¡Conviértanse, es urgente! “Yo no me canso mientras yo tenga vida, mientras Cristo me tenga con vida, voy a gritar, a gritar siempre: ¡Hermanos conviértanse! ¡Hermanos por favor conviértanse, es urgente! ¡No pierdan tiempo, es urgente! ¿Por qué? Porque muchos esperan grandes acontecimientos poco a poco. ¡No! ¡Los grandes acontecimientos se van a dar en pocos días! ¡Todos! Y vendrá el Aviso! [...] Confiemos en la palabra de Cristo, y pedimos el discernimiento al Espíritu Santo para no tomar decisiones equivocadas" –Luz de María.****
13 de mayo del 2025 – Mensaje de la Santísima Virgen María a Luz de María
§1: Los invito a vivir dentro de Mi Corazón Inmaculado
§2: La Iglesia de Mi Divino Hijo se encuentra ante grandes pruebas
§3: Sin decaer, mantengan la fe, háganla crecer

§1
“Amados hijos de Mi Corazón Inmaculado:
Los invito a vivir dentro de Mi Corazón Inmaculado, en Él encontrarán la paz que necesitan, el amor que les falta, la prudencia que no tienen, la esperanza perdida y la oración que no ofrecen. En Mí encuentran la fe, la perseverancia, el arrepentimiento, el perdón, el firme propósito de no caer en el mismo error, la bondad, la caridad, la paciencia, la fraternidad, la Verdad.
Los invito a que hagan vida junto a Mí todo cuanto hace feliz al Sagrado Corazón de Mi Divino Hijo.
Tengan presente que este es un momento difícil en donde pueden ser engañados fácilmente por el enemigo del alma, que busca dividir [1] a la Iglesia de Mi Hijo (Mt. 12. 22-30).
Hijos de Mi Divino Hijo, son perseguidos por sus mismos hermanos en la fe. En la humanidad miro tantos hijos Míos que se alían a falsas ideologías, que se dedican a ser perseguidores de sus hermanos [2].
Hijos de Mi Corazón Inmaculado, Mi Divino Hijo les ampara, les llama a seguirlo como ovejas al Pastor.
§2
La Iglesia de Mi Divino Hijo se encuentra ante grandes pruebas, ante una enfermedad que es sumamente contagiosa: «el no amar a Mi Divino Hijo».
Esta es la enfermedad de la humanidad, por ello deben mantenerse atentos, hijitos Míos (Heb. 12, 1-2).
El Demonio se alimenta de la inmoralidad, se alimenta del colapso espiritual en el que se sumergió la Iglesia, Cuerpo Místico de Mi Divino Hijo, y así se enrumban hacia el abismo, sin reparos, sin hacer un «mea culpa» para arrepentirse y volver a Mi Divino Hijo (I Cor. 6, 9-18).
La acción diabólica se dirige a agredir físicamente a Mis hijos sembrándoles el desánimo y la desesperanza; ha emprendido una guerra de desgaste en Mis hijos. El cuerpo tiene la dignidad de ser morada del Espíritu Santo (I Cor 6,19-20), por eso el enemigo ahora ha decidido actuar contra el cuerpo.
Amados hijos de Mi Corazón Inmaculado, el mal se adelanta a los hijos de Mi Divino Hijo y como Madre deseo salvarles, compartiéndoles Mi mismo Amor por Mi Divino Hijo.

Aquí estoy ante cada uno para guiarles hacia Mi Divino Hijo. ¡Vengan hijos, vengan!
§3
Sin decaer, mantengan la fe, háganla crecer, visiten a Mi Divino Hijo en el Santísimo Sacramento del Altar y conversen con Él, aumenten la fe antes de que caiga la noche.

Oren hijos de Mi Divino Hijo, oren, la tierra continúa estremeciéndose.
Oren hijos de Mi Divino Hijo, oren, sean firmes en la fe, aumenten la fe.
Oren hijos de Mi Divino Hijo, oren, sean humildes, no contristen al Espíritu Santo.
Oren hijos de Mi Divino Hijo, oren y tengan a mano los Llamados del Cielo, tengan la seguridad de que Mi Divino Hijo les ha llamado a Su Iglesia.
Mantengan la paz en el corazón. Les bendigo, son Mis hijos.
Mamá María.”
Ave Maria Purissima,
concepita senza peccato
Ave Maria Purissima,
concepita senza peccato
Ave Maria Purissima,
concepita senza peccato
Commento di Luz de Maria

“Hermanos: Nuestra Madre Santísima nos llama a ser todos de Su Divino Hijo teniendo la seguridad de que Él nos ha llamado a pertenecer a Su Iglesia. Tenemos claro que por Nuestra Madre vamos a Jesús y por eso Ella nos alerta sobre la maldad que se cierne sobre la humanidad para separarnos de Nuestro Señor Jesucristo y que perdamos el alma.
Este es el momento de la batalla espiritual, el mal está luchando contra los hijos de Dios y nuestra fortaleza la encontramos en Nuestro Señor Jesucristo, en Sus Enseñanzas, en Su Amor por nosotros hasta entregarse en la Cruz por nuestros pecados. Nuestra Madre Santísima nos llama a ser todos de Su Divino Hijo, porque más allá de lo que miramos, hay otra realidad: la Vida Eterna. Vivamos aumentando la fe, siendo más de Dios que del mundo, teniendo presente que siempre Nuestra Madre Santísima está con nosotros y vencerá al Dragón infernal.
San Miguel Arcángel y Sus Legiones Celestiales están en la Tierra defendiéndonos de los enemigos de la fe, defendiéndonos de los espíritus malignos que vagan por el aire. San Miguel Arcángel es nuestro defensor en toda batalla, junto a Nuestra Madre Santísima terminarán arrojando al Demonio al abismo del infierno.
Hermanos, en estos tiempos vemos los signos y señales y el cumplimiento de las profecías y con ello el padecer de toda la humanidad; pero mantengámonos firmes en la fe, no estamos solos, tenemos un Padre que nos ama. Cada llamado y en especial este, nos dice que seremos premiados al final del camino, que existe la Vida Eterna y que ahí iniciará nuestra verdadera vida y todo esfuerzo habrá valido la pena. Pero mantengámonos fieles a Cristo, por más maravillas que podamos ver, si no es la Verdad que conocemos en la Sagrada Escritura no nos volvamos ciegos ni sordos, recordemos que la vida es anterior a la Vida Eterna y lo mejor para la salvación nuestra es servir siempre a Cristo, que es el mismo de ayer, hoy y siempre.
Nuestra Madre Santísima con Su gran Amor nos dice que el estar en alerta espiritual es ser a la manera de Su Divino Hijo y nosotros poseyendo no solo el Amor de Nuestra Madre, sino Su darse, Su silencio y el no pretender el primer lugar, nos conduce como Ella a amar la Voluntad del Padre. Amén.”
Fuente: Revelaciones Marianas








“Si supierais cómo resplandecéis después de acercaros debidamente al Sacramento de la Confesión. (Jesús) está en el Confesionario y escucha cada palabra, ve en cada rincón de vuestro corazón y está deseoso de otorgar las gracias inherentes a Su Perdón.
“¡Os pido Mis hijos predilectos que paréis esta abominación! ¡No más ministros extraordinarios de la Eucaristía! ¡No más comuniones distribuidas por laicos, ni más comuniones en la mano!”



"Padre Celestial, hoy rindo mi corazón a Ti. Ayúdame a ser Tu instrumento en el mundo. Cúbreme con la Preciosa Sangre de Tu Divino Hijo. Protégeme de todo mal. Protégeme de cualquier plan maligno que Satanás pueda tener para mí el día de hoy. Revísteme de Tu Divina Voluntad. Amén"
"Santísima Madre de Dios, María, Protectora de la Fe, resguarda mi fe en el refugio de Tu Inmaculado Corazón. En él, protege mi fe de cualquier merodeador. Muéstrame las amenazas a mi fe y ayúdame a vencerlas. Amén"
"Me coloco en la presencia de la Santísima Trinidad (Padre, Hijo y Espíritu Santo) y por el poder de la Sangre de nuestro Señor Jesucristo, rompo, desbarato, pisoteo, aniquilo e invalido y cancelo de mi ser físico, síquico, biológico y espiritual, toda maldición que haya sido puesta sobre mí, sobre mi familia y árbol genealógico, por cualquier persona, familiar o antepasado por medio del ocultismo o espiritismo. Por el poder de la Sangre Preciosa de Nuestro Señor Jesucristo y por la intercesión de la Santísima Virgen María, San Miguel, San Gabriel, y San Rafael, rompo e invalido toda maldición, cualquiera que sea su naturaleza en el nombre de nuestro Señor Jesucristo. Amén (Repetir 3 veces la oración)"
"Oh Jesús de la Divina Misericordia, escucha mis súplicas hacia Ti, pues estoy aquí para hacer tu voluntad."
"Oh Glorioso Patriarca San José, Padre adoptivo de Jesús y Esposo Humilde y Casto de María; poderoso intercesor de las almas y guardián Fiel de la Iglesia; acudimos a vos, amado Padre, para que te dignes ampáranos y socorrednos en la lucha espiritual contra los enemigos de nuestra alma. Ven en nuestro auxilio y por tu humildad y pureza, líbranos de todo mal. San José terror de los demonios, venid en mi auxilio (3 veces)."
"San Miguel Arcángel, defiéndenos en la lucha; sé nuestro amparo contra la perversidad y asechanzas del demonio. Reprímale Dios, pedimos suplicantes, y tú, Príncipe de la Milicia Celestial, arroja al infierno con el divino poder a Satanás y a los demás espíritus malignos que andan dispersos por el mundo para la perdición de las almas. Amén"
Ven, Espíritu divino, manda tu luz desde el Cielo. Padre amoroso del pobre; don, en tus dones espléndido; luz que penetra las almas; fuente del mayor consuelo. Ven, dulce huésped del alma, descanso de nuestro esfuerzo; tregua en el duro trabajo, brisa en las horas de fuego, gozo que enjuga las lágrimas y reconforta los duelos. Entra hasta el fondo del alma, divina luz, y enriquécenos. Mira el vacío del hombre si Tú le faltas por dentro; mira el poder del pecado cuando no envías tu aliento. Riega la tierra en sequía, sana el corazón enfermo, lava las manchas, infunde calor de vida en el hielo, doma al espíritu indómito, guía al que tuerce el sendero. Reparte tus siete dones según la fe de tus siervos. Por tu bondad y tu gracia dale al esfuerzo su mérito; salva al que busca salvarse y danos tu gozo eterno. Amén.
"Oh, Corazones de Jesús y de María; me consagro, consagro mi familia y al mundo entero, a vuestros Amantísimos Corazones. Atended a la súplica que os hago y aceptad nuestros corazones en los Vuestros, para que seamos librados y protegidos nosotros y el mundo entero de toda maldad y de todo pecado. Que la protección de vuestros Dos Corazones, sean refugio, fortaleza y amparo, en las luchas espirituales de cada día. Que el poder de vuestros Dos Corazones, irradie al mundo para que sea protegido de la maldad y el pecado. Nos consagramos voluntariamente y consagramos a la humanidad entera avuestros Corazones; seguros y confiados por vuestra Gran Misericordia, de obtener la victoria sobre las fuerzas del mal en este mundo, y la Gloria Eterna en el Reino de Dios. Amén."