestro Señor Jesucristo. Amén (Repetir 3 veces la oración)"
"Oh Jesús de la Divina Misericordia, escucha mis súplicas hacia Ti, pues estoy aquí para hacer tu voluntad."
"Oh Glorioso Patriarca San José, Padre adoptivo de Jesús y Esposo Humilde y Casto de María; poderoso intercesor de las almas y guardián Fiel de la Iglesia; acudimos a vos, amado Padre, para que te dignes ampáranos y socorrednos en la lucha espiritual contra los enemigos de nuestra alma. Ven en nuestro auxilio y por tu humildad y pureza, líbranos de todo mal. San José terror de los demonios, venid en mi auxilio (3 veces)."
"San Miguel Arcángel, defiéndenos en la lucha; sé nuestro amparo contra la perversidad y asechanzas del demonio. Reprímale Dios, pedimos suplicantes, y tú, Príncipe de la Milicia Celestial, arroja al infierno con el divino poder a Satanás y a los demás espíritus malignos que andan dispersos por el mundo para la perdición de las almas. Amén"
Ven, Espíritu divino, manda tu luz desde el Cielo. Padre amoroso del pobre; don, en tus dones espléndido; luz que penetra las almas; fuente del mayor consuelo. Ven, dulce huésped del alma, descanso de nuestro esfuerzo; tregua en el duro trabajo, brisa en las horas de fuego, gozo que enjuga las lágrimas y reconforta los duelos. Entra hasta el fondo del alma, divina luz, y enriquécenos. Mira el vacío del hombre si Tú le faltas por dentro; mira el poder del pecado cuando no envías tu aliento. Riega la tierra en sequía, sana el corazón enfermo, lava las manchas, infunde calor de vida en el hielo, doma al espíritu indómito, guía al que tuerce el sendero. Reparte tus siete dones según la fe de tus siervos. Por tu bondad y tu gracia dale al esfuerzo su mérito; salva al que busca salvarse y danos tu gozo eterno. Amén.
"Oh, Corazones de Jesús y de María; me consagro, consagro mi familia y al mundo entero, a vuestros Amantísimos Corazones. Atended a la súplica que os hago y aceptad nuestros corazones en los Vuestros, para que seamos librados y protegidos nosotros y el mundo entero de toda maldad y de todo pecado. Que la protección de vuestros Dos Corazones, sean refugio, fortaleza y amparo, en las luchas espirituales de cada día. Que el poder de vuestros Dos Corazones, irradie al mundo para que sea protegido de la maldad y el pecado. Nos consagramos voluntariamente y consagramos a la humanidad entera avuestros Corazones; seguros y confiados por vuestra Gran Misericordia, de obtener la victoria sobre las fuerzas del mal en este mundo, y la Gloria Eterna en el Reino de Dios. Amén."