¡Conviértanse, es urgente! “Yo no me canso mientras yo tenga vida, mientras Cristo me tenga con vida, voy a gritar, a gritar siempre: ¡Hermanos conviértanse! ¡Hermanos por favor conviértanse, es urgente! ¡No pierdan tiempo, es urgente! ¿Por qué? Porque muchos esperan grandes acontecimientos poco a poco. ¡No! ¡Los grandes acontecimientos se van a dar en pocos días! ¡Todos! Y vendrá el Aviso! [...] Confiemos en la palabra de Cristo, y pedimos el discernimiento al Espíritu Santo para no tomar decisiones equivocadas" –Luz de María.****
25 de mayo del 2025 – Mensaje de San Miguel Arcángel a Luz de María
§1: Mantengan en alto el escudo de la oración y la espada de la fe
§2: Den pan al hambriento y den de beber al sediento
§3: La humanidad se encuentra en peligro constante

§1
“Amados hijos de Nuestro Rey y Señor Jesucristo, reciban la Paz enviada por el Trono Trinitario y las Bendiciones de Nuestra Reina y Madre.
Mantengan en alto el escudo de la oración y la espada de la fe para que posean con qué esquivar los ataques del mal, manteniendo en el corazón y en la boca la Palabra Divina para que enfrenten la guerra espiritual [1].
No es con palabras vacías con las que vencerán los ataques del mal, sino con la Palabra de la Sagrada Escritura (Heb. 4,12-13).
No es con una fe tibia con la que saldrán adelante, sino con la fe firme, fuerte con la que los hijos de Nuestro Rey y Señor Jesucristo derribarán las insidias del mal.
El Amor Divino triunfará en medio de los embates que el pueblo de Nuestro Rey y Señor Jesucristo enfrenta y enfrentará.
Dios Altísimo, Dios Uno y Trino triunfará sobre todo el que se levante contra su Cuerpo Místico.
Los Ejércitos Angélicos hemos recibido la orden de proteger al Pueblo de Nuestro Rey y Señor Jesucristo, especialmente en este tiempo en el que cada uno de ustedes debe transformarse en amor para que el mal no les toque.
§2
Hijos de Nuestro Rey y Señor Jesucristo, no sean presa del odio ni del rencor, den pan al hambriento y den de beber al sediento… (Mt. 25,34-40).
Así caminan ustedes como les ha enseñado Nuestro Rey y Señor Jesucristo siendo amor con el prójimo siempre.
No teman, sean firmes, sean hijos valientes espiritualmente para que nada ni nadie les mueva del centro de la vida que es Nuestro Rey y Señor Jesucristo.
§3
Hijos de Nuestro Rey y Señor Jesucristo, la humanidad se encuentra en peligro constante; no solo la guerra es una amenaza, sino el espacio exterior [2] con sus cuerpos celestes son una amenaza para la Tierra al cruzar el sistema solar.

La radiación solar y sus eyecciones de masa coronal [3] son una amenaza para ustedes; les enferma a algunos y es una amenaza que terminará con la tecnología. Las emanaciones solares son un grave peligro, activan las fallas que causan terremotos, en cuanto más fuertes sean las radiaciones solares más peligro existe. Los terremotos serán de mayor intensidad causando gran peligro y cambiando la geografía de la Tierra.

Manténganse en unidad con Nuestro Rey y Señor Jesucristo. Cuando les llamo a “salvar el alma”, lo alcanzarán obrando y actuando a la manera de Nuestro Rey.
Sin esperar recibir nada a cambio, oren por toda la humanidad, oren por sus hermanos que se “sienten dignos” de Nuestro Rey y Señor Jesucristo y de Nuestra Reina y Madre causándoles gran dolor por su arrogancia y falta de humildad.
Oren hijos de Nuestro Rey y Señor Jesucristo, oren por toda la Iglesia para que sea santa como Nuestro Rey y Señor Jesucristo es Santo.
Oren hijos de Nuestro Rey y Señor Jesucristo, oren para que ante el estremecerse de la tierra violentamente, se mantengan fortalecidos por la fe y esperen a que les socorramos.

Oren hijos de Nuestro Rey y Señor Jesucristo, oren por el Cuerpo Místico de Cristo, es urgente.
Oren hijos de Nuestro Rey y Señor Jesucristo, oren por sus hermanos de los países que van a padecer por los terremotos.
Oren hijos de Nuestro Rey y Señor Jesucristo, ore cada uno por sí mismo, oren unos por otros; la fuerza de la oración en unidad es poderosa.
Oren hijos de Nuestro Rey y Señor Jesucristo, oren, un atentado contra un líder mundial traerá gran conflicto.

Hijos de Nuestro Rey y Señor Jesucristo, mantengan el corazón de carne y sean a semejanza de Nuestra Reina y Madre, María Santísima; guarden silencio ante los debates de quienes creen saberlo todo en cuanto a la Iglesia, ustedes esperen con sabia prudencia.
Sean de Cristo, para Cristo y por Cristo, sean de Nuestra Reina y Madre.
Les bendigo en el Nombre de la Trinidad Sacrosanta y de Nuestra Reina y Madre.
Con las Legiones Celestiales, San Miguel Arcángel.”
Ave Maria Purissima,
concepita senza peccato
Ave Maria Purissima,
concepita senza peccato
Ave Maria Purissima,
concepita senza peccato
Comentario de Luz de Maria

“Hermanos, en este nuevo llamado de San Miguel Arcángel sentimos en Sus Palabras que es urgente prepararse en todo aspecto, pero de forma urgente prepararse como Cuerpo Místico de Cristo para cumplir con los pedidos de San Miguel Arcángel y mantenernos con la fe en alto. ¡Cuántas batallas ganadas cuando el Cuerpo Místico de Cristo se encuentra en estado de gracia y caminando sobre su propia conversión!
Este llamado tiene un tono diferente, siendo más enfático y más descriptivo sobre el obrar y actuar del Cuerpo Místico de Cristo. Es urgente ser más de Cristo que de lo mundano, es un acercarse del hombre hacia ese Cristo del Sermón de la Montaña, ese Cristo vivo, verdadero, misericordioso que se nos ofrece en la Sagrada Eucaristía constantemente.
San Miguel Arcángel nos recuerda que para luchar contra el mal tenemos la fe que fortalece el don de la palabra (Prov. 18, 21) para atar al mal, para amordazarlo y arrojarlo al infierno, para cegarlo y a la vez para orar por la sanidad del cuerpo y del alma y para clamar en unidad, sin ser tibios, sino en el Nombre que está por sobre todo nombre con fe firme; ya que es en este momento en el que toda la humanidad padecerá encontrándose en grave peligro, aunque algunos lo ignoren.
El Cielo lo ha dicho, la guerra se expande, los fenómenos naturales no son tan naturales ante una fuerza impresionante.

Somos llamados a orar en unidad, unos por otros ante tanto embate para la humanidad, tanto de parte del espacio exterior como del astro sol que se encuentra convulso.
Hermanos, el Espíritu Santo nos provee de los dones y virtudes necesarias para caminar siendo más espirituales, más de Cristo y menos de lo mundano y tenemos a Nuestra Madre Santísima que intercede por nosotros siempre.
Este es el momento en el que vamos enrumbados no solo al dolor, sino a la victoria, al triunfo del Inmaculado Corazón de María y bajo Su Manto Materno el resto fiel caminará hacia el nuevo despertar de paz. Por ello, hermanos, sin desanimarse vamos de la Mano de Nuestra Madre hacia el encuentro con Nuestro Rey y Señor Jesucristo. Amén.”
- Sobre la gran batalla espiritual: leer…
- Sobre el peligro de asteroides: leer…
- Sobre la actividad solar: leer…
Fuente: Revelaciones Marianas








“Si supierais cómo resplandecéis después de acercaros debidamente al Sacramento de la Confesión. (Jesús) está en el Confesionario y escucha cada palabra, ve en cada rincón de vuestro corazón y está deseoso de otorgar las gracias inherentes a Su Perdón.
“¡Os pido Mis hijos predilectos que paréis esta abominación! ¡No más ministros extraordinarios de la Eucaristía! ¡No más comuniones distribuidas por laicos, ni más comuniones en la mano!”



"Padre Celestial, hoy rindo mi corazón a Ti. Ayúdame a ser Tu instrumento en el mundo. Cúbreme con la Preciosa Sangre de Tu Divino Hijo. Protégeme de todo mal. Protégeme de cualquier plan maligno que Satanás pueda tener para mí el día de hoy. Revísteme de Tu Divina Voluntad. Amén"
"Santísima Madre de Dios, María, Protectora de la Fe, resguarda mi fe en el refugio de Tu Inmaculado Corazón. En él, protege mi fe de cualquier merodeador. Muéstrame las amenazas a mi fe y ayúdame a vencerlas. Amén"
"Me coloco en la presencia de la Santísima Trinidad (Padre, Hijo y Espíritu Santo) y por el poder de la Sangre de nuestro Señor Jesucristo, rompo, desbarato, pisoteo, aniquilo e invalido y cancelo de mi ser físico, síquico, biológico y espiritual, toda maldición que haya sido puesta sobre mí, sobre mi familia y árbol genealógico, por cualquier persona, familiar o antepasado por medio del ocultismo o espiritismo. Por el poder de la Sangre Preciosa de Nuestro Señor Jesucristo y por la intercesión de la Santísima Virgen María, San Miguel, San Gabriel, y San Rafael, rompo e invalido toda maldición, cualquiera que sea su naturaleza en el nombre de nuestro Señor Jesucristo. Amén (Repetir 3 veces la oración)"
"Oh Jesús de la Divina Misericordia, escucha mis súplicas hacia Ti, pues estoy aquí para hacer tu voluntad."
"Oh Glorioso Patriarca San José, Padre adoptivo de Jesús y Esposo Humilde y Casto de María; poderoso intercesor de las almas y guardián Fiel de la Iglesia; acudimos a vos, amado Padre, para que te dignes ampáranos y socorrednos en la lucha espiritual contra los enemigos de nuestra alma. Ven en nuestro auxilio y por tu humildad y pureza, líbranos de todo mal. San José terror de los demonios, venid en mi auxilio (3 veces)."
"San Miguel Arcángel, defiéndenos en la lucha; sé nuestro amparo contra la perversidad y asechanzas del demonio. Reprímale Dios, pedimos suplicantes, y tú, Príncipe de la Milicia Celestial, arroja al infierno con el divino poder a Satanás y a los demás espíritus malignos que andan dispersos por el mundo para la perdición de las almas. Amén"
Ven, Espíritu divino, manda tu luz desde el Cielo. Padre amoroso del pobre; don, en tus dones espléndido; luz que penetra las almas; fuente del mayor consuelo. Ven, dulce huésped del alma, descanso de nuestro esfuerzo; tregua en el duro trabajo, brisa en las horas de fuego, gozo que enjuga las lágrimas y reconforta los duelos. Entra hasta el fondo del alma, divina luz, y enriquécenos. Mira el vacío del hombre si Tú le faltas por dentro; mira el poder del pecado cuando no envías tu aliento. Riega la tierra en sequía, sana el corazón enfermo, lava las manchas, infunde calor de vida en el hielo, doma al espíritu indómito, guía al que tuerce el sendero. Reparte tus siete dones según la fe de tus siervos. Por tu bondad y tu gracia dale al esfuerzo su mérito; salva al que busca salvarse y danos tu gozo eterno. Amén.
"Oh, Corazones de Jesús y de María; me consagro, consagro mi familia y al mundo entero, a vuestros Amantísimos Corazones. Atended a la súplica que os hago y aceptad nuestros corazones en los Vuestros, para que seamos librados y protegidos nosotros y el mundo entero de toda maldad y de todo pecado. Que la protección de vuestros Dos Corazones, sean refugio, fortaleza y amparo, en las luchas espirituales de cada día. Que el poder de vuestros Dos Corazones, irradie al mundo para que sea protegido de la maldad y el pecado. Nos consagramos voluntariamente y consagramos a la humanidad entera avuestros Corazones; seguros y confiados por vuestra Gran Misericordia, de obtener la victoria sobre las fuerzas del mal en este mundo, y la Gloria Eterna en el Reino de Dios. Amén."